La UE creará una célula de coordinación en Kiev pero no entrenará a soldados en Ucrania

Los Veintisiete se comprometen a aumentar a 75.000 el número de efectivos ucranios entrenados en territorio europeo hasta final de año. Cada país decidirá por su cuenta si permite que Ucrania use sus armas en territorio ruso

El jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, saluda a la ministra española de Defensa, Margarita Robles, al inicio de la reunión informal de ministros de Defensa celebrada este viernes en Bruselas.OLIVIER HOSLET (EFE)

La Unión Europea quiere acelerar el entrenamiento de soldados ucranios, para llegar a los 75.000 antes de que acabe el año. Para mejorar la eficiencia del proceso, ha decidido crear una “célula de coordinación” en Kiev. Pero, por el momento, seguirá entrenándolos fuera de Ucrania, al no haber consenso entre los Veintisiete para realizar ese proceso en territorio ucranio, según ha anunciado el alto representante para Política E...

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La Unión Europea quiere acelerar el entrenamiento de soldados ucranios, para llegar a los 75.000 antes de que acabe el año. Para mejorar la eficiencia del proceso, ha decidido crear una “célula de coordinación” en Kiev. Pero, por el momento, seguirá entrenándolos fuera de Ucrania, al no haber consenso entre los Veintisiete para realizar ese proceso en territorio ucranio, según ha anunciado el alto representante para Política Exterior y Seguridad, Josep Borrell, al término de una reunión informal de ministros de Defensa en Bruselas.

“Queremos que esta misión sea lo más fácil y pragmática posible para los ucranios”, ha explicado Borrell. “Para asegurarnos una coordinación más fuerte con Ucrania y la OTAN, he propuesto, y los Estados han acordado, establecer una pequeña célula de coordinación en Kiev que nos permitirá coordinar directamente con los otros actores relevantes”, ha indicado. La célula, que estará compuesta de no más de cinco o seis expertos militares europeos, podría estar lista en septiembre. A tiempo, en todo caso, para acelerar los entrenamientos de soldados ucranios, cuya cifra la UE ha acordado también aumentar: van ya 60.000 entrenados y los Veintisiete aspiran a que sean 75.000 cuando acabe el año.

El entrenamiento se realizará “lo más cerca posible de Ucrania”, pero no en territorio ucranio, pues no hay acuerdo para dar este paso, ha reconocido Borrell. Enviar a entrenadores a Ucrania es una propuesta lanzada inicialmente por Francia. Pese al rechazo inicial generalizado; ahora es secundada por algunos gobiernos como el sueco, pero sigue siendo vista con suspicacia por bastantes capitales, entre otras Madrid.

“Esa opción España no la comparte (…) Esa misión la va a seguir haciendo en España, dentro de territorio español, no va a desplegar formadores en Ucrania”, ha confirmado la ministra de Defensa, Margarita Robles, a periodistas en Bruselas.

Los Estados miembros tampoco han alcanzado una postura común en torno a la petición de Kiev de permitirle usar las armas donadas para atacar objetivos militares “legítimos” en territorio ruso. Dado que la defensa es una competencia nacional, finalmente será cada capital la que decida si lo autoriza o no, ha agregado Borrell, una de las voces favorables a ese cambio.

“Las plataformas militares desde las que Rusia ataca ciudades e infraestructuras eléctricas en toda Ucrania no deberían seguir siendo un santuario desde el que Rusia ataque a Ucrania. Sigo pensando que [atacarlos] forma parte del derecho legítimo de Ucrania a su autodefensa”, ha declarado Borrell al término de la cita informal de ministros. No obstante, ha reconocido que los Estados miembro han decidido que se trata de una decisión “bilateral de cada país que proporciona armas a Ucrania, particularmente las armas de largo alcance”. “Sigue siendo una política nacional y los Estados quieren que sea una decisión nacional”, ha añadido.

Aun así, Borrell ha arremetido contra quienes han criticado la propuesta, como el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, que la víspera equiparó la propuesta a entrar en guerra con Moscú. “Es ridículo”, ha rechazado este viernes Borrell. “Esto no es estar en guerra con Moscú, apoyamos a Urania, pero no estamos en guerra con Rusia”, ha rebatido.

La discusión sobre si permitir a Kiev que use las armas y el material militar que se le está enviando para atacar objetivos militares en territorio ruso tampoco es nueva. Borrell ya lo planteó a finales de mayo a los Veintisiete, parte de los cuales se mostraron receptivos a una idea lanzada también por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. La contraofensiva ucrania en Kursk la ha reabierto ahora y, ayer, el ministro ucranio de Exteriores, Dmitro Kuleba ―invitado a la cita de sus colegas europeos en la capital belga― volvió a instar a los aliados europeos a tomar la “decisión audaz” de permitirles usar las armas donadas “para que Ucrania pueda atacar objetivos militares legítimos en Rusia”.

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