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Meloni supera su primera prueba electoral en una exigente serie de seis comicios regionales en dos meses

El centroderecha gana los comicios en Las Marcas, una especie de Ohio italiano donde el resultado era más incierto y una victoria de la oposición habría hecho saltar las alarmas

El Gobierno de centroderecha italiano, liderado por a ultra Giorgia Meloni, y también la oposición, afrontan un exigente otoño electoral en el que van a poder medir sus fuerzas de forma reveladora, la primera gran prueba en una larga recta final hacia las elecciones generales de 2027. Hay seis comicios regionales en dos meses y en los primeros, celebrados este domingo y este lunes en Las Marcas, que eran los más inciertos, la vencedora ha sido la coalición de Melo...

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El Gobierno de centroderecha italiano, liderado por a ultra Giorgia Meloni, y también la oposición, afrontan un exigente otoño electoral en el que van a poder medir sus fuerzas de forma reveladora, la primera gran prueba en una larga recta final hacia las elecciones generales de 2027. Hay seis comicios regionales en dos meses y en los primeros, celebrados este domingo y este lunes en Las Marcas, que eran los más inciertos, la vencedora ha sido la coalición de Meloni.

Tras el cierre de los colegios a las 15.00, con la mitad del escrutinio realizado, se ha confirmado que repite mandato el candidato del centroderecha, Francesco Acquaroli, hombre de confianza de la líder de Hermanos de Italia. A media tarde había obtenido un 52% de los votos, frente al 44% de su rival, Matteo Ricci, a quien puede haber dañado una investigación judicial en su contra, surgida en plena campaña, por haber favorecido presuntamente a asociaciones en su anterior etapa como alcalde de Pesaro. Como viene sucediendo en los últimos años, un dato a tener en cuenta es la baja participación: solo ha acudido a votar el 50% del electorado, casi diez puntos menos que la vez anterior.

Acquaroli revalida la victoria de hace cinco años, que acabó con una larga tradición de gobiernos de izquierda. Entonces, en 2020, fue una de las primeras señales de un cambio de ciclo, que culminó en la histórica victoria de la líder de ultraderecha en las generales de 2022. La región se consideró entonces una especie de Ohio italiano, en referencia al Estado norteamericano que suele reflejar los resultados a nivel nacional, porque predijo lo que venía. Esta vez lo que han dicho las urnas es que el Gobierno de Meloni sigue contando con la mayoría. Su partido ha sido el más votado, con un 27%, cinco puntos más que el Partido Democrático (PD), el principal de la oposición.

La primera ministra, que había acudido en persona a apoyar a su candidato a varios mítines, puede respirar aliviada. Después de tres años de gobierno, sigue sin dar señales significativas de desgaste, y en los sondeos se mantiene estable. Pero no las tenía todas consigo, pues las últimas semanas han sido complicadas, con su permisividad con Donald Trump, sus equilibrios con la crisis de Gaza y las notables movilizaciones en la calle contra la ofensiva de Israel. Una victoria de la oposición habría hecho saltar algunas alarmas.

Estos comicios son también importantes en el cuadro general porque un triunfo de la coalición del PD de Elly Schlein, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) de Giuseppe Conte y otras formaciones de izquierda habría puesto a su favor, con un 1-0, un marcador en el que esperan vencer en tres de las cinco citas restantes. Es decir, soñaban con un 4-2 final, una señal fuerte de cambio. Pero ahora las previsiones son un 3-3, como si en el fondo no se moviera nada.

Por eso ahora el problema es más bien para Schlein, que no ve confirmada por el momento su impresión de remontada. Desde que fue elegida en las primarias de 2023 ha realizado un difícil trabajo para lograr armar una coalición sólida de centroizquierda que pueda vencer en las generales, pues las anteriores las perdieron, esencialmente, por haber acudido divididos a la cita. Ha ido creciendo como líder, entre las habituales confabulaciones internas, y logró su primera consagración en las europeas de 2024, con un 24% de los votos, tras el pobre 19% obtenido por el PD en las generales. El centroizquierda, ya en coalición, también ganó el año pasado las regionales de Cerdeña y Umbría. Ahora, si bien el triunfo en Las Marcas se hubiera celebrado como un hito decisivo, la izquierda puede quitar importancia a la derrota alegando que en realidad era un reto difícil y había que intentarlo.

El calendario electoral sigue el próximo fin de semana en Calabria y el siguiente, en Toscana. Por último, el 23 y 24 de noviembre se votará en Campania, Apulia y Véneto. Este domingo también hubo elecciones en Valle de Aosta, pero es un caso aparte en esta larga contienda electoral. En esta pequeña región alpina con un estatuto especial no funcionan las claves nacionales y se impuso la formación autonomista Union Valdôtaine con un 31,7% de los votos, que gobernará con una coalición de centroizquierda.

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