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Hamás libera a los 20 rehenes israelíes vivos y comienza la excarcelación de los presos palestinos

Trump aterriza en Israel, donde pronuncia un discurso en el Parlamento

Vehículos del Comité Internacional de la Cruz Roja transportaban este lunes a rehenes israelíes desde Gaza hacia Israel.Foto: Dawoud Abu Alkas (REUTERS) | Vídeo: EPV

Israel ha empezado este lunes a cerrar uno de los capítulos más dolorosos de su breve historia. Lo ha hecho cuando Hamás ha completado este lunes la entrega de los últimos 20 rehenes israelíes que seguían con vida en la franja de Gaza, una liberación retransmitida en una pantalla gigante ante varios miles de personas en la plaza ahora rebautizada como de los rehenes, en el centro de Tel Aviv. Esos israelíes han seguido, entre lágrimas de alegría y gritos de entusiasmo, las imágenes de un canje que se ha desarrollado en dos tandas. En la primera, poco después de las 7.00 (hora peninsular española), la milicia ha entregado en el norte de la Franja al Comité Internacional de la Cruz Roja a los primeros siete secuestrados, que ya se encuentran en territorio israelí. Los otros 13 cautivos han sido puestos en libertad unas tres horas después, en el sur del enclave, y la Cruz Roja ya los ha entregado al ejército israelí. A cambio, Israel pondrá en libertad a lo largo de la jornada a cerca de 2.000 presos palestinos.

También se espera la entrega de los cuerpos de los 28 rehenes israelíes muertos que siguen en Gaza, pero se desconoce si será simultánea o justo después del retorno de los vivos. Tampoco se sabe si todos han podido ser localizados. El duelo por esos cautivos muertos es lo único que en esta jornada está empañando la celebración por el retorno de los últimos secuestrados aún con vida.

El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas israelí apuntó en un comunicado que su lucha no terminará hasta que los cuerpos de los 28 rehenes que continúan en Gaza sean localizados y devueltos para un entierro digno: “Solo entonces el pueblo de Israel estará completo”, ha expresado esta organización.

El israelí Guy Gilboa-Dalal, secuestrado el 7 de octubre de 2023, saludaba este lunes tras su liberación y traslado a un hospital israelí.Foto: Stoyan Nenov (REUTERS) | Vídeo: EPV

Al mismo tiempo que los congregados estallaban en vítores al observar las imágenes que mostraban al convoy que transportaba a los siete primeros cautivos circulando ya por una carretera israelí, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegaba a Israel. La pantalla de la plaza de los rehenes se desdoblaba entonces para mostrar, en una de sus mitades, los coches en los que viajaban los secuestrados y, en la otra, el Air Force One, que se disponía a aterrizar en Tel Aviv. “¡Gracias, Trump!; ¡Gracias, señor presidente!, se oía entonces por los altavoces, mientras muchos de los israelíes presentes —algunos portaban banderas estadounidenses— prorrumpían en aplausos y alabanzas al presidente de Estados Unidos.

Definiéndolo como un “salvador” o incluso como “el rey de Israel” — así lo definía Guy, un israelí que prefería presentarse solo por su nombre de pila—, muchas de las personas congregadas en la plaza de Tel Aviv, atribuían a Trump el mérito de un acuerdo que, decían varios de ellos, no habría sido posible sin su intervención.

El presidente estadounidense se encuentra ya en Jerusalén, donde pronuncia un discurso ante el Parlamento. También esa ciudad se ha engalanado en su honor instalando en los edificios grandes carteles con su imagen impresa sobre las banderas de Israel y Estados Unidos. Uno de ellos lo compara incluso con el rey Ciro el Grande, el fundador de la dinastía aqueménida en la antigua Persia, que liberó a los judíos de su cautiverio —en alusión a su papel en la liberación de los rehenes— al conquistar Babilonia y permitir su regreso a Jerusalén.

El mandatario había sido recibido a pie de pista y con alfombra roja por el presidente israelí, Isaac Herzog, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Trump ha repetido en esta jornada que Hamás se desarmará para cumplir con el plan de paz y que la guerra ha acabado. Por la tarde, se desplazará hasta la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, que acoge a partir del mediodía la ceremonia de firma del acuerdo de paz para Gaza, a la que acudirán líderes de una veintena de países, entre ellos, el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez.

Netanyahu no estará presente en la ciudad balneario egipcia, según ha informado su oficina este lunes, debido a la proximidad de las fiestas por la liberación de los rehenes liberados.

Mientras tanto, en la plaza de los rehenes, donde ya no cabía un alma más, Ohad, un joven de 27 años que prefiere no dar su nombre real, auguraba que Israel “a partir de ahora podrá curarse” de esa herida que representó para los israelíes aquel 7 de octubre. Este joven no conoce personalmente a ninguno de los rehenes; sí conocía a dos de los 1.200 muertos en los ataques de ese día, a los que Israel respondió desencadenando la ofensiva en Gaza, que hasta el viernes pasado, cuando entró en vigor el alto el fuego, ha matado a más de 67.000 palestinos. Los rehenes liberados este lunes han sido entregados gracias al acuerdo entre Hamás e Israel para aplicar la primera fase de ese plan.

La familia de Guy Gilboa-Dalal, uno de los israelíes liberados con vida, confía en que todos los allegados puedan recuperar a los suyos. “Esperamos que cada familia pueda alcanzar este anhelado momento y recibir a su ser querido en casa, incluyendo a todos los fallecidos, para ser sepultados en la tierra de Israel”, señalaron en una nota.

De forma paralela, los autobuses que transportan a los presos palestinos han comenzado a salir de las prisiones israelíes poco antes del mediodía de este lunes. Casi 2.000 reclusos serán excarcelados. El grueso (1.718) fueron arrestados en Gaza por las Fuerzas Armadas israelíes durante las detenciones masivas que efectuaron durante los dos años de invasión con la vista puesta en un futuro canje por los rehenes. Ninguno, de hecho, participó en el ataque que desencadenó la invasión, según el Gobierno de Israel. Están siendo trasladados a la Franja, donde les espera un comité de bienvenida en la ciudad de Jan Yunis, en el sur.

Otros 250 presos, cuya negociación ha sido más delicada, cumplían largas condenas en cárceles israelíes. En su mayoría, al menos una cadena perpetua, por participar u organizar atentados contra israelíes. 154 de ellos serán deportados, según ha señalado a este periódico el ministro de Asuntos de los Prisioneros, Raed Abu Al Humus, en el Palacio Cultural de la ciudad cisjordana de Ramala, antes de volar a Egipto.

A Ramala llegarán otros 88, a los que cientos de familiares y amigos esperan incluso desde primera hora de la mañana. Algunos ataviados con la vestimenta tradicional palestina, en señal de celebración. El lugar se ha ido llenando cada vez más hasta el punto de que las autoridades palestinas han cerrado la puerta de acceso. Periodistas en la zona han grabado vídeos y tomado fotografías que muestran vehículos militares dirigirse desde la prisión de Ofer, en Cisjordania, a la cercana Beitunia, donde se están registrando enfrentamientos.

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