El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, llama a la unidad de los países musulmanes frente al “enemigo común” israelí
El ayatolá justifica el ataque con misiles contra Israel como “legal y legítimo”
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameneí, afirmó este viernes que Irán y sus aliados regionales no retrocederán ante Israel y que el reciente ataque con misiles de Irán contra ese país es “legal y legítimo” y constituye el castigo mínimo por los “crímenes” que ha cometido. “Todos los países tienen el derecho de defenderse de los agresores”, esgrimió. Jameneí aseguró ante una gran multitud en Teherán que Irán no “dejará para más tarde ni actuará precipitadamente para cumplir con su deber” de enfrentarse al Estado judío. Sus declaraciones las ha efectuado al dirigir el rezo del viernes, algo que no había hecho en los últimos cuatro años. En aquella ocasión, lo hizo tras la muerte en enero de 2020 de Qasem Soleimani, comandante de la fuerza de élite Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, unidad a cargo de las operaciones en el exterior, al que Estados Unidos mató en Irak.
Irán lanzó el martes una andanada de unos 180 misiles, la mayor efectuada hasta el momento. Jameneí dijo que ese ataque era una respuesta a “increíbles crímenes” cometidos por ese país. El ejército israelí confirmó el sábado 28 de septiembre que había matado el día antes al líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, en Beirut. Dos meses antes había caído asesinado en Teherán el jefe de Hamás, Ismail Haniya. Irán culpa al Gobierno de Benjamín Netanyahu del asesinato de Haniya, mientras las autoridades israelíes no han reivindicado la autoría. Jameneí aseguró que el lanzamiento de misiles era “el mínimo castigo” que merece el país agresor, al que calificó de “vampiro” mientras a Estados Unidos lo llamó “perro rabioso”.
Jameneí añadió que Washington y sus aliados estaban preservando la seguridad de Israel para convertirlo en una puerta de exportación de energía de la región a Occidente, pero que la resistencia de la región no retrocedería. También afirmó que todos los países musulmanes del mundo tienen un “enemigo común”, Israel, por lo que les reclamó “abrocharse el cinturón de la defensa” contra ese enemigo. Jameneí también calificó de “legítimos” los atentados de Hamás del pasado 7 de octubre, donde murieron 1.200 personas.
En su intervención, Jameneí ha hecho hincapié en la unidad de los países musulmanes, frente al enemigo, “desde Afganistán hasta Yemen, desde Irán hasta Gaza y Líbano”. Asegura que el Estado judío trata de ganar su guerra contra Hezbolá o Hamás con “asesinatos y muertes de civiles”, pero que “nunca saldrá victorioso” ante los grupos islamistas libanés y palestino. “La resistencia en la región no desfallecerá”, ha dicho, asegurando que los combatientes de Hezbolá y Hamás no se debilitarán pese al “derramamiento de sangre” en sus filas.
El sermón dirigido por el líder supremo se celebró horas después de que Israel efectuara un bombardeo en Beirut, en el que tenía como objetivo a Hashem Safieddine, el previsible nuevo líder de la milicia chií Hezbolá, apoyada por Teherán.