La UE pone bajo el foco de sus sanciones a un grupo de espías rusos por guerra híbrida y sabotajes
Los Veintisiete avanzan en sus medidas restrictivas para combatir las operaciones de desinformación y desestabilización del Kremlin
La Unión Europea trata de ajustar fórmulas para contrarrestar y combatir la creciente guerra híbrida del Kremlin. En un movimiento significativo, y tras una oleada de operaciones rusas en varios Estados miembros, los ministros de Exteriores avanzarán este lunes en las primeras ...
La Unión Europea trata de ajustar fórmulas para contrarrestar y combatir la creciente guerra híbrida del Kremlin. En un movimiento significativo, y tras una oleada de operaciones rusas en varios Estados miembros, los ministros de Exteriores avanzarán este lunes en las primeras sanciones de la Unión por actividades de desestabilización y desinformación, tanto en el club comunitario como fuera. La lista, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, incluye más de una quincena de nombres y varias organizaciones que tendrán prohibido viajar a la UE y cuyos activos en suelo comunitario serán congelados. Entre ellos hay espías de la inteligencia militar rusa (GRU) y de alguna de sus unidades especiales, reclutadores para sabotajes o agentes infiltrados en Alemania para captar información en el Parlamento y el servicio de información germanos y “socavar el proceso político democrático”.
Los jefes de la diplomacia europea aún deben aprobar ese listado de sancionados en una reunión que se celebrará este lunes en Bruselas, menos de una semana después de que los Veintisiete dieran luz verde al decimoquinto paquete de sanciones contra Rusia y contra personas y entidades de la órbita del Kremlin por la guerra a gran escala sobre Ucrania. El nuevo régimen —que también busca perseguir y castigar las operaciones de injerencia electoral— se aprobó el pasado 8 de octubre, a propuesta del entonces alto representante para Política Exterior y Seguridad, Josep Borrell, pero hasta ahora no se había incluido ningún nombre.
Ahora se busca imponer restricciones, por ejemplo, a los responsables de la campaña de desinformación Doppelgänger, que lanzó decenas de webs en varios idiomas con aspecto de medios de comunicación e incluso copiándolo de varios ya existentes y reputados, para lanzar desde allí noticias falsas.
Bajo el foco de las sanciones también se ha colocado a un empresario moldavo que puso en marcha una campaña de desestabilización en Francia que incluía sembrar de pintadas de estrellas de David varias calles del país en el contexto de los atentados de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023 y que, según el documento, tenía como objetivo “avivar las tensiones en la sociedad francesa”.
Tras las llamadas de alerta de varios servicios de inteligencia europeos, la UE ha incluido también en la lista de sanciones por guerra híbrida a los responsables del sabotaje en el Museo de la Ocupación en Riga (Letonia), donde lanzaron cócteles molotov el pasado febrero y espías del GRU especializados en captar a personas (en ocasiones civiles o provocadores, pagados) para “actividades de sabotaje en la Unión y otras actividades destinadas a crear tensiones entre los países de la OTAN”, dice el documento.
La lista no solo incluye operaciones de guerra híbrida en la UE; también varios casos relacionados con campañas de sabotaje en Ucrania y en varios países de África, donde Rusia invierte millones de euros e ingentes recursos en operaciones de desestabilización y para dañar la reputación europea. Como la campaña lanzada para difundir teorías de conspiración como el supuesto uso de África para experimentos de guerra biológica y ensayos ilícitos de diversos medicamentos por parte de empresas farmacéuticas. Sus responsables están también en la nueva lista de sanciones.