Jack Teixeira, el joven militar que filtró información clasificada de EE UU en redes sociales, se declara culpable
El acusado, que ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía, afronta entre 11 y casi 17 años de cárcel
El soldado de la Guardia Nacional de Massachussets Jack Teixeira, detenido en 2023 por filtrar en redes sociales centenares de documentos del Pentágono clasificados como alto secreto, se ha declarado este lunes culpable de seis cargos de apropiación y diseminación de información que afecta a la seguridad nacional, tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía. La sentencia se anunciará el 27 de septiembre.
El acuerdo entre el acusado y los fiscales, presentado e...
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El soldado de la Guardia Nacional de Massachussets Jack Teixeira, detenido en 2023 por filtrar en redes sociales centenares de documentos del Pentágono clasificados como alto secreto, se ha declarado este lunes culpable de seis cargos de apropiación y diseminación de información que afecta a la seguridad nacional, tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía. La sentencia se anunciará el 27 de septiembre.
El acuerdo entre el acusado y los fiscales, presentado este lunes en un tribunal de Boston, indica que Teixeira, de 22 años, encara una pena mínima de once años de prisión. La acusación reclama la condena máxima, 16 años y ocho meses, y el militar ha indicado que no apelará contra ninguna sentencia que le suponga menos tiempo de cárcel que lo que pide la Fiscalía. A su vez, el ministerio público acuerda no imputarle otros cargos previstos bajo la Ley Antiespionaje. De no haber llegado a un acuerdo, el antiguo soldado hubiera afrontado 25 años de cárcel.
El documento también revela que Teixeira ha cooperado y se ha mostrado de acuerdo en ser interrogado por representantes de los servicios de inteligencia y el Departamento de Defensa, así como en entregar los documentos clasificados que tiene en su poder o de los que conoce dónde se encuentran.
Teixeira se encontraba bajo custodia de las autoridades desde su detención en abril del año pasado, días después de que saliera a la luz una grave filtración en las redes sociales de secretos militares, incluidas posiciones de las tropas en Ucrania. La publicación de esos datos secretos está considerada la más grave desde la acometida por Wikileaks en 2010 sobre documentos de la guerra de Irak. Según el Departamento de Defensa, continúa formando parte de las fuerzas armadas, aunque se encuentra suspendido de sueldo, por lo que podría encarar aún un juicio militar por el caso.
La detención del joven militar suscitó un fuerte debate sobre cómo había sido posible que un mero soldado, encargado del mantenimiento de los sistemas informáticos en una base aérea en Massachussetts, hubiera podido recibir un permiso de acceso a información clasificada de tan alto nivel. Especialmente cuando, según argumentaba la Fiscalía, Teixeira tenía un historial de declaraciones violentas y racistas, y una obsesión con las armas de fuego. El joven, que guardaba lo que la acusación consideraba un arsenal, comenzó a buscar y guardar documentos secretos en enero de 2022, que distribuyó en un grupo cerrado de conocidos suyos en la red social Discord. Con el tiempo, estos amigos volcaron a su vez esta información en otras redes.
Durante la audiencia de este lunes, Teixeira compareció ante el tribunal vestido con el mono naranja de los reclusos y un rosario al cuello, esposado de pies y manos. Al entrar, sonrió y saludó con la cabeza a su familia, entre el público.
Cuando la jueza Indira Talwani le preguntó si entendía los cargos que se le imputaban, el soldado respondió “sí, señoría”. “¿Entiende que si acepto su declaración se le considerará culpable de estos cargos?”, le insistió la magistrada. “Sí, señoría”.
Tras la reunión, el abogado del joven militar Michael Bachrach, describió a su cliente como “muy niño”, cuya “juventud desempeñó un papel significativo en su comportamiento”. “Creemos que podremos establecer unos atenuantes sustanciales para justificar por qué una sentencia de no más de once años sería lo razonable y justo en este caso”, agregó, según publica el diario “Boston Globe”. Su defendido está “significativamente arrepentido” y “acepta total responsabilidad por su conducta”.
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