Putin ordena conquistar más territorio en Ucrania antes de recibir al enviado especial de Trump
Steve Witkoff presenta al Kremlin este martes el plan consensuado entre Estados Unidos y Ucrania
El presidente ruso, Vladímir Putin, y el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, abordarán este martes en Moscú el nuevo plan del mandatario estadounidense, Donald Trump, para poner fin a la guerra de Ucrania. El empresario norteamericano lleva consigo el borrador que consensuaron Estados Unidos y Ucrania en Ginebra la semana pasada, una mejora de la propuesta original estadounidense de 28 puntos que satisfacía muchas de las d...
El presidente ruso, Vladímir Putin, y el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, abordarán este martes en Moscú el nuevo plan del mandatario estadounidense, Donald Trump, para poner fin a la guerra de Ucrania. El empresario norteamericano lleva consigo el borrador que consensuaron Estados Unidos y Ucrania en Ginebra la semana pasada, una mejora de la propuesta original estadounidense de 28 puntos que satisfacía muchas de las demandas del Kremlin y dejaba a Kiev al borde de la capitulación. Moscú, sin embargo, no parece estar dispuesta a ceder y reclama aún más territorios: Putin ha ordenado a su alto mando crear una “zona de seguridad” a lo largo de toda la frontera con Ucrania.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, es el gran ausente de este importante encuentro. Witkoff, un promotor inmobiliario multimillonario reconvertido en enviado especial de la Casa Blanca por su amistad con Trump, ha viajado a Moscú por sexta vez este año acompañado de Jared Kushner, yerno del presidente estadounidense. Sin experiencia alguna como diplomático —en una entrevista ha llegado a olvidar el nombre de las regiones ucranias por las que negocia—, Kiev acusa a Witkoff de comprar a Putin la narrativa rusa.
Este empresario ha demostrado ser más manejable para el Kremlin que el enviado especial de Trump para Ucrania, Keith Kellogg. Este veterano diplomático, conocedor del este de Europa, fue vetado por Moscú en sus negociaciones y ha anunciado su marcha en enero de 2026.
Witkoff, sin embargo, ha asesorado al Kremlin sobre cómo adular a Trump en las negociaciones, según se desprende de la filtración de sus conversaciones con el enviado especial de Putin, Kirill Dmítriev. De aquellas conversaciones surgió el primer borrador del plan de paz de Trump, un documento de 28 puntos que suponía en la práctica la capitulación de Ucrania.
La docilidad de Witkoff llega al punto de que Putin le ha hecho esperar más de ocho horas en otro encuentro celebrado en marzo. El empresario estadounidense viajó a Moscú para discutir con el líder ruso un posible alto el fuego de 30 días que nunca tuvo lugar.
El Kremlin quiere más territorio
Putin ha escenificado en vísperas de su encuentro con Witkoff la supuesta conquista de Pokrovsk, una urbe de la región de Donetsk que el Kremlin intenta tomar desde febrero de 2024 a costa de un sinfín de bajas. No obstante, Ucrania ha negado su caída y asegura que controla la parte norte de la ciudad, desde donde ataca a las fuerzas rusas en la zona sur.
Un vídeo difundido por el Kremlin mostraba este lunes al dirigente ruso vestido de militar junto con el jefe de su Estado Mayor, Valeri Guerásimov, en un supuesto centro de mando. Durante el encuentro, el general anunció a su líder “la liberación de Krasnoarmiisk [el nombre soviético de Pokrovsk] y Vovchansk”. Asimismo, el Ministerio de Defensa ruso publicó una breve grabación en la que dos soldados posaban a la carrera con su bandera en el centro de una ciudad arrasada.
Putin ordenó a Guerásimov la creación de “una zona de seguridad a lo largo de la frontera con Ucrania” durante su encuentro. Esta instrucción, que no es nueva, implicaría avanzar en todas las provincias ucranias que limiten tanto con la Federación de Rusia —en concreto las regiones de Járkov, Sumi y Chernígov— como con sus territorios ocupados con la excusa de alejar las fuerzas ucranias.
El mero planteamiento de esta “zona de seguridad” contradice la supuesta intención rusa de limitarse a pedir el reconocimiento internacional de su ocupación de Donetsk, Lugansk y Crimea, y plantea otra cuestión: hasta dónde avanzaría Putin esta “zona de seguridad” si cada territorio nuevo que conquista lo considera suyo.
La politóloga Tatiana Stanovaya, fundadora del centro de análisis Rpolitik, advierte en su canal de Telegram: “Al escuchar esto me viene a la mente lo lejos que están todos los negociadores (no rusos, por supuesto) de comprender todas las exigencias del Kremlin. Lo que se está negociando ahora y se percibe como exigencias maximalistas es solo la punta del iceberg”.