Declarado culpable el hombre que atacó con un martillo en la cabeza al esposo de Nancy Pelosi

David DePape, de 43 años, enfrenta hasta 50 años de cárcel después de irrumpir en la residencia de San Francisco de la líder del Congreso

Ilustración del juicio contra David DePape.VICKI BEHRINGER (REUTERS)

David DePape, el hombre que irrumpió en la casa de Nancy Pelosi en octubre de 2022, ha sido declarado culpable este jueves por un tribunal de San Francisco de los delitos de agresiones e intento de secuestro a un funcionario federal. Bastaron solo ocho horas para que el jurado alcanzara el acuerdo en la responsabilidad del sospechoso, quien atacó con un martillo en la cabeza a Paul Pelosi, el esposo de la política demócrata. DePape, un ciudadano canadiense...

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David DePape, el hombre que irrumpió en la casa de Nancy Pelosi en octubre de 2022, ha sido declarado culpable este jueves por un tribunal de San Francisco de los delitos de agresiones e intento de secuestro a un funcionario federal. Bastaron solo ocho horas para que el jurado alcanzara el acuerdo en la responsabilidad del sospechoso, quien atacó con un martillo en la cabeza a Paul Pelosi, el esposo de la política demócrata. DePape, un ciudadano canadiense de 43 años, escuchó en calma y sin reaccionar a la lectura del juez. Recibirá la condena en diciembre, pero enfrenta hasta 50 años tras las rejas.

Nancy Pelosi, quien fue speaker de la Cámara de Representantes hasta noviembre del año pasado, ha asegurado en un comunicado que su esposo, de 82 años, “sigue avanzando en su recuperación” a un año del incidente y agradeció las muestras de cariño recibidas tras el ataque, que iba dirigido a ella. DePape, un adepto a las teorías conspiranoicas de la extrema derecha, irrumpió en su residencia la madrugada del 28 de octubre de 2022, pocos días antes de las elecciones de medio mandato.

DePape testificó durante el juicio que planeaba vestirse de unicornio y tomar por rehén a Pelosi y someterla a un interrogatorio grabado, que después subiría a Internet. El atacante pretendía hacer que Pelosi aceptara ante la cámara que había mentido al pueblo estadounidense. Y si no le daba la razón, iba a “romperle las rodillas”. Cuando fue detenido, DePape tenía con él una cuerda y esposas de plástico. Las autoridades también hallaron un ordenador y una tableta.

Los planes de DePape se vinieron abajo cuando entró en la residencia y se enteró de que la política estaba en Washington. Las cámaras de vigilancia de la casa lo muestran rompiendo una ventana para entrar en la casa. Durante el juicio, Paul Pelosi recordó cómo lo despertó un hombre robusto que irrumpió en su alcoba al grito de “¿dónde está Nancy?”. DePape amenazó con atarlo hasta que su esposa volviera del este.

“El golpe de shock fue tremendo”, dijo Paul Pelosi al jurado. “Me di cuenta de que estaba en serio peligro, pero intenté mantener la calma todo lo que pude”, añadió desde el estrado. Pelosi quiso mantener la calma a pesar de que el invasor tenía en la mano un martillo y cuerdas. Pudo llamar al 911, el número de emergencia, mientras DePape lo vigilaba y le ordenaba decir a las autoridades que era su amigo.

La cámara corporal utilizada por los policías que respondieron a la llamada de auxilio ha sido una de las piezas centrales de la evidencia presentada por la Fiscalía. En las duras imágenes, puede observarse a la pareja de policías que llega la residencia. Pelosi, en ropa interior y la camisa del pijama, abre la puerta con una mano. Con la otra sostiene el martillo, también empuñado por DePape. Este se lo arrebata y le pega un martillazo en la cabeza. Los policías se lanzan contra el atacante después del golpe. Pelosi dijo en el tribunal que recuerda haberse despertado en medio de un charco de su propia sangre.

El atacante testificó que buscaba terminar con la corrupción del Gobierno de Estados Unidos. Después de terminar su interrogatorio a Nancy Pelosi haría lo mismo con otros personajes de la política como el gobernador de California, Gavin Newsom y Hunter Biden, el hijo del presidente Joe Biden. Su plan iba más allá de los demócratas, pues se fijó como objetivo al actor Tom Hanks y una profesora de Feminismo y estudios de género que testificó en contra de DePape.

Desde el estrado, DePape afirmó que pensó que Paul Pelosi había muerto. Solo se enteró de que su víctima vivía tras la acusación de las autoridades. “Él nunca fue mi objetivo, lamento que haya resultado herido”, aseguró. Un médico neurocirujano afirmó durante el proceso que Pelosi necesitó placas y tornillos para las dos heridas y la fractura en el cráneo. DePape aún debe enfrentar otro juicio en tribunales locales por una nueva serie de cargos como ataque con arma homicida, abuso de mayores y robo, entre otros.

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