Portugal consolida el giro político a la derecha en las elecciones municipales
La ultraderecha vive una noche decepcionante mientras los socialistas resisten más de lo esperado. Carlos Moedas repetirá como alcalde de Lisboa
El poder local mudó este domingo en Portugal, pero lejos del vuelco que se experimentó en las legislativas de mayo, cuando la ultraderecha adelantó a los socialistas. Definitivamente el país ha girado a la derecha. A las dos victorias de la coalición conservadora en las legislativas de 2024 y 2025, se ha sumado ahora el triunfo de las coaliciones de derechas, encabezadas por el Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha), en 136 ayuntamientos de los 309. En 2021 había obtenido 113. “Es la primera vez desde el 25 de Abril de 1974 que tenemos representantes en todos los ayuntamientos del país”, destacó el primer ministro y líder del PSD, Luís Montenegro.
El Partido Socialista (PS), que lideró coaliciones de izquierdas en numerosas poblaciones, logró 127 cámaras municipales frente a las 149 de hace cuatro años. Pese al retroceso, que se traducirá en la pérdida de la hegemonía al frente de la asamblea nacional de municipios después de dos décadas, los socialistas han mostrado una resiliencia mayor de la esperada, tras el descalabro electoral que vivieron hace cinco meses. Los dos partidos tradicionales que se han turnado en el poder en el medio siglo de democracia (PSD y PS) gobernarán en el 85% de los ayuntamientos, lo que demuestra la fortaleza del bipartidismo a nivel local.
Fue una noche decepcionante para Chega, el partido de ultraderecha que se convirtió en mayo en la segunda fuerza parlamentaria. Aunque la formación ha mejorado su presencia en los municipios, las expectativas de su líder, André Ventura, eran muy superiores. Su objetivo era conseguir 30 alcaldías y, para ello, envió a más de la mitad de sus diputados a dar la batalla local. Pese a empeñar a las figuras más conocidas de la formación en esta campaña, solo ha logrado tres cámaras locales. La más significativa de sus victorias es la de Albufeira, uno de los municipios más turísticos del Algarve, donde su candidato, Rui Cristina, antiguo diputado del PSD, ha logrado mayoría absoluta. “Es una noche buena para Chega, pero no hemos tenido la amplitud de la victoria que queríamos”, reconoció Ventura en su discurso.
Por número de alcaldías, Chega ha quedado en quinta posición, por detrás incluso del Partido Comunista (12) y el Centro Democrático y Social (6), fuerzas minoritarias en la Asamblea, aunque haya sido el tercero más votado. Significativo fue el fracaso en zonas como el Alentejo, donde habían alcanzado un apoyo notable en las legislativas. En el Algarve, donde Chega parecía especialmente fortalecido, solo lograron la alcaldía de Albufeira. En Faro, donde habían vencido en las legislativas y donde presentaban de candidato al presidente del grupo parlamentario, se impuso la lista socialista.
Las elecciones municipales eran algo más que una cita en la que 9,3 millones de portugueses podían elegir alcaldes. Para los principales líderes políticos se trataba de comprobar si el ciclo abierto en las legislativas de mayo, con el inesperado sorpasso de la ultraderecha sobre los socialistas, se asentaba o si había sido un episodio coyuntural. De ahí que los resultados del domingo se interpreten como una prueba de resiliencia del PS y un pinchazo de los ultras. “El PS es de nuevo la alternativa política a la AD [la coalición de derechas]”, proclamó el secretario general socialista, José Luís Carneiro.
Las cinco mayores ciudades del país estarán en manos de coaliciones lideradas por el partido del primer ministro. En Lisboa, donde las encuestas previas y los sondeos a pie de urna daban un empate técnico entre derechas e izquierdas, Carlos Moedas logró su reelección y no pareció penalizado por su gestión tras el trágico accidente del funicular de la Glória, donde murieron 16 personas, a pesar de que su valoración había empeorado en las encuestas tras el suceso. “Los lisboetas han decidido continuar con nosotros cuatro años más”, celebró en el mismo lugar donde en 2021 se convirtió en el inesperado triunfador electoral por apenas 2.300 votos frente al entonces alcalde socialista Fernando Medina.
La candidata de la coalición de izquierdas, la ex ministra socialista Alexandra Leitão, reivindicó “la convergencia” con otras fuerzas. “No me arrepiento ni un segundo de haberlo hecho”, indicó. A pesar de la integración de cuatro formaciones en su plataforma electoral, la decisión del Partido Comunista de mantener una candidatura propia ha debilitado las opciones de Leitão.
En Oporto, donde también estaban igualadas las opciones de derechas e izquierdas, se impuso finalmente el ex ministro Pedro Duarte frente al socialista Manuel Pizarro. Tras 12 años de gobierno del independiente Rui Moreira, la segunda cámara del país regresa a manos de un partido tradicional. Las principales ciudades estarán en manos del PSD y sus coaliciones, que se han impuesto en Sintra, Gaia y Braga, aunque han perdido bastiones tradicionales como Bragança o Viseu, que han pasado a manos socialistas.
También en Coimbra, perdida por el PS hace cuatro años, se ha impuesto la candidata de la izquierda, Ana Abrunhosa, una ex ministra de los Gobiernos de António Costa. Fue la única operación local exitosa de las tres diseñadas por el anterior líder socialista, Pedro Nuno Santos, que destinó a tres diputadas y antiguas ministras a la contienda municipal.