Sierra Leona impone el toque de queda tras el ataque de hombres armados a un cuartel militar

Las fuerzas de seguridad han detenido a la mayoría de los agresores, que han asaltado también una de las mayores prisiones del país y liberado a varios reos

Un grupo de hombres armados encapuchados y con uniforme militar en una calle de Freetown (Sierra Leona) después del ataque a un cuartel militar en esta ciudad, este domingo.UMARU FOFANA (REUTERS)

El Gobierno de Sierra Leona ha impuesto un toque de queda nacional después de que en la madrugada de este domingo un grupo de individuos armados intentara asaltar un cuartel militar en Freetown, la capital. Las fuerzas de seguridad han combatido durante todo el domingo contra los atacantes, a los que el Ejecutivo ha calificado de “soldados renegados”. Estos han sido expulsados hasta las afueras de la ciudad, en la zona de Jui, y se ha restablecido la calma, ha asegurado en un comunicado Chernor Bah, ministro de Información y ...

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El Gobierno de Sierra Leona ha impuesto un toque de queda nacional después de que en la madrugada de este domingo un grupo de individuos armados intentara asaltar un cuartel militar en Freetown, la capital. Las fuerzas de seguridad han combatido durante todo el domingo contra los atacantes, a los que el Ejecutivo ha calificado de “soldados renegados”. Estos han sido expulsados hasta las afueras de la ciudad, en la zona de Jui, y se ha restablecido la calma, ha asegurado en un comunicado Chernor Bah, ministro de Información y Educación Cívica. “La mayor parte de la ciudad está en calma y bajo control de las fuerzas de seguridad del Estado”, ha remarcado. El cuartel militar atacado es el de Wilberforce, uno de los más grandes de este país africano y el principal del ejército de Sierra Leona. A última hora del domingo, el Gobierno confirmó la detención de “la mayoría” de los responsables.

El presidente de Sierra Leona, Julius Maada Bio, ha prometido defender la paz y la democracia y ha elogiado a las “valientes fuerzas de seguridad” por repeler a los “renegados”. Sierra Leona vive una situación tensa desde que el presidente Bio fue reelegido en junio, un resultado rechazado por el principal candidato de la oposición y cuestionado por socios internacionales como Estados Unidos y la Unión Europea.

“El público tiene la seguridad de que el Gobierno y nuestras fuerzas de seguridad del Estado tienen el control”, ha indicado también el Ministerio de Información en un comunicado. “Para permitir que las fuerzas de seguridad continúen con el proceso de detención de los sospechosos, se declara un toque de queda en todo el país con efecto inmediato”, añade el mensaje. La autoridad de aviación civil del país de África Occidental ha instado a las compañías aéreas a reprogramar los vuelos.

El de las dependencias militares no ha sido el único ataque de este domingo, pues el Gobierno ha confirmado también que los principales centros de detención del país, incluida la prisión central de Freetown, conocida como la Prisión de Pademba, también han sido asaltados. En esta cárcel, con capacidad para unos 300 presos, más de 2.000 personas sobreviven en condiciones de hacinamiento e insalubridad, según datos del Departamento de Estado de EE UU de 2019. Por ahora se desconoce cuántos prisioneros se han fugado.

Los asaltantes han liberado a varios presos y han secuestrado a otros en una acción organizada que ha provocado un tiroteo, según ha confirmado a la agencia Efe una fuente de los servicios penitenciarios. “Sí, hay una fuga de prisión. No puedo comentar más que esto”, afirmó la fuente. Posteriormente, el Gobierno ha difundido un mensaje en el que afirma: “En aras de proteger las vidas de los civiles, incluidas las de los prisioneros, las fuerzas de seguridad se han visto obligadas a realizar una retirada táctica”.

El popular rapero Alhaji Amadu Bah, alias LAJ, que cumple una pena de cárcel por robo y asalto en junio de este año, se encuentra entre los prisioneros que han escapado de la prisión, tal y como muestran varios vídeos difundidos en las redes sociales que no han podido ser verificados.

Un periodista de Reuters, que antes había presenciado cómo un grupo de armados requisaba un vehículo policial cerca del cuartel de Wilberforce, ha declarado que las calles cercanas estaban en su mayoría vacías. “Vamos a limpiar esta sociedad. Sabemos lo que nos proponemos. No perseguimos a ningún civil corriente que deba dedicarse a sus actividades normales”, le ha dicho uno de los hombres enmascarados, ataviado con uniforme militar, antes de marcharse.

El ministerio ha informado, asimismo, de que la sede de la radiotelevisión pública SLBC “no está en llamas ni bajo asedio”, desmintiendo así informaciones que circulan en redes sociales y aseguraban ese extremo. “El director general de la SLBC está haciendo su trabajo y no ha sido detenido. Las fuerzas de seguridad avanzan en el operativo para derrotar y apresar a los responsables de los ataques de hoy”, agrega el comunicado.

El ataque ha sido condenado por la Unión Europea, Estados Unidos, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) y el Reino Unido, entre otros. La Unión Europea ha pedido respeto por el orden constitucional y la embajada estadounidense en Freetown ha instado a la plena cooperación con la operación en curso de las fuerzas de seguridad del Gobierno para detener a los responsables. La Cedeao, con sede en Abuya (Nigeria), ha reprobado el “complot de ciertos individuos para adquirir armas y perturbar la paz y el orden constitucional en Sierra Leona”.

El suceso ha ocurrido después de que las autoridades informaran el pasado 31 de julio de que la policía detuvo a un número indeterminado de militares que planeaban usar protestas pacíficas como pretexto para cometer ataques contra instituciones del Estado.

Una cuestionada victoria

Sierra Leona celebró unas elecciones el pasado 24 de junio que dieron la victoria a Bio con un 56,17% de los votos, obteniendo así un segundo mandato de cinco años, pese a que la oposición cuestionó el resultado. Tales comicios fueron los quintos en Sierra Leona desde el final de su cruenta guerra civil (1991-2002), que devastó la nación y causó más de 50.000 muertos. Se desarrollaron aún bajo la sombra de las protestas del 10 de agosto de 2022 contra el elevado coste de la vida, duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad y en las que murieron al menos 27 civiles y seis policías.

Exbrigadier del ejército sierraleonés, Bio gobernó el país como dictador durante dos meses y medio en 1996, tras un golpe de Estado que dio paso a unas elecciones democráticas y multipartidistas.

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