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La organización de Navalni ahonda su crisis con la salida del director un año y medio después de la muerte del opositor

El responsable de la Fundación Anticorrupción deja el cargo con la amenaza de hablar sobre “sus traidores”

Vladímir Putin neutralizó la mayor amenaza interna que planeaba sobre su régimen con la ...

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Vladímir Putin neutralizó la mayor amenaza interna que planeaba sobre su régimen con la muerte del opositor Alexéi Navalni en una recóndita prisión del Ártico en febrero de 2024. “Sin Alexéi todo es completamente diferente”, ha escrito este lunes, año y medio después, el hasta ahora director de la Fundación Anticorrupción del disidente (FBK, por sus siglas rusas), Iván Zhdanov, al anunciar su marcha de la organización. “Hoy solo diré cosas buenas, les contaré las razones más adelante [...] Retomaré mi libro. Trabajé en un puesto clave y tengo algo que contar sobre nuestro camino, sus héroes y sus traidores”, ha advertido Zhdanov.

Una serie de luchas internas y escándalos han golpeado la reputación del grupo FBK desde el fallecimiento de Navalni en la cárcel, con apenas 47 años. Una filtración interna del régimen ruso reveló que el Kremlin manipuló el informe oficial de la muerte del opositor, recluido un año después de haber sido envenenado con Novichok, un arma química que solo pueden producir los Estados.

“Zhdanov se marcha para centrarse en su canal Lo Más Importante (por cierto, ¡suscríbete!). Le estoy muy agradecido por haber estado ahí todos estos años", ha anunciado a través de X Yulia Naválnaya, viuda del opositor y sucesora al frente de la organización.

Sin embargo, la entidad que fundó su marido sortea una marejada tras otra. El canal de noticias independiente Sota adelantó en julio que Zhdanov había sido cesado por Naválnaya debido a la cancelación de un concierto en homenaje a su marido en Berlín. El grupo Navalni evitó dar explicaciones de esta suspensión y solo mencionó “motivos ajenos” a su voluntad.

El cese ha sido mantenido en silencio durante más de un mes. Las fuentes de Sota apuntan a que la decisión de destituir a Zhdanov fue tomada por Naválnaya y Leonid Volkov, presidente de FBK hasta 2023. Este dimitió por otro escándalo: había enviado una carta a la Unión Europea en nombre de la organización, pero sin el conocimiento de esta, para pedir que el oligarca ruso Mijaíl Fridman fuera sancionado.

Naválnaya ha nombrado como nuevo director al responsable de informática de la organización, Vladislav Romantsov. “Una figura decorativa y absolutamente conveniente para Volkov”, según asegura Sota.

“Hoy no solo tenemos un cambio de director, sino el inicio oficial en la política de una [nueva] generación de la incubadora FBK. Los jovencísimos punks que nos borrarán de la faz de la Tierra”, ha manifestado Volkov este lunes. No obstante, ninguno de los allegados de Navalni ha hecho declaraciones este lunes.

El FSB persigue a los donantes de FBK

Esta y otras polémicas han decepcionado a muchos opositores al Kremlin en Rusia y en el exilio. Entre otras, Volkov fue atacado por un desconocido con un martillo en Vilnius en 2024. Una investigación de FBK acusó del ataque a Leonid Nevzlin, un exdirectivo de la petrolera Yukos, confiscada por el Kremlin al oligarca opositor Mijaíl Jodorkovski, que negó su vinculación con la agresión. Poco después, la responsable del canal de YouTube de FBK, Lyubov Sobol, reconoció que Nevzlin había ayudado a financiar esta plataforma.

A principios de año, una investigación de otros opositores en el exilio aseguraba que un banquero ruso acusado de fraude estuvo en el equipo directivo de FBK, denuncia que niega esta plataforma.

La nueva sacudida en la cúpula del grupo Navalni se produce en un momento delicado para los rusos que donaron dinero a la organización después de que fuera declarada extremista por el Kremlin en junio de 2021. El Servicio Federal de Seguridad (FSB) persigue a los seguidores del opositor y las autoridades han abierto al menos 70 casos penales en los últimos meses en su contra.

“FBK continuó recaudando donaciones en Rusia después de ser reconocida como organización extremista. Dijeron que habían encontrado una forma segura de recibir el dinero, pero resultó no ser nada seguro y ahora las autoridades rusas pueden rastrear fácilmente a estas personas”, explica por teléfono Dmitri Anisimov, portavoz de la ONG OVD-Info, defensora en los tribunales de ocho de estos casos.

El artículo penal “sobre la financiación del extremismo” prevé desde multas hasta penas de hasta ocho años de prisión. “No somos extremistas ni participamos en ninguna actividad extremista”, se defendió el grupo de Navalni a principios de agosto. Según su primera versión, el dinero lo recaudaba una entidad legal estadounidense que no figuró en los registros rusos de organizaciones “indeseables o extremistas” hasta junio de 2023.

El último caso se ha conocido este domingo. Anna Reutova, de 31 años y residente de la región de Komi, en la zona noreste de la Rusia europea, ha sido condenada a pagar 400.000 rublos, más de 4.200 euros, por haber donado 8 euros en 2021. Además, su apoyo a una organización declarada “extremista” le queda de por vida en su expediente.

Y a mediados de agosto un famoso influencer de moda, Nikita Efremov, fue detenido en el aeropuerto moscovita de Sheremétievo por haber transferido otra donación a la plataforma de Navalni.

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