Italia pide formalmente a Bruselas revisar su plan de recuperación
Roma busca realizar reformas e inversiones en el marco del plan europeo para reducir la dependencia de combustibles fósiles
Diez días después de que Bruselas diera su visto bueno al pago del tercer tramo de su plan de recuperación, el Gobierno de Giorgia Meloni ha presentado formalmente este lunes a la Comisión Europea una petición para revisar dicho programa. Elaborado originariamente por el Ejecutivo previo de Mario Draghi, el plan nacional de recuperación y resiliencia ha convertido a Italia en el principal receptor de fondos de los planes europeos de recupe...
Diez días después de que Bruselas diera su visto bueno al pago del tercer tramo de su plan de recuperación, el Gobierno de Giorgia Meloni ha presentado formalmente este lunes a la Comisión Europea una petición para revisar dicho programa. Elaborado originariamente por el Ejecutivo previo de Mario Draghi, el plan nacional de recuperación y resiliencia ha convertido a Italia en el principal receptor de fondos de los planes europeos de recuperación para salir de la crisis provocada por la covid-19, con un total de 191.000 millones de euros en créditos y subvenciones para modernizar y hacer más verde la economía italiana, a cambio de una serie de reformas.
Roma ha indicado, según el Ejecutivo europeo, su intención de añadir a su plan nacional un capítulo para obtener fondos a través del REpowerEU, el programa lanzado tras la invasión rusa de Ucrania hace un año para reducir la dependencia de combustibles fósiles, especialmente del ruso, y ayudar a los Estados miembros a “fomentar fuentes de energía sin emisiones de carbono y la resiliencia energética”.
Los fondos del REpowerEU a los que Roma puede tener acceso tras presentar esta solicitud —aún pendiente de su revisión en Bruselas— ascienden a los 2.760 millones de euros. El Gobierno italiano ha planteado, según la Comisión, diversas reformas en materia de desarrollo de energías renovables, impulsar las competencias ecológicas en los sectores público y privado, luchar contra subvenciones perjudiciales para el medio ambiente o la mejora de la producción de biometano. Asimismo, Roma propone inversiones para mejorar las redes energéticas, la eficiencia energética y las cadenas de suministro estratégicas.
Más allá del nuevo capítulo para salir de la dependencia de energías fósiles, Roma propone a Bruselas revisar 144 “inversiones y reformas” relacionadas con las seis áreas —o “misiones”— temáticas de su plan de recuperación nacional (digitalización y competitividad, transición ecológica, movilidad sostenible, educación, inclusión y cohesión y salud).
La modificación de su plan nacional se debe, cita Bruselas a Roma, a la necesidad de tener en cuenta el impacto negativo, a nivel global, de elementos como “la alta inflación y restricciones en las cadenas de suministro”. Desde su llegada al poder el año pasado, Meloni ha tratado de cambiar el plan diseñado por Draghi, alegando que las circunstancias han cambiado y que no era su propio programa. Hasta ahora, la Comisión replicaba que se pueden cambiar matices, pero no hacer reformas de fondo.
Con todo, el equipo de la presidenta del Ejecutivo europeo, Ursula von der Leyen, ha tratado en los últimos tiempos de evitar una confrontación abierta con Roma como la que mantiene con los gobiernos de Polonia o Hungría, a los que la Comisión tiene retenidos miles de millones de euros por violación de normas comunitarias. De hecho, a finales de julio, Bruselas dio su visto bueno al desembolso de un tercer tramo de 18.500 millones de euros del fondo anticrisis de la UE, lo que puso fin a casi ocho meses de un pulso entre Roma y Bruselas, que mantenía congelados los fondos al considerar que a Italia le faltaba aún un hito por cumplir, hecho por el cual se han retenido unos 500 millones de euros hasta el próximo tramo, el cuarto. A mediados del mes pasado, Von der Leyen viajó además con Meloni y con el primer ministro saliente de Países Bajos, Mark Rutte, a Túnez para firmar un controvertido principio de acuerdo migratorio que exigía Roma, que ha hecho de la mano dura en materia migratoria, sobre todo para frenar la llegada de pateras, uno de sus caballos de batalla.
Según ha indicado la Comisión Europea este lunes, ahora deberá realizar una evaluación de si el plan presentado por Italia sigue cumpliendo los criterios establecidos en el reglamento del plan de recuperación. Si dicha evaluación resulta positiva, realizará una propuesta para modificar la ejecución del plan, que deberá ser refrendada por el Consejo de la UE.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.