El tifón Kamaegi toca tierra en Vietnam tras dejar un reguero de destrucción en Filipinas
Las víctimas mortales por el ciclón superan ya el centenar, hay decenas de desaparecidos y dos millones de damnificados
Al menos 114 personas han muerto y 127 permanecen desaparecidas tras el paso por Filipinas del tifón Kalmaegi, uno de los más fuertes de la temporada, según el último balance de víctimas facilitado este jueves por la Oficina de Defensa Civil. Algunos medios, citando también fuentes oficiales, elevan la cifra de fallecidos a 140.
El ciclón, que cruzó el centro de Filipinas entre el martes y el miércoles con vientos huracanados e intensas precipitaciones, se ha cebado especialmente con la isla de Cebú, pero deja un reguero de destrucción que afecta a más de dos millones de personas en todo el país. Su próxima parada ha sido Vietnam, donde esta tarde ha tocado tierra.
“Debido a la envergadura del golpe en las zonas afectadas por el tifón, he aprobado que se declare el estado de calamidad nacional”, ha anunciado el presidente, Ferdinand Marcos Jr., tras una reunión para abordar las consecuencias del desastre.
Casi dos millones de personas en más de 360 localidades se han visto afectadas por Kalmaegi, conocido en el país como Tino, de las cuales más de medio millón se encuentran desplazadas, según los últimos datos del Consejo Nacional para la Reducción y Gestión del Riesgo de Desastres (NDRRMC). El tifón, que tocó tierra en siete ocasiones en Filipinas, inundó pueblos enteros en Cebú —uno de los centros económicos y comerciales del país y un territorio ya muy debilitado tras el terremoto de magnitud 6,9 sufrido en octubre— y en la isla de Negros, en la región central de Bisayas.
Las imágenes que circulan por televisiones y redes sociales muestran a personas refugiadas en los tejados de sus casas, y vehículos y contenedores de mercancías que son desplazados por las fuertes corrientes de agua. Entre los muertos hay seis soldados que fallecieron al estrellarse el martes su helicóptero en la isla de Mindanao cuando participaba en los operativos de rescate.
Mientras Filipinas se recupera del desastre en el centro del archipiélago, las autoridades de la isla septentrional de Luzón —donde se ubica Manila, la capital— se preparan para la posible llegada de una tormenta tropical que podría ganar fuerza hasta convertirse en un supertifón antes de tocar tierra el lunes, según ha avisado el departamento de Meteorología.
Filipinas sufre unos veinte tifones y tormentas tropicales al año, especialmente en la temporada de lluvias, que suele comenzar en junio y terminar en noviembre o diciembre, y los científicos advierten de que las tormentas se están volviendo más poderosas debido al cambio climático.
Kalmaegi ha abandonado ya las aguas territoriales de Filipinas rumbo a las provincias centrales de Vietnam, donde ha tocado tierra a primera hora de la tarde de este jueves. Las autoridades vietnamitas han ordenado la movilización de efectivos del Ejército para tareas de prevención y mitigación de desastre en una zona que también ha sido castigada recientemente por graves inundaciones.