La policía de Nueva York desaloja el edificio ocupado por manifestantes en el campus de Columbia

Un centenar de agentes antidisturbios interviene a petición de la junta de gobierno de la universidad y detiene a decenas de personas propalestinas que no ofrecieron resistencia

Agentes de la Policía de Nueva York entran por una ventana al edificio Hamilton de la Universidad de Columbia para desalojar a los manifestantes propalestinos en la noche del martes. Foto: STEPHANI SPINDEL (EFE) | Vídeo: REUTERS

Calles cerradas al tráfico en un amplio perímetro en torno a la Universidad de Columbia (Nueva York) y el despliegue de cientos de policías de operaciones especiales, con equipamiento antidisturbios, dieron en la noche del martes la señal de alarma de que un desalojo a la fuerza de la protesta propalestina del campus era inminente. Pasadas las siete de la tarde, hora local, tras un día de calma tensa, jalonado por concentraciones de estudiantes en apoyo de los...

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Calles cerradas al tráfico en un amplio perímetro en torno a la Universidad de Columbia (Nueva York) y el despliegue de cientos de policías de operaciones especiales, con equipamiento antidisturbios, dieron en la noche del martes la señal de alarma de que un desalojo a la fuerza de la protesta propalestina del campus era inminente. Pasadas las siete de la tarde, hora local, tras un día de calma tensa, jalonado por concentraciones de estudiantes en apoyo de los manifestantes encerrados desde primera hora de la mañana del martes en uno de los edificios del campus, miembros del Grupo de Respuesta Estratégica del Departamento de Policía de Nueva York se dirigieron a uno de los dos accesos principales del campus de la prestigiosa universidad. En torno a las 21.15, hora local, entre 30 y 40 miembros del grupo entraron a través de una escalera articulada, casi a cámara lenta, por una ventana de la fachada del edificio, el Hamilton Hall, con una larga tradición de encierros universitarios. Finalmente, a primeras horas de la madrugada de este miércoles, el edificio fue desalojado y decenas de estudiantes quedaron detenidos sin ofrecer resistencia.

El Departamento de Policía avisó en la tarde del martes a los estudiantes que viven en alguna de las siete residencias del campus que volvieran a sus dormitorios y a los que habían salido fuera del campus, que regresaran. En uno de los edificios de dormitorios hubo momentos de tensión hasta que los alumnos se retiraron a la entrada del mismo. Decenas de ocupantes del edificio, cuyos líderes no guardan según la universidad relación con el centro, fueron detenidos y evacuados del lugar en autobuses policiales. La policía se refirió a “decenas” de arrestos, aunque no precisó el número exacto.

Unos manifestantes cargan barricadas mientras la policía intenta acordonar el campus.David Dee Delgado (Reuters)

Antes de intervenir, y mientras la formación de agentes, especializados en movilizaciones, desórdenes civiles y acontecimientos relativos al orden público, se dirigía a pie al campus desde las calles adyacentes, el equipo de Operaciones de Gestión de Emergencias de la Universidad envió una advertencia por correo electrónico a los estudiantes: “Refúgiense en un lugar seguro debido a una mayor actividad en el campus de Morningside [nombre del barrio donde se levanta el campus]. El incumplimiento puede dar lugar a medidas disciplinarias. Eviten la zona hasta nuevo aviso”.

La ocupación por parte de un denominado “grupo autónomo” compuesto por docenas de manifestantes del edificio administrativo, a primera hora de la mañana de este martes, ha sido el punto de inflexión que ha hecho cambiar de opinión a la junta de gobierno de Columbia, hasta este martes reticente, al menos en teoría, al uso de la fuerza para restablecer el orden en el recinto. La policía debe ser invitada a intervenir, no puede hacerlo motu proprio; así sucedió hace dos semanas cuando fue llamada por el rectorado para desmantelar el primer campamento de solidaridad con Gaza, cuyo desalojo se saldó con un centenar de arrestos y que prendió la llama de las protestas en el país.

Varios policías de Nueva York toman el control del edificio de la Universidad de Columbia, que había sido ocupado por manifestantes propalestinos, el martes por la noche.Caitlin Ochs (Reuters)

“Lamentamos que los manifestantes hayan decidido agravar la situación con sus acciones. Después de que la universidad se enterara por la noche [del lunes] de que Hamilton Hall había sido ocupado, vandalizado y bloqueado, no nos quedó otra opción. El personal de seguridad pública de Columbia se vio obligado a abandonar el edificio, y un miembro de nuestro equipo fue amenazado. No arriesgaremos la seguridad de nuestra comunidad ni la posibilidad de que se produzcan nuevas escaladas”, afirmó el portavoz de Columbia en un comunicado para explicar la llegada de la policía al campus esta noche.

Mientras tanto, otro destacamento policial intervenía en el campamento del cercano City College de Nueva York, más reducido y accesible que el de Columbia, donde también se han efectuado detenciones. El campamento ocupaba la plaza central del campus de Harlem, fácilmente abordable desde la calle a diferencia del fortificado recinto de Columbia, con enormes portones de acceso cerrados el martes a cal y canto, menos el contiguo al edificio ocupado. Durante el desalojo de Columbia, el Departamento de Policía de Nueva York, el mayor del país, negó haber utilizado gases lacrimógenos, aunque sí confirmó el uso de “dispositivos de distracción” como granadas de sonido y efecto luminoso que buscan aturdir al objetivo.

La policía utiliza un vehículo táctico para que sus agentes accedan al edificio administrativo ocupado el martes por la mañana.Caitlin Ochs (Reuters)

Los estudiantes atrincherados desde la mañana del martes en el edificio Hamilton Hall —rebautizado como Hind’s Hall en memoria de Hind, una niña palestina que murió sola, entre cadáveres, rogando ayuda durante horas después de que el vehículo en que viajaba cayera bajo fuego cruzado— se enfrentan a la expulsión del campus, avisó este martes la universidad. La víspera, el fracaso del diálogo entre autoridades y manifestantes llevó a la junta de gobierno a amenazar con la suspensión académica —incluida la posibilidad de perder el semestre— a quienes no abandonasen voluntariamente la protesta una vez cumplido el ultimátum dado para el desalojo, a las dos de la tarde del lunes. Pese al fracaso de las negociaciones, hasta el último minuto se ha mantenido abierto un canal de comunicación entre ambas partes, según el canal NBC News, para evitar precisamente el recurso a la fuerza.

Si la represión policial del primer campamento ha sido el detonante de la movilización masiva que recorre EE UU y se ha saldado con casi 1.100 detenciones en al menos 20 Estados, la intervención de las fuerzas especiales esta noche puede tener efectos indeseados para el restablecimiento del orden en el campus, el propósito confeso de las autoridades de Columbia. Las presiones de muchos donantes, dispuestos a retirar fondos millonarios si continúan las protestas; la inminencia del fin de curso y las ceremonias de graduación y, en fin, la instrumentalización política de la movilización, con republicanos y algunos demócratas presionando a la universidad en contra de los manifestantes propalestinos, han sido factores más poderosos que la determinación mostrada por los alumnos acampados, dispuestos hasta el último minuto a permanecer acampados hasta que la universidad accediese a su principal demanda: la desinversión, o retirada de inversiones, de empresas ligadas a capital israelí.

Un policía detiene a una estudiante propalestina durante el desalojo de la Universidad de Columbia la noche de martes. Selcuk Acar (Anadolu via Getty Images)

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