El ministro de Economía alemán destituye a su mano derecha en medio de un escándalo de presunto nepotismo

La salida del secretario de Estado de Energía supone un golpe a la reputación de Los Verdes, ya muy tocados en las encuestas

El ministro de Economía y Clima alemán, Robert Habeck (derecha), junto al secretario de Estado de Energía, Patrick Graichen, en una reunión el pasado 10 de mayo.MICHELE TANTUSSI (REUTERS)

Un presunto caso de nepotismo entre altos cargos del partido verde alemán se ha cobrado su primera víctima este miércoles con la destitución de Patrick Graichen, número dos del ministro de Economía y Clima, Robert Habeck. Graichen, viceministro ―equivalente a secretario de Estado― de Energía y mano derecha del ministro, es el ideólogo de las políticas energéticas del Gobierno de coalición, entre ellas la ...

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Un presunto caso de nepotismo entre altos cargos del partido verde alemán se ha cobrado su primera víctima este miércoles con la destitución de Patrick Graichen, número dos del ministro de Economía y Clima, Robert Habeck. Graichen, viceministro ―equivalente a secretario de Estado― de Energía y mano derecha del ministro, es el ideólogo de las políticas energéticas del Gobierno de coalición, entre ellas la muy polémica decisión de prohibir la instalación de nuevas calderas de gas y gasóleo a partir del año que viene. La salida de Graichen supone un golpe a la reputación de Los Verdes, ya muy tocados en las encuestas después de proponer medidas en favor del clima criticadas por la oposición.

Graichen —y por extensión también Habeck— llevaba dos semanas en el ojo del huracán después de que se conociera que facilitó la contratación de un amigo suyo, y padrino de su boda, como director de la Agencia Alemana de la Energía. Fue uno de los tres miembros del comité que nombró para el puesto a Michael Schäfer, exdiputado de Los Verdes y conocido asesor en cuestiones de energía. Entonces no declaró tener conflicto de intereses; es decir, no comunicó oficialmente la relación de amistad que les unía. Inicialmente, Habeck salió en su defensa. Aseguró que la contratación había sido un error, pero que confiaba plenamente en su profesionalidad y destacó su papel en la rápida desconexión de Alemania de su fatal dependencia de las importaciones energéticas rusas.

El ministro de Economía y Clima alemán, Robert Habeck, este miércoles durante la rueda de prensa en la que ha anunciado la destitución de Patrick Graichen.CLEMENS BILAN (EFE)

Sin embargo, la presión fue creciendo tanto por parte de la oposición como dentro de la propia coalición —formada por los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz, Los Verdes y los liberales del FDP— y Habeck se vio obligado a tomar medidas. La primera fue abrir una investigación interna que ha desvelado otros vínculos familiares poco transparentes. El propio Habeck ha anunciado la destitución de su hombre de confianza en una rueda de prensa en Berlín. “La gente comete errores; este ha sido un error de más”, ha asegurado el ministro, con semblante serio. “En conjunto, Patrick Graichen se ha vuelto demasiado vulnerable a los ataques como para poder ejercer su cargo de manera efectiva”, ha añadido.

Habeck ha relatado este miércoles que Graichen infringió la normativa interna relativa a la financiación pública de un proyecto nacional de investigación en el que participaba su hermana. El ya exsecretario de Estado de Energía participó en el proceso de aprobación de la entrega de 600.000 euros a la organización medioambiental Öko-Institut. Allí trabajan tanto su hermana Verena como su hermano Jakob. Verena además está casada con otro secretario de Estado del mismo ministerio, Michael Kellner. Esta relación de parentesco era conocida cuando se formó el Gobierno de coalición, en diciembre de 2021, pero se ha sacado a relucir para poner énfasis en la red de relaciones familiares que han tejido los altos cargos verdes en el Gobierno alemán.

En rueda de prensa, Habeck ha reconocido lo mucho que le ha costado tomar la decisión de apartar a su estrecho colaborador y ha anunciado que buscará un reemplazo lo antes posible. Tras su intervención, los democristianos de la CDU han exigido que el proyecto de ley para descarbonizar las calefacciones alemanas, impulsado por Graichen, sea desechado.

Tanto Habeck como Graichen pertenecen a Los Verdes, que han visto caer en picado su popularidad en las últimas semanas ante la desconfianza de los alemanes por el coste de sus políticas climáticas y decisiones como el cierre definitivo de las centrales nucleares. El plan para impedir la instalación de nuevas calderas que funcionan con combustibles fósiles ha sido muy criticado por su elevado coste y la poca antelación con la que se ha propuesto. El escándalo de las relaciones familiares en el ministerio de Habeck resulta especialmente embarazoso para Los Verdes, que presumen de transparencia y han echado en cara repetidamente a otros partidos su deficiente gestión de los conflictos de interés.

Además de las encuestas, que dejan a los ecologistas en alrededor de un 15% de intención de voto frente al 23% que registraron el año pasado, los resultados de las últimas elecciones regionales, en Bremen, muestran el bache por el que atraviesa el partido. En la ciudad hanseática, donde tradicionalmente habían obtenido buenas cifras, el apoyo a sus candidatos cayó un tercio respecto a los anteriores comicios, hasta el 12%.

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