Ucrania busca en los Balcanes nuevos socios militares ante el parón de la ayuda de EE UU
Kiev plantea fórmulas de producción conjunta de armas para evitar depender de la coyuntura política de sus aliados, reducir su dependencia y resistir a la carestía global de munición
La escasez de municiones en el frente y el bloqueo estadounidense a la ayuda a Ucrania impulsan a Kiev a buscar nuevos socios. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha aprovechado la cumbre Ucrania-sudeste de Europa, que se celebra hasta este jueves en Tirana (Albania), para proponer a los países de los Balcanes que le ayuden a combatir al Kremlin mediante la producción conjunta de armamento.
El riesgo de que la coyuntura política de cada aliado —como ocurre en Estados Unidos, donde el Congreso bloquea el paquete de ayuda de ...
La escasez de municiones en el frente y el bloqueo estadounidense a la ayuda a Ucrania impulsan a Kiev a buscar nuevos socios. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha aprovechado la cumbre Ucrania-sudeste de Europa, que se celebra hasta este jueves en Tirana (Albania), para proponer a los países de los Balcanes que le ayuden a combatir al Kremlin mediante la producción conjunta de armamento.
El riesgo de que la coyuntura política de cada aliado —como ocurre en Estados Unidos, donde el Congreso bloquea el paquete de ayuda de 60.060 millones de dólares (unos 55.500 millones de euros) impulsado por el presidente, Joe Biden— pueda afectar a los suministros a Kiev ha animado al Gobierno ucranio a buscar sistemas de cooperación con terceros países que le permitan reforzar su industria armamentística y favorecer la autoproducción, reduciendo su dependencia del exterior. El fortalecimiento de su propia industria con la ayuda de los aliados le permitiría al mismo tiempo afrontar mejor problemas globales, como el actual agotamiento de las reservas de munición, mientras dure la guerra.
En la nueva fórmula, diseñada junto a EE UU y Reino Unido, Ucrania deja de ser un simple beneficiario de donaciones y ayudas para convertirse en socio. Las industrias militares de cada país llegarían a acuerdos con empresas ucranias para producir conjuntamente armas y municiones en su país mientras que Ucrania compartiría con esas compañías y los gobiernos de sus países la tecnología y la experiencia que ha acumulado a lo largo de los dos años que ha durado ya una guerra que, además, se prevé larga. El hecho de tener un conflicto en marcha permitiría a las industrias extranjeras que se sumen al plan testar inmediatamente sus innovaciones sobre el terreno.
Ese mismo método de coproducción y colaboración fue el que Zelenski ha ofrecido este miércoles a los ejecutivos de Albania, Bulgaria, Serbia, Macedonia del Norte, Kosovo, Bosnia, Montenegro, Croacia, Moldavia y Rumania. “Estamos interesados en la coproducción [de armas] con vosotros y vuestros socios, dijo en su intervención en el foro el presidente ucranio. “En Ucrania tenemos alrededor de 500 compañías de defensa y cada una de ellas nos da fuerza, pero esto no es suficiente para ganar a [Vladímir] Putin”. “Estamos teniendo problemas con el suministro de municiones, lo que afecta a la situación en el campo de batalla”, afirmó Zelenski.
Las restricciones en el acceso a proyectiles, sobre todo de artillería, han llevado en las últimas semanas al ejército ucranio a perder terreno frente a Rusia en el frente de Donetsk (este). Desde la retirada ucrania de Adviivka, a solo seis kilómetros de la capital de esa región el 17 de febrero, el Kremlin ha logrado varios pequeños avances posteriores en esa misma zona. También golpea fuerte en el sur, donde ataca el poco terreno recuperado por Kiev durante la fallida contraofensiva del pasado verano en la zona de Robotine, y asedia con cohetes, drones, artillería y algunos asaltos con lanchas la orilla derecha del río Dniéper en la región de Jersón.
Sin embargo, no todos los países a los que ahora Zelenski propone esta fórmula de cooperación industrial militar tienen la misma posición frente al conflicto que asuela su país. Mientras que Albania, Bulgaria, Macedonia del Norte, Montenegro, Croacia y Rumania son miembros de la OTAN y han apoyado las sanciones económicas contra Rusia por la invasión y enviado armas a Ucrania, entre los países invitados a la cumbre está Serbia, tradicional aliado de Moscú. También ha estado Kosovo, al que ni Belgrado ni Kiev reconocen como Estado. Prístina, sin embargo, defiende a Ucrania frente a Rusia y, como Kiev, aspira a ser miembro de la Alianza. La industria militar tiene una gran presencia en los Balcanes, sobre todo en Serbia y Croacia, antiguos miembros de la extinta Yugoslavia.
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