Hamás confirma la muerte de su número dos en una explosión en Beirut
La milicia islamista acusa a Israel del ataque contra Saleh al Aruri, cofundador del brazo armado de la organización. De confirmarse su autoría, sería el mayor éxito del ejército desde el inicio de la guerra de Gaza
Una explosión ha acabado en la tarde del martes con la vida de Saleh al Aruri, número dos de Hamás, en un barrio a las afueras de Beirut. La organización islamista acusa a Israel del ataque en la capital de Líbano, pero el Gobierno de Benjamín Netanyahu no ha reconocido hasta ahora su autoría. De confirmarse, supondría el mayor éxito israelí desde el inicio de la guerra de Gaza el pasado 7 de octubre, al el...
Una explosión ha acabado en la tarde del martes con la vida de Saleh al Aruri, número dos de Hamás, en un barrio a las afueras de Beirut. La organización islamista acusa a Israel del ataque en la capital de Líbano, pero el Gobierno de Benjamín Netanyahu no ha reconocido hasta ahora su autoría. De confirmarse, supondría el mayor éxito israelí desde el inicio de la guerra de Gaza el pasado 7 de octubre, al eliminar al militante de más alto rango de la organización islamista. Se trataría, además, del primer ataque israelí contra la capital libanesa desde 2006. Según Reuters, un misil lanzado desde un dron causó su muerte y la de otros dos dirigentes del brazo armado del grupo. Fuentes estadounidenses atribuyen a Israel la autoría del ataque, según The New York Times y The Washington Post.
Al Aruri, cofundador del brazo armado de Hamás, las Brigadas de Ezedín al Qasam, era el principal colaborador del líder de la organización, Ismail Haniye. Su muerte se produce en medio de las conversaciones entre ambos bandos para un posible alto el fuego y el intercambio de rehenes secuestrados por Hamás y palestinos presos en cárceles israelíes. Tras conocerse su desaparición, Haniye ha reiterado que sus condiciones para un nuevo canje pasan necesariamente por que Israel decrete “un cese completo” de su ofensiva militar en Gaza.
Cuando están a punto de cumplirse tres meses desde los ataques que acabaron con la vida de 1.200 israelíes y el inicio de la respuesta militar israelí que ha provocado más de 21.000 víctimas mortales en la Franja, la eliminación de Al Aruri constituye un éxito para el Gobierno de Benjamín Netanyahu que, desde el 7 de octubre, pese a asediar por tierra mar y aire ese territorio, no había conseguido capturar ni eliminar a ningún dirigente de alto rango de Hamás. El cargo de Al Aruri en la organización supera al que en Israel se considera el objetivo número uno, el líder en la Franja, Yahia Sinwar, y su lugarteniente y líder local del brazo militar, Mohamed Deif.
Al Aruri, natural de un pueblo cercano a Ramala, era además el responsable de la milicia en Cisjordania. Su asesinato ha provocado protestas en el centro de la capital palestina. El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, ha condenado la explosión como un “nuevo crimen israelí” que, según ha dicho, busca implicar a su país en la guerra. Hamás ha confirmado su muerte en lo que considera “un cobarde asesinato”.
Irán responde
Irán, por su parte, ha asegurado que el ataque “encenderá las venas de la resistencia y la motivación para luchar contra los ocupantes sionistas, no solo en Palestina, sino en la región”, según dijo un portavoz de su Ministerio de Exteriores. El régimen de Teherán respalda a las milicias de Hezbolá (Líbano), grupos afines en Siria e Irak y a los rebeldes hutíes de Yemen, que han incrementado sus hostilidades contra Israel desde el inicio de su ofensiva en Gaza.
El ataque se produjo en las oficinas de Hamás en Dahiye, un suburbio de Beirut controlado por Hezbolá, la milicia chií que intercambia casi a diario cohetes, fuego aéreo y artillería con Israel en el norte del país. Además de la muerte de Al Aruri, el ataque provocó la de otras cinco personas, informa Reuters, entre ellos otros dos dirigentes militares de Hamás: Samir Findi Abu Amer y Azam al Acraa Abu Ammar.
El ejército israelí se ha negado a confirmar la autoría del ataque. Mark Regev, asesor del primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha asegurado a la cadena estadounidense MSNBC que Israel no se hace responsable del bombardeo. “Quienquiera que haya sido, esto debe quedar claro: este no era un ataque contra Líbano”, ha afirmado. “Quienquiera que lo haya hecho ha llevado a cabo un ataque quirúrgico contra la cúpula de Hamás”, ha añadido.
El diputado del Likud —el partido conservador del primer ministro— Danny Danon, sin embargo, ha felicitado al ejército, al servicio de seguridad interior (Shin Bet), al exterior (Mosad) y a las fuerzas de seguridad “por matar al alto cargo de Hamás Al Aruri en Beirut”. “Cualquiera que haya estado envuelto en la masacre del 7 de octubre debe saber que llegaremos hasta él y ajustaremos cuentas”, ha publicado en su cuenta de X, antes Twitter.
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