El BEI ampliará la concesión de créditos para financiar la industria de defensa europea

La presidenta de la entidad, Nadia Calviño, envía una carta a los líderes de la UE atendiendo su petición de incrementar los préstamos en este sector

La presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño, en la presentación de los resultados de 2024 del grupo en España.Rodrigo Jimenez (EFE)

El Banco Europeo de Inversiones (BEI) está dispuesto a apretar el acelerador para financiar el creciente gasto en defensa. La mayoría de sus accionistas, los propios Estados miembros, lo reclamaron hace apenas unas semanas y la presidenta de la entidad, Nadia Calviño, ha atendido la petición. La exvicepresidenta española ha enviado una carta a los líderes de la Unión Europea, a la que ha tenido acceso EL PAÍS...

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El Banco Europeo de Inversiones (BEI) está dispuesto a apretar el acelerador para financiar el creciente gasto en defensa. La mayoría de sus accionistas, los propios Estados miembros, lo reclamaron hace apenas unas semanas y la presidenta de la entidad, Nadia Calviño, ha atendido la petición. La exvicepresidenta española ha enviado una carta a los líderes de la Unión Europea, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, explicándoles sus planes para ampliar la concesión de préstamos a la industria bélica europea justo dos días antes de la cumbre en la que van a encarar cómo afrontar “esta era de rearme”, según la ha definido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Ahora el consejo del BEI tendrá que ratificar la propuesta de Calviño.

La mayor entidad financiera multilateral del mundo tiene reservado un papel importante en este nuevo tiempo en que la geopolítica, la defensa y la seguridad se han convertido en la brújula que guía buena parte de las decisiones políticas. La propia Von der Leyen lo ha mencionado explícitamente en su intervención de primera hora de este martes para cuantificar el volumen de gasto público del plan de rearme. Aunque en su cálculo de 800.000 millones no figuraba la aportación del BEI, sí que lo ha citado como una palanca para movilizar el capital privado y las inversiones empresariales en este campo.

“Tenemos intención de proponer en el siguiente consejo de directores del BEI [que se celebra el 21 de marzo] un ajuste en los criterios de elegibilidad [para dar créditos] del grupo, para garantizar que las actividades excluidas se definan con precisión y tengan un alcance lo más limitado posible, con el fin de ajustarse a las nuevas prioridades políticas de la UE, de forma que salvaguarda las operaciones del grupo y su posición financiera”, escribe Calviño en la carta fechada este martes, 4 de marzo. Es decir, por ahora es una propuesta que tienen que aprobar los propios directores y consejeros, que son los representantes de los propios Estados.

Fueron precisamente los líderes de 18 Estados miembros los que reclamaron este paso al BEI hace unas semanas, justo antes del anterior Consejo Europeo. La respuesta llega, de nuevo, en vísperas de un nuevo encuentro monotemático sobre la defensa europea y su financiación este jueves en Bruselas. Por eso, en la propia carta, Calviño recuerda que ya en 2024, primer año en que ella ha sido presidenta, se han duplicado los créditos al sector de la defensa, hasta los 1.000 millones de euros.

Para 2025, la intención del grupo financiero sería continuar con la tendencia de duplicar la inversión en el sector en 12 meses. Pero hay un elemento que puede indicar incluso más ambición. El BEI tiene una línea de crédito de hasta 8.000 millones para proyectos de defensa. Su intención es suprimir ese límite.

Si finalmente el consejo de directores confirma la propuesta de la presidenta el 21 de marzo, será el segundo cambio de los criterios que sigue el BEI a la hora de otorgar préstamos a la industria de seguridad y defensa. Ya en mayo del año pasado, hubo un cambio sustancial que abrió mucho la mano. Si hasta entonces se pedía que hubiera un fuerte componente de uso civil en la inversión, aunque también tuviera un componente militar, ahora basta con una vertiente pequeña de desarrollo civil del proyecto para que pueda tener financiación.

Los planes de Calviño suponen darle una vuelta de tuerca más a este punto. Se pretende no solo financiar las capacidades de fabricación de la industria de defensa. También impulsar la I+D+i del sector y la lucha contra las amenazas híbridas, mediante el uso de la inteligencia artificial, o el desarrollo de infraestructuras que sirvan para fines militares o civiles. Lo que no va a hacer el BEI es dar créditos a los Estados para que financien la compra de armamento o material bélico de otro tipo.

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