El círculo de Putin pide matar a Zelenski tras el supuesto ataque al Kremlin
Rusia y Ucrania se enzarzan en un cruce de acusaciones sobre la autoría de la agresión al edificio gubernamental en pleno centro de Moscú
La explosión de dos drones sobre uno de los palacios del Kremlin ha llevado al círculo del presidente ruso a plantear abiertamente el asesinato del mandatario ucranio, Volodímir Zelenski, o una destrucción de Ucrania aún mayor. Vladímir Putin, poseedor de la última palabra en Rusia, es consciente del dilema ante el que se encuentra: el ultranacionalismo ruso espera una respuesta dura por tamaña afrenta, pero una escalada de ...
La explosión de dos drones sobre uno de los palacios del Kremlin ha llevado al círculo del presidente ruso a plantear abiertamente el asesinato del mandatario ucranio, Volodímir Zelenski, o una destrucción de Ucrania aún mayor. Vladímir Putin, poseedor de la última palabra en Rusia, es consciente del dilema ante el que se encuentra: el ultranacionalismo ruso espera una respuesta dura por tamaña afrenta, pero una escalada de esa magnitud asustaría hasta a sus socios. El presidente queda así en una situación muy complicada: o bien no tiene más herramientas que ofrecer para demostrar su poder —las ciudades ucranias ya reciben oleadas de misiles desde hace meses— o bien su respuesta cruzaría todas las líneas rojas de la comunidad internacional.
“Después del atentado terrorista de hoy [por el miércoles], no hay otras opciones, salvo eliminar físicamente a Zelenski y su pandilla”, dijo el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, el expresidente Dmitri Medvédev. Sus palabras fueron retuiteadas este jueves por cuentas oficiales que dependen del Ministerio de Exteriores ruso. Uno de los mayores agitadores en la televisión rusa, Vladímir Solovyov, afirmó en su programa, uno de los más vistos del país, que nada puede salvar a Zelenski, como nada salvó al general iraní Qasem Soleimani de ser asesinado por Estados Unidos en 2020. “No nos debe preocupar en qué país esté, ni que Países Bajos [país que ha visitado Zelenski este jueves] sea un miembro de la OTAN”, recalcó.
La vida de Zelenski ha corrido peligro desde el mismo inicio de la guerra. Según reveló The Times, cientos de combatientes chechenos intentaron infiltrarse en Kiev a finales de febrero del 2022 para acabar con el líder ucranio. Su fracaso cimentó la resistencia ucrania desde entonces. Este mismo jueves, Kiev ha sufrido un nuevo ataque con drones. Al menos uno de ellos ha sido derribado, según ha señalado el alcalde de la capital, Vitali Klitschko.
No son estas las únicas amenazas contra Ucrania y su líder que han lanzado en las últimas horas leales a Putin. “No puede haber negociaciones con el régimen de Zelenski. Exigiremos el uso de armas capaces de detener y destruir el régimen terrorista de Kiev”, afirmó el miércoles el presidente de la Duma Estatal, Viacheslav Volodin. “Rusia responderá de acuerdo con sus evaluaciones de la amenaza que Kiev ha creado para el liderazgo de nuestro país”, ha avisado el Ministerio de Exteriores a través de un comunicado.
En esa espiral de escalada verbal, el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, ha acusado a Estados Unidos de haber orquestado el ataque. “Sabemos bien que las decisiones sobre estas acciones, sobre estos atentados, no se toman en Kiev, sino en Washington. Y Kiev cumple lo que le dicen que haga”, ha manifestado el representante del Kremlin.
China, el principal socio de Moscú, ha pedido calma ante el riesgo de agravamiento de la tensión. “Todas las partes deben evitar tomar medidas que puedan empeorar aún más la situación”, ha declarado la portavoz de Exteriores, Mao Ning, según la agencia Efe. Por su parte, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dice creer el desmentido de Kiev y ha instado a Rusia “a que no utilice este supuesto ataque como argumento para una mayor escalada”.
Estados Unidos, mientras, rechaza las acusaciones de Peskov. “Simplemente, miente”, ha respondido el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby. “Les puedo asegurar que Estados Unidos no está involucrado en esto”, ha agregado, y ha añadido con prudencia: “Todavía no sabemos qué pasó realmente”.
Hace tiempo que Washington trata de atar en corto a Kiev para evitar una escalada de los ataques en territorio ruso, hasta ahora focalizados en depósitos de combustible y bases militares. Según documentos de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense a los que tuvo acceso The Washington Post, Kiev “accedió, a petición de Washington, a posponer los ataques” que tenía previsto cometer en Moscú con motivo del primer aniversario de la guerra. Asimismo, The New York Times publicó en octubre del año pasado que la inteligencia estadounidense sospechaba que Ucrania pudo estar detrás del asesinato de la hija del pensador ultranacionalista ruso Alexánder Dugin.
Cruce de acusaciones
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de la autoría del ataque, cada uno con sus propios argumentos. Kiev asevera que Moscú ha realizado un ataque de falsa bandera (una operación realizada con la intención de responsabilizar a otro y crear así el pretexto para un ataque). El Kremlin ha sido señalado en otras ocasiones por usar esta estrategia. El 18 de febrero de 2022, una semana antes de comenzar la invasión de Ucrania, las autoridades impuestas por Moscú en Donetsk y Lugansk anunciaron una evacuación masiva por una supuesta ofensiva ucrania tras siete años de combates de baja intensidad. También se registró la explosión de un coche bomba sin víctimas en Donetsk. El mensaje sobre la evacuación había sido grabado, sin embargo, el 16 de febrero, según los metadatos de los vídeos, es decir, antes de que comenzase el grave intercambio de fuego con el que Moscú justificó la invasión y del que Ucrania culpó a los separatistas.
“Nosotros no atacamos a Putin o a Moscú. Nosotros peleamos en nuestro territorio. Eso se lo dejamos al Tribunal [Internacional]”, afirmó rotundamente Zelenski este miércoles.
Kiev ha dejado caer que podría haber sido un ataque realizado por algún movimiento rebelde ruso con drones comprados en alguna tienda militar. Una de estas agrupaciones se ha atribuido una incursión en la frontera recientemente.
El exasesor de Putin Serguéi Markov ha recordado un mensaje en Twitter del secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa ucranio, Oleksiy Danilov, del pasado 29 de marzo, que apuntala la especulación sobre la autoría de Ucrania. “Enjambre ucranio Mathias Rust: decenas de modelos, miles de drones. Aparatos aéreos no tripulados al servicio de las Fuerzas Armadas de Ucrania con un alcance de vuelo de más de 3.000 kilómetros”, escribió Danilov. Hacía referencia al famoso piloto alemán que sorteó las defensas antiaéreas soviéticas y aterrizó su avioneta en la plaza Roja el 28 de mayo de 1987.
Con independencia de quién es el autor del ataque, la clave es cómo responderá Putin. Rusia lanzó algunas oleadas de misiles contra Ucrania tras el asesinato de Dugina y la voladura del puente de Crimea, y esta última semana ha efectuado tres bombardeos masivos en seis días. Hay quien pide más. Markov ha insinuado que el presidente ruso solo puede reaccionar con un ataque contra el propio Zelenski si llega a localizarlo, pero a la vez, reconoce dificultades en cualquier respuesta. “¿Cómo respondería usted al golpe del Kremlin? ¿Atacar la residencia de Zelenski en Kiev? Ya no está allí ¿Golpear el centro de Kiev? Kiev es ciudad rusa ¿Golpear al Estado Mayor ucranio? El Pentágono controla todo ¿Golpear al Pentágono? Sería la III Guerra Mundial ¿Atacar con armas tácticas? No tendría mucho impacto militar y llevaría al aislamiento político real de Rusia en el mundo?”
La aproximación del politólogo difiere de los exabruptos de muchos políticos rusos. El exjefe de la agencia espacial rusa, Dmitri Rogozin, ha manifestado que Rusia “tiene por su doctrina militar todo el derecho a utilizar armas nucleares tácticas” y que ello sería conveniente ante la inminente ofensiva ucrania.
Nuevos detalles sobre el ataque al Kremlin
La noche del 2 al 3 de mayo explotaron dos drones sobre el complejo del Kremlin. No hubo víctimas a pesar de que había dos personas sobre el techo donde estalló uno de los aparatos. “Por lo que sé por nuestro departamento de limpieza, se han quemado dos láminas de cobre que recubren la cúpula. Todo quedará como nuevo”, ha sido la valoración de los daños del portavoz de Putin.
Las imágenes difundidas de las cámaras de seguridad muestran que un primer dron llegó desde el sur de Moscú y estalló a las 2.27 de la noche capitalina (1.27 de España peninsular). El segundo, que llegó desde el este de la ciudad, explotó en el mismo punto que el anterior a las 2.43 horas de Moscú. En los vídeos no está claro si fueron derribados, como subraya la versión oficial rusa.
El diario independiente Meduza ha estimado que la velocidad de esos drones era lenta en comparación con los que se suelen utilizar para golpear la infraestructura militar rusa, que alcanzan aproximadamente entre 108 y 126 kilómetros por hora. El modelo ucranio que podría encajar es el UJ-22, capaz de recorrer 800 kilómetros —Moscú está a más de 500 de la frontera ucrania—. Las fuerzas de seguridad rusas aseguraron haber hallado tres de estos drones en la región de Moscú a finales de abril: dos con cámaras y uno con medio kilo de explosivos.
La otra opción sería el uso de los drones de corto alcance que se emplean en el frente, pero ello implicaría haberlos lanzado prácticamente desde dentro de Moscú.
En ambos casos sería un fracaso de los sistemas antiaéreos y de las fuerzas de seguridad rusos. Hace casi 36 años, el líder soviético Mijaíl Gorbachov destituyó fulminantemente a su ministro de Defensa y a su jefe de la defensa aérea por el aterrizaje de Rust. Putin, con una guerra estancada desde hace más de un año, mantiene a su alto mando en el cargo contra viento y marea.
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