Las inundaciones por la tormenta ‘Bert’ provocan el caos en el Reino Unido y al menos cinco muertos
Gales y el oeste de Inglaterra sufren carreteras cortadas y apagones eléctricos tras unas lluvias que en un día acumularon la cantidad de agua que suele caer en un mes
El Reino Unido se ha levantado este lunes con cientos de alertas de fuertes lluvias e inundaciones, después de un fin de semana en el que la tormenta Bert ha dejado a su paso carreteras y líneas de tren cortadas, apagones eléctricos, pueblos inundados y falta de agua potable. Al menos cinco personas han muerto por accidentes relacionados directamente con la tormenta.
Al final de este lunes, varias zonas de la región de Northamptonshire se...
El Reino Unido se ha levantado este lunes con cientos de alertas de fuertes lluvias e inundaciones, después de un fin de semana en el que la tormenta Bert ha dejado a su paso carreteras y líneas de tren cortadas, apagones eléctricos, pueblos inundados y falta de agua potable. Al menos cinco personas han muerto por accidentes relacionados directamente con la tormenta.
Al final de este lunes, varias zonas de la región de Northamptonshire seguían haciendo frente a fuertes inundaciones. Los servicios locales de bomberos y rescate mantenían la categoría de “incidente grave” en ese condado. Un número indeterminado de vecinos permanecían atrapados en sus viviendas y los equipos han accedido hasta ellos con ayuda de botes y embarcaciones. A lo largo del fin de semana habían recibido más de 1.000 llamadas telefónicas solicitando ayuda.
Bert ha afectado especialmente a la zona de Gales y al oeste de Inglaterra. Lo que comenzó como una ventisca de nieve, con temperaturas extremadamente bajas, se convirtió poco después en lluvias torrenciales que provocaron desbordamientos e inundaciones. Durante el sábado, en un solo día, cayó prácticamente la misma cantidad de agua que el promedio de un mes.
El sur de Gales sufrió los mayores destrozos durante el fin de semana. Todavía debe hacerse un inventario de los daños materiales acumulados, pero los residentes de la zona calculan que serán peores que los provocados por la tormenta Dennis en 2020. Al menos 300 viviendas han quedado completamente inundadas.
“Es la segunda vez que muchas de estas personas han sufrido las consecuencias de una tormenta”, ha dicho Eluned Morgan, la ministra principal de Gales. “Desde el desastre de Dennis hemos podido realizar inversiones considerables, pero no han ayudado a proteger en esta ocasión muchas más propiedades. El impacto, justo antes de Navidades, sigue siendo devastador para muchos ciudadanos”, se ha lamentado.
A pesar de que muchos habitantes de estas zonas están acostumbrados a soportar las inclemencias del tiempo, la supuesta falta de previsión o coordinación de las autoridades ha desatado la polémica. El Ayuntamiento de Pontypridd, una localidad galesa con poco más de 30.000 habitantes, ha acusado a la Oficina Meteorológica del Reino Unido de publicar solo una alerta amarilla ante posibles lluvias, cuando las autoridades municipales, aseguran, se estaban preparando ya para una alerta ámbar, de mayor riesgo.
“Durante la tormenta Dennis nos llegó una alerta ámbar mucho antes, y otra roja en las horas previas. Creo que necesitamos revisar cuanto antes lo ocurrido y el procedimiento actual”, ha exigido Andrew Morgan, uno de los políticos responsables del condado de Rhondda Cynon Taff, del que forma parte Pontypridd.
La compañía pública Natural Resources Wales ha anunciado la apertura de una investigación para comprobar si el sistema de alertas funcionó adecuadamente.
La Compañía Galesa de Aguas (Dwr Cymru, en el nombre original) ha emitido una alerta que afecta a 10 condados de la región en la que pide a los hogares que hiervan el agua que vayan a utilizar para consumo humano, a la vez que ha repartido agua mineral embotellada.
Los trenes que conectan Londres con los aeropuertos de Gatwick y Stanstead todavía presentan graves problemas este lunes, y las compañías energéticas siguen trabajando para devolver la normalidad a más de 350.000 hogares que perdieron la electricidad a lo largo del sábado y el domingo.
El ministro de Medio Ambiente del Reino Unido, Steve Reed, ha admitido, en declaraciones a la agencia PA, que las defensas del país ante posibles inundaciones se encuentran “en el peor estado que se recuerda” y ha comprometido casi 3.000 millones de euros para recomponerlas y actualizarlas.