Edmundo González en Buenos Aires: “Mi intención es ir a Venezuela a asumir el mandato que me dieron los venezolanos”
El líder de la oposición al chavismo se reúne con los presidentes de Argentina y Uruguay en el primer día de su gira internacional, que prevé continuar por Estados Unidos, Panamá y República Dominicana
Edmundo González Urrutia lanzó un órdago al chavismo a una semana de la ceremonia de investidura presidencial. “Mi intención es ir a Venezuela a tomar posesión del mandato que me dieron los venezolanos al elegirme con más de siete millones de votos [en las elecciones presidenciales de julio]”, dijo este sábado el líder opositor y candidato electo en Buenos Aires tras reunirse con el jefe de Estado de Argentina, Javier Milei. González Urrutia evitó contestar cómo hará para llegar a Venezuela, donde pesa una orden de detención contra él y la policía ha ofrecido una recompensa de 100.000 dólares por su captura. Horas después, desde Montevideo, redobló la apuesta: “El Gobierno podrá cerrar el espacio aéreo, podrá cerrar las autopistas, podrá cerrar los accesos a Caracas, pero no van a impedir el resonante triunfo que vamos a obtener”, remarcó.
Buenos Aires fue la primera escala de una gira internacional con la que marca un pulso al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien se autoproclamó ganador de las elecciones del pasado 28 de julio pese a las sospechas de fraude electoral. González Urrutia visitó por la tarde Uruguay, y dijo que partirá desde allí rumbo a Estados Unidos, el plato fuerte de un viaje pensado para boicotear la ceremonia de jura del cargo de Maduro por seis años más. Aunque, avisó, la agenda en territorio estadounidense sigue abierta, González Urrutia tiene previstas reuniones con líderes del Congreso y una conversación con el presidente, Joe Biden. La gira continuará más tarde por Panamá y República Dominicana.
En la capital argentina, cientos de venezolanos lo recibieron con aplausos, vítores y gritos de “Edmundo presidente” cuando lo vieron asomarse al balcón de la Casa Rosada junto a Milei. Aplaudieron también al presidente argentino, al que agradecen haber sido uno de los primeros dirigentes mundiales en calificar de fraudulentos los comicios venezolanos y que califique a Maduro de dictador.
González Urrutia aterrizó el viernes procedente de Madrid y Milei lo recibió en la sede del Gobierno argentino al día siguiente. “Gracias por venir y gracias por estar en nuestra casa, porque Argentina siempre es la casa de los venezolanos del mundo”, le dijo el presidente argentino a su invitado durante el apretón de manos inicial. Milei lo reconoció como “presidente electo” y condenó la persecución política de la que es objeto en Venezuela. “La Argentina no será cómplice del silencio frente a las injusticias y los atropellos del régimen de Maduro. Nuestra postura es clara: libertad, justicia y democracia para todos los venezolanos”, destacó Milei a través de un comunicado. El líder ultraderechista pidió fortalecer la colaboración regional “para construir una Latinoamérica próspera y libre del yugo opresor de cualquier tipo de gobierno de dudosa calidad democrática”.
Los venezolanos esperaron durante más de una hora bajo el sol y con la emoción a flor de piel para ver al hombre al que reivindican como ganador de las elecciones presidenciales. Arropados por banderas de su país, los integrantes de la diáspora venezolana en Argentina se mostraban orgullosos de que este país sea el primero de su gira internacional. “Libertad, libertad”, corearon entre aplausos y vítores cuando González Urrutia y Milei los saludaron. “Uno de los momentos más emocionantes que he vivido”, describió poco después el líder opositor venezolano a través de sus redes sociales.
¡Uno de los momentos más emocionantes que he vivido!
— Edmundo González (@EdmundoGU) January 4, 2025
Venezolanos, también nos encontraremos en las calles de nuestro amado país. pic.twitter.com/1OmzKsXkQZ
González Urrutia conoce bien Argentina. Vivió en Buenos Aires como diplomático cuatro años, entre 1998 y 2002, y ha regresado 22 años después convertido en un símbolo para todos los que quieren el fin del chavismo. “Edmundo es la esperanza después de la desesperanza”, dice Luis de Figueredo, que va vestido con una camiseta contra Maduro y agita una bandera venezolana frente a la Casa Rosada. “No sé si será el 10 de enero, el 15 de enero o en unos meses más, pero Venezuela va a ser libre porque Maduro se quedó solo, ya nadie lo apoya”, asegura.
El mismo optimismo se repite entre los congregados frente a la sede del Gobierno argentino. “Vine para ver a mi presidente”, asegura entre lágrimas Rita Segarra, de 68 años, quien llegó a Buenos Aires hace cinco para reunirse con sus hijos, que habían migrado antes. “Me fui de Venezuela en 2016 porque con el chavismo los jóvenes no tenemos futuro”, cuenta María López, de 28 años.
En Argentina hay cerca de 200.000 venezolanos residentes en Argentina. Muchos optaron por no acercarse hasta el centro de la ciudad porque creen que “solo un milagro” evitará que Maduro renueve el cargo el próximo 10 de enero por seis años más. “La visita de Edmundo le sirve más a Milei que a nosotros, lamentablemente”, dice Luis Patiño, dueño de una cafetería. “No podrá entrar en Venezuela”, lo secunda un cliente.
Argentina y Venezuela han roto relaciones diplomáticas y Milei ha encontrado en Maduro al enemigo perfecto. Le permite erigirse como defensor de la democracia en la arena internacional, donde otras de sus opiniones —como el rechazo a la agenda de desarrollo sostenible o a las políticas contra la violencia de género— tienen muchos más detractores.
Reunión con Lacalle Pou
Sobre las 5 de la tarde del sábado, González Urrutia llegó a Uruguay para reunirse con el presidente Luis Lacalle Pou y con el canciller Omar Paganini. El Gobierno uruguayo se refirió al líder venezolano como “presidente electo” y reafirmó “su derecho a asumir este 10 de enero la conducción del gobierno de su país, como fuera conferido por la expresión soberana del pueblo venezolano” a través de un comunicado.
La reunión con Lacalle Pou se celebró en la residencia presidencial del barrio Prado en Montevideo. González Urrutia le entregó un cuadro con las actas electorales como testimonio “del triunfo del cambio”. A las afueras de la residencia le aguardaba una multitud de venezolanos ―en Uruguay viven alrededor de 16.000― que lo recibieron entre cánticos: “¡Presidente, presidente!”, “¡libertad, libertad!”, “¡abuelito, te amamos!” o “¡el pueblo unido, jamás será vencido!”. “Quiero dejarles un mensaje de esperanza y de fe: vamos a lograr la recuperación de nuestra Venezuela, junto con la libertad de todos los presos políticos”, les dijo González Urrutia a la salida de su reunión con Lacalle. En un breve discurso, insistió en su voluntad de que la oposición tome las riendas del poder en enero para “hacer respetar la voluntad de más de 7 millones de venezolanos”.
González Urrutia resaltó la figura de Lacalle Pou y su posicionamiento ante la situación política en Venezuela. Desde su asunción, en 2020, el presidente uruguayo ha sido muy crítico con el chavismo. “Creo que rompe los ojos que es una dictadura, que no hay elecciones libres”, declaró en febrero ante la prensa local, tras la inhabilitación de la líder opositora Machado. Tras las elecciones, el Gobierno uruguayo criticó la “apresurada declaración” del Consejo Electoral de Venezuela que señaló a Maduro como ganador sin presentar “pruebas de los resultados reales” ni habilitar mecanismos de auditoría independiente para el recuento de votos y dio a González Urrutia como ganador.
La tensión por la gira continental de González Urrutia irá en aumento a medida que se acerque el 10 de enero. El chavismo ha blindado todos los accesos al país para impedir la entrada del líder opositor, pero los gestos de apoyo de líderes americanos y las grandes concentraciones de venezolanos en cada país que visita suman presión contra Maduro en esta semana clave.
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