Netanyahu da marcha atrás a la destitución del ministro que se desmarcó de la reforma judicial

El jefe de Gobierno israelí confirma que Yoav Gallant seguirá al frente de Defensa. Mantenía la cartera en medio de la incertidumbre porque nunca recibió comunicación formal de la medida

Benjamín Netanyahu, durante su comparecencia, este lunes en Tel Aviv.Ohad Zwigenberg (AP)

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha anunciado este lunes que Yoav Gallant seguirá al frente de la cartera de Defensa, en una marcha atrás al anuncio de su destitución que hizo el mes pasado, cuando este se convirtió en el primer miembro del Gobierno en desmarcarse públicamente de la reforma judicial. La destitución desencadenó 24 horas de manifestaciones multitudinarias, paralización parcial del principal aeropuerto y hu...

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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha anunciado este lunes que Yoav Gallant seguirá al frente de la cartera de Defensa, en una marcha atrás al anuncio de su destitución que hizo el mes pasado, cuando este se convirtió en el primer miembro del Gobierno en desmarcarse públicamente de la reforma judicial. La destitución desencadenó 24 horas de manifestaciones multitudinarias, paralización parcial del principal aeropuerto y huelga general que llevaron a Netanyahu a pisar temporalmente el freno del controvertido cambio legal que promueve.

“Gallant seguirá en el puesto”, ha señalado en una rueda de prensa en Tel Aviv, en la que ha asegurado haber “dejado atrás, no a un lado” las diferencias entre ambos. En una comparecencia el 26 de marzo, el ministro de Defensa defendió la necesidad de la reforma, pero pidió su paralización por las consecuencias para la seguridad de Israel del cisma político y social que venía generando, como la negativa de cientos de reservistas del ejército a cumplir determinadas tareas. Un día más tarde, Netanyahu anunció en un breve comunicado su destitución.

La medida incendió las calles y el jefe de Gobierno se vio forzado, apenas 24 horas más tarde, a aplazar la reforma hasta el próximo periodo de sesiones parlamentarias, que comienza a finales de abril y concluye en julio. Se encontró entonces con que se disponía a prescindir de uno de los principales y más respetados ministros del país ―además de compañero de partido (el derechista Likud)― por pedir algo similar a lo que él acababa de anunciar. Netanyahu solo había comunicado verbalmente a Gallant la decisión, no por escrito, que es cuando empiezan a contar las últimas 48 horas en el cargo. Así que la defenestración quedó en el aire y dio paso a negociaciones bajo cuerda y llamamientos a Netanyahu ―desde dentro y fuera del país― a dar marcha atrás, en paralelo a la negociación entre Gobierno y oposición de un nuevo texto de la reforma en la residencia del presidente, Isaac Herzog.

Este lunes, al calmarse la escalada de tensión de los últimos días en Oriente Próximo y en medio de una fuerte caída en los sondeos, Netanyahu ha abandonado la ambigüedad que mantenía sobre el tema para confirmar que Gallant seguirá al frente de Defensa. Este ha respondido de inmediato con un tuit con una foto de ambos y el mensaje: “Seguimos juntos con toda la fuerza, en pro de la seguridad de Israel”.

Netanyahu ha hecho el anuncio con dos detalles de gran simbolismo. El primero es comparecer solo, y no con el ministro cuya recuperación estaba anunciando. El segundo, hacerlo desde el complejo en Tel Aviv que alberga el Ministerio de Defensa, en vez de su oficina como jefe de Gobierno en Jerusalén, como es habitual. Al igual que en sus anteriores legislaturas, a Netanyahu le gusta ser el rostro visible de las decisiones relacionadas con asuntos de seguridad y defensa, como es el caso de esta escalada de violencia, a la que ha dedicado buena parte de su intervención para culpar al anterior Ejecutivo, la amplia coalición que lideraron durante año y medio Naftali Bennett y Yair Lapid, hoy jefe de la oposición.

Netanyahu ha asegurado que tanto el importante pacto con Líbano para la delimitación de la línea de explotación de los yacimientos de gas en el Mediterráneo, que firmó el anterior Gobierno y que ha vuelto a llamar “el acuerdo de la traición”, como las renuncias de reservistas en las últimas semanas a cumplir determinadas misiones en protesta por la reforma judicial han sido interpretadas por los “enemigos de Israel” como muestras de “debilidad” que les han espoleado a lanzar decenas de cohetes en los últimos días desde Líbano, Siria y Gaza. “Nuestros enemigos escuchan eso, lo ven y escriben lo que piensan. Y creen que nos podrán vencer”, ha señalado. “Le dije al anterior Gobierno: no estropeéis demasiado, que tendremos que arreglarlo. Y lo estamos arreglando [...] Este Gobierno devolverá la calma y la seguridad”, ha sentenciado.

En una entrevista con el canal 11 de la televisión israelí minutos después de la rueda de prensa, Bennett ha acusado a Netanyahu de hacer un discurso “llorica” en el que ha “eludido la más mínima toma de responsabilidad” por el deterioro de la situación de seguridad. “Es justo lo contrario de lo que necesita ahora este país”, ha añadido.

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