La OTAN alerta de que la nueva ofensiva rusa en Ucrania ya ha comenzado y urge a enviar más armas
El secretario general de la Alianza Atlántica afirma que el Kremlin ha incrementado los ataques y está enviando “miles y miles de soldados más”
La nueva ofensiva rusa en Ucrania ha empezado ya. A solo unos días del primer aniversario de la invasión a gran escala lanzada por el presidente Vladímir Putin, el Kremlin está reforzando sus capacidades sobre el terreno, según ha alertado este lunes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
“Ya estamos viendo el comienzo [de la nueva ofensiva]. Estamos viendo cómo Rusia, el presidente Putin, está mandando miles y miles de soldados más, más armas, más capacidades, aceptando una tasa muy alta de bajas, sufriendo grandes pérdidas, pero presionando a los ucranios”, ha advertido p...
La nueva ofensiva rusa en Ucrania ha empezado ya. A solo unos días del primer aniversario de la invasión a gran escala lanzada por el presidente Vladímir Putin, el Kremlin está reforzando sus capacidades sobre el terreno, según ha alertado este lunes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
“Ya estamos viendo el comienzo [de la nueva ofensiva]. Estamos viendo cómo Rusia, el presidente Putin, está mandando miles y miles de soldados más, más armas, más capacidades, aceptando una tasa muy alta de bajas, sufriendo grandes pérdidas, pero presionando a los ucranios”, ha advertido por primera vez el máximo responsable de la Alianza Atlántica tras semanas de indicios de que Rusia estaba tomando posiciones para recrudecer la guerra. Por ello, ha urgido a los aliados a acelerar los envíos de armas a Kiev.
“El presidente Putin no se prepara para la paz, está lanzando nuevas ofensivas”, ha asegurado Stoltenberg en una rueda de prensa en Bruselas, previa a la reunión de ministros de Defensa de los países aliados que se celebrará el martes y miércoles. “Las capacidades clave como municiones, combustible y repuestos deben llegar a Ucrania antes de que Rusia pueda tomar la iniciativa en el campo de batalla. La velocidad salvará vidas”, ha insistido.
El tajante mensaje de Stoltenberg se hace más claro mientras Ucrania eleva sus súplicas para recibir más provisiones de material de defensa. Las tropas de Kiev tratan de resistir en Donbás, en el este, donde se libran los combates más sangrientos y Rusia ataca por dos focos; y también buscan ganar terreno y preparan una contraofensiva en el sur. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, reclamó a sus aliados más armas y más rápido la semana pasada, en una pequeña e inédita gira por Reino Unido, Francia —donde se vio con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz— y Bruselas, donde se reunió con los líderes de los Veintisiete. Allí, en reuniones con pequeños grupos de países, volvió a entregar a cada uno de los jefes de Estado y de Gobierno una lista detallada de qué material de sus arsenales (que Kiev parece conocer a la perfección) necesita. Una imagen que recordó a los primeros días de la invasión, cuando Zelenski urgía a los aliados a enviar todo lo que pudieran.
La ocasión, a un año de la invasión, vuelve a hacer la petición urgente. Rusia está endureciendo los ataques en los frentes de Lugansk y Donetsk y también prepara nuevas ofensivas en el flanco sur. Sus capacidades puede que no sean extremadamente sofisticadas y Moscú sigue cometiendo errores que le salen muy caros en el campo de batalla. Sin embargo, ha advertido Stoltenberg, lo que le falta a Moscú en calidad lo intenta compensar en cantidad. “Los rusos están dispuestos a enviar esas fuerzas y sufrir un alto número de bajas”, ha alertado.
“Es urgente dotar a Ucrania de más armas. Cuanto más rápido podamos entregar armas, municiones, piezas de repuesto y combustible al frente ucranio, más vidas salvaremos y mejor apoyaremos los esfuerzos para encontrar una solución pacífica y negociada a este conflicto”, ha dicho el líder de la OTAN.
Sin embargo, aunque un buen número de países ha acelerado las entregas de armas, la coalición para el envío de tanques Leopard 2 no termina de despegar. Puede que aún falten un par de meses hasta que los carros de combate de fabricación occidental lleguen a Ucrania con toda su capacidad. Mientras, el Gobierno de Zelenski reclama misiles de medio y largo alcance y también cazas de combate.
Se prevé que el martes, en la reunión de los ministros de Defensa del grupo de contacto para Ucrania con su homólogo ucranio, Oleksii Reznikov, se trate de diseñar una estrategia para incrementar los envíos de munición a la antigua república soviética y acelerar la coalición Leopard, que, según el Gobierno de Kiev, estará liderada por Ucrania y Polonia. El jueves, durante su visita a Bruselas, Zelenski logró arrancar a unos cuantos países (Polonia, Países Bajos, los bálticos y República Checa) el compromiso de debatir de forma más oficial sobre el envío de aviones, según fuentes comunitarias. Pero por ahora la prioridad es poner sobre el terreno los tanques. Mientras, el entrenamiento de los soldados ucranios para el manejo de los Leopard de fabricación alemana y los Challenger británicos ya ha comenzado.
La viceprimera ministra ucrania y responsable para la Integración Euroatlántica, Olha Stefanishyna, urgió este lunes a actuar ya. “El titular del mensaje que los ucranios traemos a Europa y a todo el mundo es que cualquier acción que se pueda tomar debe tomarse ahora y es urgente”, dijo en un acto en Berlín antes de la Conferencia de Seguridad de Múnich de esta semana.
Los aliados se quedan sin munición
A medida que se han incrementado las entregas de munición de los aliados a Ucrania, los países de la OTAN han entrado en una carrera logística con Rusia. “La guerra en Ucrania está consumiendo una enorme cantidad de municiones y agotando las reservas de los aliados”, ha advertido Stoltenberg, que ha explicado que la tasa actual de gasto en proyectiles de Ucrania es mucho mayor que la tasa actual de producción de las industrias de los países aliados. Son industrias ahora bajo presión, ha dicho. La reposición de los arsenales, los acuerdos a medio y largo plazo y posibles acuerdos también con la Unión Europea para coordinar esfuerzos estarán también sobre la mesa en la reunión de este martes y miércoles en Bruselas.
Los inventarios están bajo presión, según el último estudio de la Alianza, que ha analizado dónde escasean más los suministros y dónde hay que iniciar una reposición inmediata. La industria de defensa suele trabajar a demanda y los tiempos de espera se han incrementado mucho. Un ejemplo: la entrega en fábrica de municiones de gran calibre ha pasado de 12 a 28 meses, según Stoltenberg.
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