Las protestas en las universidades elevan la presión sobre Biden para lograr una tregua en Gaza

El presidente estadounidense retrocede en las encuestas mientras el estallido estudiantil propalestino cobra fuerza

Un grupo de estudiantes y manifestantes propalestinos marchan en la Universidad de Columbia en Nueva York.Foto: ROSELLE CHEN (REUTERS) | Vídeo: EPV (AP)

La Casa Blanca muestra una creciente impaciencia sobre la necesidad de alcanzar un alto el fuego en Gaza. “Simplemente, tiene que haber un acuerdo”, insistía este martes el portavoz del Consejo de Seguridad nacional de la casa Blanca, John Kirby, sobre las negociaciones en El Cairo para un pacto entre Israel y Hamás que permita una tregua en la franja de Gaza a cambio de la liberación de rehenes. “Si tenemos un alto el fuego, podemos lograr algo más duradero y quizá terminar el conflicto (en Gaza)... pero todo eso empieza con un acuerdo que devuelva a los rehenes a sus familias”, abundaba en r...

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La Casa Blanca muestra una creciente impaciencia sobre la necesidad de alcanzar un alto el fuego en Gaza. “Simplemente, tiene que haber un acuerdo”, insistía este martes el portavoz del Consejo de Seguridad nacional de la casa Blanca, John Kirby, sobre las negociaciones en El Cairo para un pacto entre Israel y Hamás que permita una tregua en la franja de Gaza a cambio de la liberación de rehenes. “Si tenemos un alto el fuego, podemos lograr algo más duradero y quizá terminar el conflicto (en Gaza)... pero todo eso empieza con un acuerdo que devuelva a los rehenes a sus familias”, abundaba en rueda de prensa. Más allá del escenario internacional, ese mensaje tiene también una motivación de política interna. Para la Casa Blanca, en un momento en el que el presidente Joe Biden no levanta cabeza en los sondeos, llegar a un acuerdo es vital, en plena campaña electoral y mientras las protestas universitarias propalestinas, cada vez más extendidas, rugen contra el apoyo de Washington a Israel.

A la espera de que Hamás dé su respuesta a la propuesta más reciente en las negociaciones que se desarrollan desde hace meses, Estados Unidos presiona desde todos los ángulos, con Biden a la cabeza, para que la milicia radical palestina acepte un acuerdo que permita la entrega de más de 30 rehenes a cambio de la liberación de presos palestinos y una tregua en los combates.

Policías y manifestantes propalestinos, enfrentados durante el desalojo del campus de UCLA. ALLISON DINNER (EFE)
Policías antidisturbios rodean a los manifestantes propalestinos durante el desalojo del campus de UCLA. ALLISON DINNER (EFE)
La policía se dispone a cargar contra los manifestantes propalestinos en el campus de UCLA. Wally Skalij (Los Angeles Times/ Getty Images)
La policía detiene a manifestantes propalestinos en el campus de UCLA. Mike Blake (REUTERS)
La policía traslada a un detenido durante el desalojo de la universidad de UCLA. ALLISON DINNER (EFE)
Policias y manifestantes propalestinos se enfrentan en el campus de UCLA. ALLISON DINNER (EFE)
La policía desaloja a los estudiantes que acampaban en el campus de Los Angeles de la Universidad de California (UCLA), en protesta por la guerra en Gaza, este jueves. Jae C. Hong (AP)
La policía detiene a un manifestante propalestino durante la operación de desalojo de la universidad de UCLA este jueves. Mike Blake (REUTERS)
Un agente de policía utiliza un teléfono móvil para identificar a un manifestante detenido en la Universidad de California de Los Ángeles.Mike Blake (REUTERS)
Fila de manifestantes esperan tras ser detenidos por la policía en la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA), durante la protesta, este jueves. Mike Blake (REUTERS)
Tres agentes trasladan a un detenido en la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles), tras el desalojo.Mike Blake (REUTERS)
La policía detiene a una manifestante propalestina durante el desalojo de la universidad de UCLA este jueves. Mike Blake (REUTERS)
Un policía apunta hacia los manifestantes propalestinos durante la operación de desalojo del campus de UCLA. Mike Blake (REUTERS)
Un manifestante lanza el contenido de un extintor sobre los agentes de la policía que han empezado a desalojar el campus de UCLA. Aude Guerrucci (REUTERS)
Policías antidisturbios, rociados con polvo para extinguir incendios, aguardan en formación durante la operación de desalojo de la UCLA este jueves. David Swanson (REUTERS)
Cinco manifestantes esperan sentados tras ser detenidos por la policía durante el desalojo en la universidad este jueves.Ryan Sun (AP/ LaPresse)
La policía detiene a una manifestante propalestina en le campus de UCLA. Mike Blake (REUTERS)
Inicio del desalojo de manifestantes propalestinos por parte de la policía en el campus de UCLA este jueves. Aude Guerrucci (REUTERS)
Agentes de la policía detienen a un manifestante de la UCLA, este jueves en Los Ángeles.Mike Blake (REUTERS)
Antidisturbios rodean a manifestantes durante el desalojo del campus de la UCLA. Aude Guerrucci (REUTERS)
Una barricada en uno de los accesos a un edificio de Universidad de UCLA para evitar el desalojo por parte de la policía. Aude Guerrucci (REUTERS)
Las bengalas lanzadas por manifestantes proisrael explotan frente a la barricada del campamento solidario propalestina en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en inglés), este jueves de madrugada.Shay Horse (Getty Images)
La policía toma el campus de la UCLA, en la madrugada del 1 al 2 de mayo. La intervención se produjo después de que grupos de manifestantes proisraelíes vestidos de negro y con máscaras blancas se enfrentaran la noche anterior a los estudiantes instalados en un campamento en el recinto de la universidad para protestar por la guerra de Israel contra Hamás en Gaza.David Swanson (REUTERS)
Un hombre lanza un químico a otro manifestante, en el campus de UCLA, este miércoles.Ethan Swope (AP)
Un joven hace señas obscenas a personas refugiadas tras la barricada del campamento de manifestantes propalestinos en la Universidad de California en Los Ángeles.Wally Skalij (Getty Images)
Los manifestantes y contra-manifestantes se golpearon con palos, se lanzaron objetos y se rociaron con químicos.Wally Skalij (Getty Images)
Unos manifestantes lanzan una valla hacia el campamento por Palestina.Wally Skalij (Getty Images)
Un joven pro-Israel pone leche en la cara de otro luego de que fuera rociado con gas pimienta, el martes por la noche.Michael Blackshire (Getty Images)
Un joven golpeado intenta ponerse de pie.Ethan Swope (AP)
Los agentes de policía se colocan máscaras para evitar ser rociados con gases o líquidos en la cara, antes de enfrentarse con los manifestantes y contramanifestantes en el campus de la UCLA.David Swanson (REUTERS)
Un manifestante encara a un policía.Ethan Swope (AP)
Un manifestante pro Palestina reza a los pies de elementos de la Policía de California.Michael Blackshire (Getty Images)
Un hombre rocía a otro, armado con un monopatín, con gas pimienta.Ethan Swope (AP)
Un hombre lastimado es atendido al interior del campamento pro-Palestina, el martes cerca de la medianoche.Ethan Swope (AP)
Luego de los altercados durante la noche, docenas de policías permanecieron en el campus durante el día.CAROLINE BREHMAN (EFE)
Estudiantes, miembros de la facultad y ciudadanos muestran su apoyo a Palestina, en el contexto del conflicto en la franja de Gaza, este miércoles 1 de mayo.CAROLINE BREHMAN (EFE)
Un manifestante observa el campamento, este miércoles por la tarde. Las autoridades universitarias han avisado a lo largo del día a sus habitantes que aquellos que no desalojen podrán ser arrestados por la policía.Ethan Swope (AP)
La policía aguarda para entrar al campamento y desalojarlo por la fuerza, en el campus de la UCLA, al caer la noche del 1 de mayo.Mike Blake (REUTERS)
Los manifestantes se reúnen al interior del campamento pro Palestina, este 1 de mayo por la tarde.David Swanson (REUTERS)
Unos estudiantes construyen una barricada en las puertas de un edificio de la universidad, antes de la entrada de los policías al campamento.Jae C. Hong (AP)

Las conversaciones han entrado en su recta final en un momento decisivo para la Administración Biden: las protestas contra la guerra se propagan en las universidades de EE UU y el logro de un pacto puede ser la única baza para evitar que crezca el cisma con los votantes más jóvenes y del ala progresista y la gestión del conflicto continúe lastrando al presidente en las encuestas de cara a las elecciones de noviembre.

Si el secretario de Estado, Antony Blinken, desarrollaba toda una batería de reuniones en Tel Aviv con las autoridades israelíes al término de su séptima gira por Oriente Próximo desde que comenzó el conflicto, el propio Biden también se encuentra implicado en las negociaciones.

Antony Blinken saluda a familiares de rehenes este miércoles en el exterior de un hotel en Tel Aviv (Israel). Evelyn Hockstein (REUTERS)

El lunes, el presidente conversaba con su homólogo egipcio, Abdelfatah al Sisi, y el emir de Qatar, los líderes de los dos países que, junto con Estados Unidos, median en las conversaciones. El inquilino de la Casa Blanca solicitaba a los dos líderes árabes que presionaran ante Hamás para que el grupo radical palestino acepte los términos del pacto. En un mensaje en X, la antigua Twitter, también repetía tras esas conversaciones que “Hamás es ahora el único obstáculo para un alto el fuego inmediato y alivio para los civiles en Gaza”.

El presidente estadounidense tiene prisa. La situación en Gaza, para él, es un asunto de política doméstica. Poner fin a la guerra le supondría un enorme espaldarazo de cara a las elecciones de noviembre, y sofocaría elementos de conflicto en marcha —como los ataques hutíes en Yemen contra barcos mercantes en el mar Rojo— o en camino de arder, como los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá en la frontera libanesa.

Que se alargue el conflicto, en cambio, le complica las perspectivas políticas a Biden. Algo que no puede permitirse, cuando las encuestas vuelven a apuntar retrocesos en su batalla contra el republicano Donald Trump. La media de sondeos elaborada por la página web especializada RealClearPolitics le coloca un punto y medio por debajo de su rival, y en los estados más disputados el expresidente aumenta su ventaja a 3,2 puntos.

Una consulta de Harvard Youth Poll en abril encontraba que el demócrata solo adelanta a su predecesor por ocho puntos porcentuales entre los menores de 30 años, un segmento de población tradicionalmente inclinado hacia ese partido y que el presidente necesita que le apoye con rotundidad en unos comicios que se presumen muy reñidos. En 2020, Biden logró una ventaja de 23 puntos entre el voto joven.

Preocupación entre los demócratas

En el Capitolio es palpable la preocupación entre los legisladores demócratas en torno a las protestas universitarias propalestinas —en las que ya han sido detenidos centenares de estudiantes—, y la posibilidad de que la oposición republicana las aproveche para atraerse al menos a parte de la opinión pública.

“Si se lograra algún tipo de (alto el fuego) en Gaza ahora mismo sería de mucha ayuda”, declaraba al digital Axios la diputada demócrata Jan Schakowsky, según la cual la crisis en la Franja “está pendiendo” sobre la campaña.

Entre los demócratas, se teme que, de no llegar buenas noticias desde Oriente Próximo, las protestas vayan a continuar con fuerzas renovadas una vez concluida la temporada de exámenes finales. E incluso llegar a la convención del partido en agosto en Chicago, el gran acto de su campaña política en la que Biden quedará aclamado como su candidato oficial para las presidenciales de noviembre. La perspectiva espanta a muchos, que recuerdan cómo la última convención celebrada en esa ciudad, en 1968, se desarrolló de modo desastroso en medio de fuertes protestas callejeras contra la guerra de Vietnam.

De momento, la Casa Blanca se esfuerza en dar explicaciones al ala progresista de su partido sobre lo que está haciendo y lo que trata de conseguir en Gaza. Esta semana, el consejero de seguridad nacional, Jake Sullivan, se reunía con legisladores de ese grupo.

Jake Sullivan, en una rueda de prensa en la Casa Blanca el 24 de abril. Elizabeth Frantz (REUTERS)

Y mientras, Biden ha reducido al mínimo lo que, en tiempos normales, sería una cita tan obligada como abundante en estas fechas: su asistencia a las ceremonias de graduación universitarias.

El presidente solo tiene previstos dos de estos actos, en la academia militar de West Point y en el histórico Morehouse College, en Atlanta (Georgia), históricamente el único centro de estudios superiores para alumnos negros interesados en las artes liberales.

Biden apenas se ha pronunciado específicamente sobre las protestas, una tarea que ha delegado en sus portavoces en la Casa Blanca. La oficina presidencial ha tratado de mantener una postura neutral y, al tiempo que asegura que defiende la libertad de asamblea siempre y cuando sea pacífica, también se ha declarado opuesta a cualquier paso que pueda representar un acto de antisemitismo. Y ha condenado la toma de un edificio por parte de los alumnos en la Universidad de Columbia.

“Los estadounidenses tienen el derecho a la protesta pacífica, siempre y cuando se cumpla con la ley. Y tomar un edificio por la fuerza no es (algo) pacífico”, ha declarado este miércoles la portavoz de Biden, Karine Jean Pierre, en su rueda de prensa diaria.

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