Claves | Los argumentos del Tribunal de la ONU para reclamar el freno a la ofensiva de Israel en Rafah
Los jueces apoyan parcialmente las peticiones de medidas de Sudáfrica y admiten que la situación humanitaria en la región del sur de Gaza es “excepcionalmente grave”
El Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), máximo órgano judicial de las Naciones Unidas, ordenó este viernes a Israel detener su ofensiva militar sobre Rafah para evitar la “destrucción física” de los palestinos en esta región del sur de Gaza, en la que viven desplazadas más de un millón de personas. La decisión es otro revés a los planes del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de invadir totalmente el último rincón de la...
El Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), máximo órgano judicial de las Naciones Unidas, ordenó este viernes a Israel detener su ofensiva militar sobre Rafah para evitar la “destrucción física” de los palestinos en esta región del sur de Gaza, en la que viven desplazadas más de un millón de personas. La decisión es otro revés a los planes del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de invadir totalmente el último rincón de la Franja en su lucha para acabar con Hamás. Los jueces argumentaron que la situación humanitaria es “excepcionalmente grave” y apoyan parcialmente las peticiones de medidas cautelares de Sudáfrica, país que presentó en diciembre una denuncia contra Israel, acusando a su Gobierno de posibles “actos genocidas”.
¿Qué determina el tribunal?
Los jueces del TIJ ordenan a Israel “detener inmediatamente su ofensiva militar y cualquier otra acción” sobre Rafah que inflija a los palestinos de Gaza “condiciones que puedan provocar su destrucción”. Además, el tribunal exhorta a Israel a abrir “sin trabas” el paso de Rafah con Egipto para la entrada de ayuda humanitaria. El objetivo es subsanar “los servicios básicos que se necesitan urgentemente” en la Franja. A su vez, exigen que se adopten medidas para garantizar el acceso al enclave palestino de “cualquier comisión de investigación” por mandato de los órganos competentes de la ONU para que puedan estudiar las denuncias de genocidio planteadas por Sudáfrica.
¿Por qué ahora?
El tribunal había evitado en enero exigir un alto el fuego a Israel, cuando se pronunció por primera vez tras la denuncia de Sudáfrica. Entonces, los magistrados pidieron medidas cautelares como la entrega de ayuda humanitaria o impedir la destrucción de pruebas de los supuestos crímenes del ejército.
Sin embargo, la situación ha cambiado. “El Tribunal observa que la catastrófica situación humanitaria en la franja de Gaza, que corría un grave riesgo de deteriorarse, se ha deteriorado y lo ha hecho aún más desde su decisión del 28 de marzo”, cuando los jueces ampliaron las medidas cautelares dictadas en enero y exigieron a Israel solucionar “la propagación del hambre y la inanición” en Gaza. A mediados de mayo, Sudáfrica pidió al TIJ que ordenase el freno a las acciones militares en Rafah.
El documento de la decisión tomada este viernes alude a una situación humanitaria “que ahora debe calificarse de desastrosa”, como consecuencia de la entrada del ejército israelí en esta zona de Gaza y de la evacuación forzosa de cientos de miles de palestinos. “La ofensiva militar terrestre en Rafah sigue en curso”, constatan los jueces.
¿Qué han argumentado las partes?
El 10 de mayo, solo tres días después de la entrada del ejército israelí en Rafah, Sudáfrica presentó una “solicitud urgente” ante los jueces para que pusieran freno a la ofensiva. Pretoria argumentó que la acción ponía en peligro extremo el suministro de ayuda humanitaria y de servicios básicos en Gaza y que debilitaría, aún más, el sistema médico que aún funciona en la Franja. “No es solo una escalada de la situación, sino que da lugar a nuevos hechos que están causando un daño irreparable a los derechos del pueblo palestino”.
Israel respondió que “si bien es cierto que muchos civiles han evacuado Rafah en los últimos meses, el hecho es que la ciudad también sirve de bastión militar para Hamás”. Además, rechazó que no hubiera cumplido con las medidas cautelares que exigían el suministro de servicios básicos. Pone de ejemplo la apertura del paso terrestre en Erez (que hace una semana estaba cerrado) y el establecimiento de un puerto temporal en la costa del enclave (fabricado por EE UU) para la entrada de ayuda. Israel defendió que ha adoptado “medidas extraordinarias para minimizar los daños a los civiles palestinos”.
¿Cómo votaron los jueces?
La orden a Israel para detener su ofensiva sobre Rafah fue apoyada por 13 de los 15 jueces del tribunal. Los únicos dos magistrados que estuvieron en contra fueron la vicepresidenta del TPI, la ugandesa Julia Sebutinde, y el juez israelí Aharon Barak. En opinión de este último, la medida tomada por el tribunal “no exige que Israel se abstenga por completo de su operación militar”. Según este juez, el ejército israelí puede mantener su ofensiva, siempre y cuando “no prive a la población civil palestina de sus medios esenciales de subsistencia”. “Sin embargo, no hay pruebas, ni siquiera en el bajo nivel requerido para las medidas provisionales, de que algún derecho en virtud del Convenio sobre el Genocidio haya sido violado”, considera.
¿Cómo han reaccionado los implicados?
El primer cargo israelí en pronunciarse fue el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien aseguró que quienes “exigen que el Estado de Israel” detenga la guerra sobre Gaza “exigen que se decrete el cese de su existencia”. “No aceptaremos eso”, agregó en una publicación en la red social X. Benjamín Netanyahu, en un comunicado de su oficina, secundado por el ministro de Exteriores, Israel Katz, afirma que “las acusaciones de Sudáfrica contra Israel en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya en relación con el ‘genocidio’ son falsas, indignantes y repugnantes”. En una respuesta indirecta al tribunal, añade que “Israel no ha llevado ni llevará a cabo una campaña militar en la zona de Rafah que cree condiciones de vida que puedan llevar a la destrucción total o parcial de la población civil palestina”.
Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra de Netanyahu, sostuvo que Israel “está comprometido a seguir luchando, donde y cuando sea necesario, incluyendo Rafah”. Mientras tanto, el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, condenó que la decisión “no estableciera una conexión entre el cese de los combates en Rafah y la devolución de los secuestrados [...]. Es un desastre moral”.
Sudáfrica dijo que acogía “con satisfacción” la resolución dictada por los jueces. “Esta orden es pionera, ya que es la primera vez que se menciona explícitamente que Israel detenga su acción militar en cualquier zona de Gaza”, señaló el diplomático Zane Dangor.
Por su parte, Hamás, que gobierna Gaza, celebró la decisión e indicó que “se compromete” a cooperar con los comités de investigación que entren en la Franja para investigar la actuación del ejército israelí.
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