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Dos militares y un intérprete de Estados Unidos mueren en un atentado en Siria

Trump amenaza con represalias contra el Ejército Islámico tras el ataque de un supuesto militante en solitario contra un convoy

Tres estadounidenses -dos militares y un intérprete civil- han muerto en un ataque en Siria contra un convoy de fuerzas de EE UU y sirias perpetrado supuestamente por un militante del Estado Islámico, según el Pentágono. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que habrá “represalias” contra esa organización.

Otros tres soldados estadounidenses han resultado heridos en el incidente, según un comunicado del Mando Central, responsable de las fuerzas de EE UU en Oriente Próximo. El ataque, según el Mando Central, ocurrió cuando las fuerzas participaban en una “actividad con un líder clave” en la ciudad de Palmira, en el centro de Siria. Fue perpetrado por un militante que, al parecer, actuó en solitario.

“Fuerzas amigas” mataron al atacante, según ha escrito el secretario de Defensa, Pete Hegseth, en redes sociales. La agencia siria SANA ha publicado que los heridos fueron trasladados en helicóptero a una base estadounidense en la región de Al Tanf, en la frontera con Irak.

En declaraciones a la prensa antes de asistir a un partido de fútbol americano entre los equipos del Ejército y de la Marina en Baltimore (Maryland), el presidente estadounidense ha insistido en dos ocasiones: “tomaremos represalias” contra los responsables del ataque. También ha precisado que el pronóstico de los heridos es favorable y ha descrito a los caídos como “tres grandes patriotas”.

El jefe del Pentágono también ha amenazado, por su parte, con represalias. “Si atacan a estadounidenses, en cualquier parte del mundo, pasarán el resto de su corta y angustiosa vida sabiendo que Estados Unidos los perseguirá, los encontrará y los eliminará sin piedad”, ha escrito Hegseth.

El embajador de Estados Unidos en Turquía, Tom Barrack, nombrado por el presidente Donald Trump enviado especial a Siria, ha condenado el ataque. “Lamentamos la pérdida de tres valientes y deseamos una recuperación rápida a los soldados sirios heridos en el ataque”, apunta el diplomático. “Seguimos comprometidos con la misión de derrotar el terrorismo junto a nuestros socios sirios”.

El atentado ha tenido lugar apenas un mes después de que el presidente sirio, Ahmed Al Shara, visitara Washington y fuera recibido por Trump en la Casa Blanca, en la primera ocasión en que un jefe de Estado del país árabe era recibido por un presidente estadounidense. También era la primera vez en que un mandatario de EE UU agasajaba a un antiguo líder yihadista por cuya cabeza llegó a ofrecer hasta diez millones de dólares (nueve millones de euros).

A raíz de esa visita, Damasco anunció la firma de un acuerdo de cooperación política para participar en la coalición encabezada por Estados Unidos contra el Estado Islámico. Washington mantiene desplegadas tropas en el noreste de Siria desde hace una década, con el objetivo de impedir el resurgimiento del EI y otros grupos radicales y para respaldar a la fuerza kurda en la zona.

Esa coalición ha llevado a cabo varias operaciones por aire y tierra para atacar supuestas posiciones del grupo radical islamista, en ocasiones con la participación de las fuerzas sirias. En vísperas de la visita de Al Shara a Washington, el Ministerio del Interior sirio lanzaba una campaña contra células de esa organización yihadista por todo el país y detenía a más de 70 sospechosos.

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