Los tanques y la aviación de Israel atacan hospitales y una escuela en el norte de Gaza
Blinken: “Han muerto demasiados palestinos; demasiados están sufriendo”. Hamás acusa al ejército de haber matado a 13 personas en el mayor centro sanitario de la capital. Un ataque aéreo contra una escuela donde se refugian civiles causa al menos 25 muertos, según fuentes sanitarias del enclave
La guerra de Gaza contra Hamás supera ya en duración a la que libró Israel en 2006 en el sur de Líbano, cuando quedó en tablas frente a la milicia proiraní de Hezbolá, pero sus consecuencias están siendo mucho más devastadoras, con más de 11.000 muertos según los servicios sanitarios de la Franja, controlada por el movimiento islamista desde hace 17 años. Los carros de combate israelíes han rodeado este viernes los hospitales del norte del enclave y han abierto fuego contra un p...
La guerra de Gaza contra Hamás supera ya en duración a la que libró Israel en 2006 en el sur de Líbano, cuando quedó en tablas frente a la milicia proiraní de Hezbolá, pero sus consecuencias están siendo mucho más devastadoras, con más de 11.000 muertos según los servicios sanitarios de la Franja, controlada por el movimiento islamista desde hace 17 años. Los carros de combate israelíes han rodeado este viernes los hospitales del norte del enclave y han abierto fuego contra un patio del complejo sanitario Al Shifa, el más importante y en cuyo subsuelo sitúan los servicios de inteligencia militares el centro de mando del brazo armado de Hamás. Este mismo grupo ha asegurado que al menos 13 personas han muerto en ese hospital, una cifra que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha podido confirmar. Israel lo niega de plano, asegura que protege a la población civil y precisa que sus operaciones van dirigidas contra milicianos que se ocultan en áreas residenciales. Los bombardeos aéreos han golpeado también a otros dos hospitales. Un responsable sanitario ha asegurado que al menos 25 personas han muerto en un ataque aéreo contra un colegio de la Franja. En este clima de escalada de bajas civiles, el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, ha advertido por primera vez de que “ya han muerto demasiados palestinos”.
Conforme avanzan las fuerzas israelíes en el corazón de la capital de la Franja, mayor riesgo tienen sus unidades de emprender acciones militares que puedan desembocar en crímenes de guerra. En el hospital Al Quds, también en la capital gazatí, al menos una persona ha muerto a causa de un ataque de las fuerzas israelíes, según la Media Luna Roja palestina, que informó de que se estaban produciendo intensos enfrentamientos en sus inmediaciones. El Hospital Indonesio ha sufrido graves daños y en el centro pediátrico oncológico Rantisi se ha producido un incendio, de acuerdo con los informes del Ministerio de Sanidad en Gaza, que ha aumentado este viernes la cifra de muertos en la guerra hasta 11.078 (260 más que en la jornada anterior), de los cuales más de 4.500 son menores de edad. En Israel, el balance de soldados muertos en la operación se eleva ya a 39, que se suman a los alrededor de 1.200 militares y civiles —el Ministerio de Exteriores israelí ha rebajado la cifra de la estimación inicial de unos 1.400— que perdieron la vida el 7 de octubre en la incursión de Hamás que desencadenó el conflicto.
“Israel está lanzando ahora una ofensiva bélica contra los hospitales de la capital de Gaza”, ha denunciado el director del hospital Al Shifa, Mohamed Abu Shelmeyah, en declaraciones recogidas por la agencia Reuters. El mismo responsable sanitario ha asegurado también que al menos 25 personas han muerto este viernes en un ataque israelí con misiles y proyectiles de artillería contra el colegio Al Buraq de Ciudad de Gaza, donde se refugian cientos de civiles que han perdido sus hogares durante la guerra o quienes confían en encontrar un lugar que esté a salvo de las bombas, protegido por la legislación internacional. Los heridos en el ataque han sido evacuados al hospital Al Shifa.
Los carros de combate Merkava IV y las unidades de blindados de transporte de tropas han avanzado en torno a los principales hospitales con el objetivo de destruir los puestos de mando de las brigadas Ezzedin al Qasam, ala militar de Hamás, que supuestamente se encuentran ocultos bajo los centros sanitarios, lo que el movimiento de resistencia islámica desmiente. El portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí, Ashraf al Qidra, afirma que el complejo sanitario Al Shifa ya ha sido atacado cinco veces.
El portavoz internacional de las Fuerzas Armadas de Israel, teniente coronel Richard Hecht, reafirmó que las tropas no abren fuego contra los hospitales, aunque “hacen lo que tienen que hacer si son atacados por los terroristas de Hamás” desde la zona de los hospitales. “No estamos arrojando bombas en [los hospitales] Al Shifa o Rantisi”, zanjó, aunque sí confirmó que las fuerzas israelíes estaban operando en las inmediaciones. Los portavoces del ejército israelí ha informado este viernes de que en 35 días de operaciones militares ha atacado más de 15.000 “objetivos terroristas” en la franja de Gaza, donde se ha incautado de más de 6.000 armas de todo tipo. La milicia islamista ha disparado miles de cohetes contra Israel. Dos mujeres han resultado heridas de metralla al impactar un proyectil este viernes en el área de Tel Aviv.
Presión de Washington
En un nuevo giro de presión al Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, ha criticado este viernes a Israel por el elevado número de víctimas civiles palestinas que están causando sus ataques en Gaza. Blinken ha transmitido a Netanyahu que debe hacer más para proteger a los gazatíes. “Ya han muerto demasiados palestinos; ya hay demasiados que están sufriendo desde estas pasadas semanas”, advirtió en Nueva Delhi el jefe de la diplomacia estadounidense, citado por Reuters.
Blinken reconoció en la capital india, en su novena jornada consecutiva de gira internacional, que las pausas humanitarias anunciadas no han ido demasiado lejos. “Estamos discutiendo varios pasos más con Israel”, agregó, “ya que aún queda mucho por hacer para minimizar los perjuicios a los civiles palestinos”. El jueves, EE UU aseguró que Israel iba a comenzar a implementar las pausas militares diarias de cuatro horas en áreas del norte de Gaza, según precisó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby. Sin embargo, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant enfatizó que solo se adoptarán “medidas localizadas y puntuales” sin afectar a la actividad bélica. Mientras, en la franja de Gaza siguen entrando con cuentagotas los camiones con suministros para la población civil, frente a los 500 diarios que accedían habitualmente antes del 7 de octubre. Las evacuaciones de heridos y las salidas de extranjeros a través del paso de Rafah son cada vez más escasas.
La realidad sobre el terreno sigue siendo confusa. Si bien es cierto que, por la mañana, miles de gazatíes se desplazaron hacia el sur este viernes a través de la carretera de Saladino, que atraviesa de punta a punta la Franja, al mediodía los carros de combate y la aviación lanzaron los primeros ataques en torno a hospitales de la capital del enclave.
Israel insiste en que no aceptará ningún alto el fuego que no implique la liberación de los 239 rehenes que siguen cautivos en Gaza desde el 7 de octubre. Cumple desde hace cinco días con el objetivo de que los gazatíes del norte puedan desplazarse hacia el sur, lo que el ejército de Israel persigue casi desde el inicio de las hostilidades, para escapar de los bombardeos. Más de 100.000 han seguido esta ruta en los dos últimos días, según fuentes militares israelíes. Sin embargo, las caravanas de evacuados se ven involucradas a menudo en incidentes armados, como en los que este viernes han muerto tres personas.
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