Ucrania aplaude el plan de despliegue militar europeo pero reclama la implicación de EE UU
Zelenski insta a aplicar ya las garantías de seguridad, y no tras el fin de la guerra, y pide a Washington una fórmula de defensa antiaérea
No hay mejor garantía de seguridad, se dice en Ucrania tras cada cumbre internacional sobre la guerra, que armar a su ejército hacia la victoria. No obstante, después de tres años y medio de gran ofensiva, decenas de miles de soldados caídos en la batalla y más de 13.500 civiles muertos en bombardeos, la incredulidad ya pesa en la calle. La victoria más cercana pasa ahora por apuntalar los cimientos de una arquitectura internacional de seguridad ante futuras agresiones rusas en caso de que se alcance un acuerdo de paz. Este jueves, en París, se ganó una batalla tras la reunión de 35 países ali...
No hay mejor garantía de seguridad, se dice en Ucrania tras cada cumbre internacional sobre la guerra, que armar a su ejército hacia la victoria. No obstante, después de tres años y medio de gran ofensiva, decenas de miles de soldados caídos en la batalla y más de 13.500 civiles muertos en bombardeos, la incredulidad ya pesa en la calle. La victoria más cercana pasa ahora por apuntalar los cimientos de una arquitectura internacional de seguridad ante futuras agresiones rusas en caso de que se alcance un acuerdo de paz. Este jueves, en París, se ganó una batalla tras la reunión de 35 países aliados en torno a la Coalición de Voluntarios, de los que 26 están dispuestos a participar en esta estructura con el despliegue de tropas. El Gobierno ucranio, que aplaude el avance, recuerda no obstante que, sin la implicación de Estados Unidos, este paraguas defensivo estaría incompleto.
“Los europeos pueden poner sus soldados en tierra”, manifestó este viernes el portavoz del Ministerio de Exteriores ucranio, Georgii Tikhii, en un encuentro con un grupo de periodistas. “Pero con el refuerzo de Estados Unidos”, manifestó. Esa ha sido la posición del titular del departamento, el ministro Andrii Sibiga: no es posible armar esa arquitectura de seguridad sin que Washington se involucre.
“Es una postura muy realista”, continuó Tikhii. “Los europeos tienen que liderar, pero con la intervención de Estados Unidos, es esencial para que tenga éxito”. Tras el anuncio de los aliados, en boca del presidente francés, Emmanuel Macron, acompañado por su homólogo ucranio, Volodímir Zelenski, Donald Trump manifestó que en unos días detallará qué tipo de cooperación presta. En ningún caso, eso sí, vinculada al envío de uniformados estadounidenses.
Las necesidades para sellar esta arquitectura son ingentes, y el plan trazado en París pone el acento en el envío de soldados, uno de los pilares de las garantías de seguridad pero no el único.
Mikola Bielieskov, analista senior del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos, con sede en Kiev, afirma que “el escenario más efectivo sería un compromiso de seguridad [no garantías] en forma de armamento y munición, entrenamiento y datos de inteligencia, asesoramiento para el desarrollo del ejército. También un contingente de refuerzo en la orilla derecha del Dniéper, que incluiría vigilancia aeronaval y defensa aérea desde tierra”. Este último sería el ideado por los europeos.
Todo esto está sobre la mesa negociadora entre Kiev y los países de la Coalición de Voluntarios, liderados por París y Londres. Ya sea para convertir al país un “puercoespín de acero”, como ha llegado a señalar la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en relación a la futura capacidad defensiva ucrania; o seguir el modelo de Corea del Sur, como apuntó recientemente Zelenski en una entrevista con la publicación francesa Le Point, en referencia a la fuerza económica y militar del país asiático, aliado también de EE UU, frente al paupérrimo vecino del norte.
Refuerzo del ejército
“Un elemento central de la seguridad”, señaló este jueves Andrii Yermak, mano derecha y jefe de gabinete del presidente ucranio, “sigue siendo un ejército ucranio fuerte, su suministro de armas a largo plazo y el desarrollo de la producción de nuestra industria de defensa”.
Von der Leyen manifestó hace unos días que el refuerzo del entrenamiento y prestaciones de los soldados ucranios es una de las prioridades de Bruselas para fortalecer la defensa de Kiev. Esa es una prioridad, pero el mensaje que quiso lanzarse desde París era el de la disuasión a través de la interposición de tropas extranjeras.
El frente de guerra se estira en la franja oriental ucrania a lo largo de unos 1.200 kilómetros. Según los cálculos de Dmitro Zhmailo, experto político-militar y director ejecutivo del Centro de Seguridad y Cooperación de Ucrania, para poder tener un “efecto de contención” a lo largo de esa línea que separa a los dos ejércitos “se necesitarían entre 170.000 y 200.000 soldados, y en el mejor de los casos, hasta 400.000”. “Desafortunadamente, esta opción es casi una fantasía en la actualidad”, reconoce Zhmailo. “Un escenario más realista sería el de un contingente desplegado en las áreas más amenazadas del frente. Para esto sería suficiente con unos 50.000 o 70.000 soldados”, continúa.
Tanto Bielieskov como Zhmailo coinciden en la importancia de engordar las filas del ejército ucranio ante la posibilidad de que el compromiso de despliegue europeo sea insuficiente. En un artículo reciente, el diario británico Financial Times reveló que sobre la mesa de negociaciones en torno a las garantías de seguridad estaría el despliegue de entre cuatro y cinco brigadas. El tamaño de esta unidad militar depende del país e incluso dentro de un mismo ejército, de cada formación, pero en Ucrania podría rondar los 5.000 efectivos, con lo que la suma prevista a priori en este contingente internacional se situaría en torno a los 25.000 uniformados como máximo.
Una cifra insuficiente en un enfrentamiento de igual a igual, pero quizá válida en un despliegue con carácter disuasorio, como mantiene Michael O’Hanlon, experto en Seguridad y Defensa del centro de análisis estadounidense Brookings Institution. “Si se trata en gran medida de una fuerza de contención, puede que sean suficientes unos pocos miles de soldados”, apunta.
O’Hanlon sostiene además que, si bien la presencia de EE UU en este despliegue le daría mayor “credibilidad”, no sería fundamental “si la propia Ucrania mantiene un ejército fuerte”. De nuevo, la defensa propia.
A falta de conocer los detalles de esta operación de tropas extranjeras —la Coalición de Voluntarios está formada principalmente por países europeos, a los que se suman aliados como Canadá, Turquía, Japón, Australia y Nueva Zelanda—, se prevé que la fuerza de contención pueda desplegarse en tres sectores en la orilla derecha del Dniéper, en el centro del territorio pero a un puñado de kilómetros de las tropas rusas en el curso sur del río: el primero podría estar formado por el contingente de un tercer país no miembro de la OTAN; en segundo lugar se posicionarían uniformados del ejército ucranio, y, finalmente, como tercera capa de esta estructura, los militares europeos. El control de los cielos y el espionaje serían cosa de Washington.
Este viernes, la cadena NBC reveló que EE UU podría liderar la vigilancia de una zona desmilitarizada patrullada por una fuerza no vinculada a la Alianza Atlántica. El canal de noticias norteamericano cita a Arabia Saudí y Bangladés como dos países que, según sus fuentes, podrían comandar el despliegue en esta zona. El monitoreo del área, que Washington podría hacer en colaboración con otros socios, se llevaría a cabo principalmente a través de la información de inteligencia provista por su ejército de satélites y el uso de aparatos no tripulados. De este modo, al frente de la primera línea de contención no estarían tropas occidentales, uno de los mayores recelos expresados por Moscú.
Mientras Trump deshoja la margarita y se pronuncia sobre su aportación a esta arquitectura de seguridad para la defensa de Ucrania, Zelenski ha manifestado en que entre las cosas que ha propuesto al presidente republicano se encuentra un nuevo “formato” para la defensa aérea del país, que no ha detallado. A la cabeza de las peticiones recurrentes de Kiev a Washington está el envío de sistemas de defensa contra misiles balísticos rusos, responsables en gran medida de las bajas civiles. Este viernes, el presidente ucranio afirmó además que “es importante que las garantías de seguridad comiencen a funcionar ahora, durante la guerra, no solo después de que termine”. Un mensaje destinado al refuerzo del ejército y capacidades defensivas ucranias.