El hombre que disparó al primer ministro de Eslovaquia actuó en solitario por su oposición al Gobierno
Robert Fico está consciente y puede comunicarse verbalmente después de una operación de cinco horas. El atacante, que tenía permiso de armas, se enfrenta a una pena de entre 25 años y cadena perpetua
Eslovaquia se ha levantado este jueves sumida en la conmoción tras el intento de asesinato el día anterior al primer ministro, Robert Fico. Pese al shock inicial, durante la jornada quedó claro que su vida ya no corre peligro. El dirigente está consciente y puede comunicarse verbalmente, según el presidente electo del país, Peter Pellegrini, que pudo hablar con él en el hospital donde fue intervenido de urgencia en la tarde del miércoles tras recibir cuatro disparos ...
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Eslovaquia se ha levantado este jueves sumida en la conmoción tras el intento de asesinato el día anterior al primer ministro, Robert Fico. Pese al shock inicial, durante la jornada quedó claro que su vida ya no corre peligro. El dirigente está consciente y puede comunicarse verbalmente, según el presidente electo del país, Peter Pellegrini, que pudo hablar con él en el hospital donde fue intervenido de urgencia en la tarde del miércoles tras recibir cuatro disparos a la salida de una reunión del Gobierno en la localidad de Hanlová. El supuesto autor del ataque actuó en solitario movido por su oposición al Gobierno, intensificada tras las elecciones presidenciales del pasado abril, según ha asegurado el ministro de Interior, Matus Sutaj Estok. La policía ha acusado al detenido de “intento de asesinato premeditado por venganza”, un delito por el que se enfrenta a una pena de entre 25 años y cadena perpetua.
El atacante, detenido tras el tiroteo, disparó cinco veces a Fico, de 59 años, mientras este saludaba en la calle a varios simpatizantes que se habían acercado hasta el centro cultural en el que se daba cita su Gabinete. Lo alcanzó en el abdomen y una mano y le causó heridas que requirieron una intervención de urgencia de cinco horas. El dirigente necesitará otra operación.
Tras la magnitud de lo ocurrido, el Consejo de Seguridad y el Ejecutivo eslovacos han tenido reuniones todo el jueves. El intento de magnicidio, que ha dejado conmocionada a la sociedad eslovaca, ha motivado la condena unánime de la comunidad internacional, desde Washington a Moscú, pasando por la Unión Europea y Naciones Unidas. Las autoridades han reforzado la seguridad de los grupos considerados de riesgo, como políticos y periodistas, pero ha decidido no declarar el estado de emergencia.
El Gobierno ha asegurado en una comparecencia que el agresor, un poeta aficionado de 71 años identificado como Juraj Cintula, actuó en solitario con una clara motivación política. La policía ha presentado cargos de “intento de asesinato premeditado por venganza” contra él.
“No fue algo casual sino planificado porque hubo ya varios intentos”, aseguró el ministro de Defensa, Robert Kalinak, en una comparecencia junto al titular de Interior, Matus Sutaj Estok. Kalinak ha asegurado que el supuesto autor del atentado ya había acudido a una protesta a la salida de una reunión del Consejo de Ministros en la localidad de Dolná Krupa. En imágenes de abril difundidas este jueves por el canal TA3 se le puede ver junto a otros manifestantes pro-UE y contra el Gobierno, sosteniendo una pancarta en la que se lee: “Paz + prosperidad (Occidente) / Guerra + pobreza (Este)”.
El ministro de Interior afirmó que Cintula “no es miembro de ningún grupo radicalizado, de derechas o de izquierdas, es un lobo solitario, cuya actividad se aceleró tras elecciones presidenciales”, especialmente en redes sociales.
El autor estaba “muy involucrado en acontecimientos políticos” y los motivos del ataque fueron, supuestamente, su desacuerdo con el cese de la ayuda militar a Ucrania, el cierre de la Fiscalía Anticorrupción o las reformas de la radiotelevisión pública que planea Fico, según Sutaj Estok. Miles de personas llevan semanas saliendo a la calle en el país para protestar por los mismos motivos, convocados principalmente por el partido de la oposición Eslovaquia Progresista, que tras el intento de asesinato ha suspendido todas las protestas y ha llamado a la calma. Esas mismas medidas que ha mencionado el ministro le han valido ya a Fico toques de atención de Bruselas.
Tras la reunión del Consejo de Seguridad, el ministro Kalinak ha agradecido las muestras de preocupación por la salud del mandatario y ha dejado una reflexión: “Quizás estas graves heridas hagan que Robert Fico tenga que aprender muchas cosas, quizás nuestras democracias tengan que aprender a andar de nuevo y a tolerar distintas opiniones”, dijo, en declaraciones recogidas por el diario Dennikn.
Llamadas a la serenidad
Los dos políticos pidieron a los medios, a los políticos y a la sociedad que serenen el debate público y eviten los discursos de odio o la justificación de la violencia. “Debemos abordar las causas que originaron este mal”, afirmó Kalinak sobre la polarización que vive la sociedad eslovaca.
El llamamiento de estos miembros del Gobierno se unen a los de la presidenta eslovaca en funciones, Zuzana Caputová, que ha invitado a todos los partidos a una reunión conjunta para rebajar la tensión. La política liberal, que agota su mandato en junio, ha realizado esta invitación en una declaración pública acompañada por su sucesor, el presidente entrante, Pellegrini, socio de Fico en el Gobierno de coalición. “Juntos invitamos a los líderes de todas las fuerzas parlamentarias al Palacio Presidencial con un único objetivo: serenar la situación y rechazar la violencia”, dijo Caputová, que ha definido el atentado como “una gran tragedia humana y un ataque al orden democrático”. Pellegrini ha solicitado “interrumpir temporalmente” o “moderar significativamente” la campaña para las elecciones al Parlamento Europeo para evitar confrontaciones. “Es lo último que ahora necesita Eslovaquia”, ha alegado.
Las autoridades del país investigan si hubo alguna negligencia en las medidas de seguridad desplegadas en torno al jefe del Gobierno en el momento del tiroteo. El autor de los disparos pudo descerrajar su arma prácticamente a bocajarro, separado de Fico tan solo por una valla de contención. Según Markíza TV, el tirador declaró ante la policía que había planeado el atentado unos días antes y que su intención no era matarlo, sino herirlo. La investigación está supervisada por la Fiscalía General, que ha impuesto un embargo informativo sobre el caso.
El ataque
Las primeras informaciones facilitadas el miércoles tras el ataque hicieron temer por la vida del primer ministro. Según registraron las grabaciones de ciudadanos que acudieron al lugar donde se produjo el ataque, un hombre, situado entre el público que saludaba a Fico, sacó su arma y disparó al paso del primer ministro eslovaco. Este cayó al suelo, pero fue incorporado inmediatamente por su personal de seguridad y trasladado a un vehículo para llevarlo a un hospital.
Posteriormente, el herido fue transportado en un helicóptero a la capital regional, Banska Bystrica, para recibir tratamiento urgente. Su estado era demasiado grave para que lo llevaran a Bratislava, la capital del país, a unos 200 kilómetros de distancia de donde se produjo el intento de asesinato.
El detenido
Los medios locales identificaron al sospechoso como miembro de la Asociación de Escritores Eslovacos, del Club Literario Dúha de Levice, su ciudad. En el pasado, según el diario eslovaco Dennikn, el atacante había trabajado como guardia de seguridad en un centro comercial y poseía el arma de forma legal. En 2016, según este mismo medio, anunció en internet que estaba recogiendo firmas para fundar el partido Movimiento contra la Violencia. “La violencia suele ser una reacción de la gente, como forma de expresión del descontento ordinario ante el estado de las cosas. Estemos descontentos, pero no seamos violentos”, escribió entonces.
Fico volvió al poder en Eslovaquia tras las elecciones parlamentarias del pasado 30 de septiembre con un mensaje prorruso y populista. En 2018, se vio obligado a dimitir del cargo de primer ministro tras las protestas que generaron el asesinato del periodista Jan Kuciak y su pareja, Martina Kusnirova, cuando el reportero investigaba las conexiones entre personas cercanas a Smer, su partido, y la mafia italiana, así como escándalos de corrupción del Gobierno.
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