“Que atrapen a ese monstruo”: el pastor evangélico José Linares, denunciado por violación por su propia hija

El fundador del Movimiento Pro Familia Pro Vida de Perú ha sido acusado de abusar sistemáticamente de su hija, quien dio a luz en el 2003, cuando tenía 13 años

El pastor José Linares Cerón en una imagen de sus redes sociales.

Desde 1989, cuando fundó el Movimiento Pro Familia Pro Vida, con tan solo 22 años, José Linares Cerón ha pregonado una vida ejemplar. Este pastor evangélico, autoproclamado defensor de la niñez, solía esperar con entusiasmo cada segundo domingo de setiembre, el Día de la Familia Peruana, para dar consejos sobre cómo guiar con amor y sabiduría a los hijos. “El niño aprende a saber quién es a partir de la relación con sus padres”, decía. Hace poco, una...

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Desde 1989, cuando fundó el Movimiento Pro Familia Pro Vida, con tan solo 22 años, José Linares Cerón ha pregonado una vida ejemplar. Este pastor evangélico, autoproclamado defensor de la niñez, solía esperar con entusiasmo cada segundo domingo de setiembre, el Día de la Familia Peruana, para dar consejos sobre cómo guiar con amor y sabiduría a los hijos. “El niño aprende a saber quién es a partir de la relación con sus padres”, decía. Hace poco, una de sus hijas, hoy de 33 años, denunció lo que había callado por años: que Linares Cerón la violó sistemáticamente y que producto de los abusos dio a luz a los 13 años, en el 2003.

“Quiero que atrapen a ese monstruo”, ha salido a decir a los medios sin mostrar su rostro ni develar su identidad. Su infierno comenzó a los siete años, cuando fue a vivir con su padre. Una casa de 1.000 metros cuadrados y material noble, en el distrito limeño de Surquillo, donde Linares Cerón habitaba con sus siete hermanos. Las dos únicas mujeres eran ella y su abuela. Su padre, que fue acumulando poder con el paso del tiempo, la obligó a dormir con él hasta los doce años. Y fue precisamente a esa edad, cuando ya había abandonado el colegio porque nadie se ocupó de ella, que salió embarazada de su padre. “No sabía lo que era y tampoco sabía lo que se estaba formando dentro de mí, porque nunca me llevaron a un control prenatal”, ha dicho.

Pero la violencia sexual y el desamparo también provino de sus tíos. Ella acusa a Pablo de tocamientos indebidos y a Robert, once años menor que su padre, de haberla violado durante muchos años “en cualquier momento, ya sea de día o de noche”. De hecho, cuando se confirmó que estaba embarazada, José Linares Cerón le dijo que ese hijo no era suyo, sino de Robert, revelando que sabía de la vejación colectiva. “Cuando tuve a mi hijo entre mis brazos, mi padre me manipuló obligándome a decirle a la Policía que mi hijo era de una persona que me había dejado. Al salir del hospital me llevó donde vivía con mi madrastra, que era su secretaria. Me hizo dormir con mi hijo en el suelo sobre un colchón”, recuerda.

En octubre de 2006, el calvario continuó: alumbró a su segundo hijo, con 16 años. En este caso, ella señala que el padre fue Robert. Ambos hijos, según dice, están bajo la custodia de Linares Cerón. “Yo nunca tuve una vida normal. No salía a la calle, no estudiaba, no tenía fiestas infantiles, todo era dentro casa y la única vida social que he podido tener era con mi progenitor”. Un hombre que también la agredió físicamente. Una vez, por salir en defensa de su madrastra, Linares Cerón la tumbó de un puñetazo y casi la asfixia. “Me armé de valor y le grité con todas mis fuerzas que él me había tocado, que me había violado de pequeña. Mi padre enloqueció y me cogió del cuello contra la pared. Logré escapar pidiéndole ayuda a mi tío Pablo, que vivía en otro cuarto. Él también me tocó cuando era pequeña”. Eso es vivir cercada por el horror.

A través de su Movimiento Pro Familia Pro Vida, José Linares Cerón se ha ido inmiscuyendo en la política peruana y en el debate nacional. Promovió la revocatoria fallida de la exalcaldesa Susana Villarán en 2013; fundó el colectivo Con Mis Hijos No Te Metas, que surgió en 2016 para frenar la educación sexual integral en los colegios, aduciendo que se trataba de una “ideología de género”; ha apoyado las candidaturas de Keiko Fujimori, sobre todo la última, donde se sumó a la narrativa del fraude electoral que nunca se pudo comprobar y ha impulsado marchas de grupos radicales en contra de la izquierda peruana.

En su página web, donde aparece cargando a una niña, se define como un “luchador social” que dicta conferencias alrededor del mundo sobre “honestidad, principios y valores”. Lo cierto es que tanto en sus redes sociales como en aquellos encuentros no contagia mucho amor. “La ONU pretende abrir una vía para legalizar la pederastia con la agenda de género”; “la dictadura gay es inaceptable”; “la agenda pro-abortista busca que nuestra juventud se pudra y se malogre” son algunos de sus mensajes de paz. A escala internacional fomentó la campaña de Mitt Romney en su intento por ser el candidato del Partido Republicano en las elecciones estadounidenses de 2008.

Sus antecedentes no parecen ser los de un hombre bienaventurado que ha seguido el camino del Señor. En 1991 fue acusado por un miembro de su iglesia de haber abusado y haber dejado embarazada a su hermana, una menor de edad. También ha sido denunciado por los presuntos delitos de coacción, violación a la intimidad y actos contra el pudor. Todos los casos prescribieron. Hoy el pastor José Linares Cerón está en paradero desconocido. Sus redes permanecen en silencio. Su hija implora justicia.

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