El terremoto deja sin casa a cientos de miles de personas en Turquía y convierte en inhabitables grandes extensiones de ciudades

El Gobierno de Erdogan calcula que el seísmo ha dejado más de 13 millones de damnificados y decenas de miles han sido evacuados al oeste del país

Dos personas, ante un edificio destruido en Elbistan, este jueves. Foto: FRANCISCO SECO (AP) | Vídeo: EPV
Estambul -

El terremoto que el pasado lunes sacudió a Turquía y Siria y causó más de 20.000 muertos ha convertido ya en inhabitables grandes superficies de ciudades turcas. “Llevo un autobús vacío a Elbistan, llevaré a las familias que lo quieran hasta Ankara o Eskisehir de manera gratuita. Por favor, reenviad este mensaje”. Y el men...

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El terremoto que el pasado lunes sacudió a Turquía y Siria y causó más de 20.000 muertos ha convertido ya en inhabitables grandes superficies de ciudades turcas. “Llevo un autobús vacío a Elbistan, llevaré a las familias que lo quieran hasta Ankara o Eskisehir de manera gratuita. Por favor, reenviad este mensaje”. Y el mensaje de Davut Çankaya, una de las personas que trata de prestar ayuda a las decenas de miles de evacuados que no pueden regresar a sus hogares tras el temblor de la tierra, se extiende con la rapidez del fuego sobre un reguero de pólvora, por grupos de WhatsApp y otras redes sociales. En una hora, las plazas están cubiertas, y a las 14.00 hora local (mediodía en la España peninsular), Çankaya se disponía a partir desde una de las zonas más castigadas del terremoto hacia regiones más seguras.

Movido por la desgracia de quienes lo han perdido todo en el terremoto, este vecino de Eskisehir (noroeste de Turquía) decidió pedir prestados unos autobuses y acudir al rescate de la gente. “Este es mi segundo viaje, ayer [jueves] traje cuatro autobuses, pero vi que había mucha necesidad y volví. Esta vez solo con un autobús, porque yo pago la gasolina y no me llegaba para más”, explica Çankaya al teléfono.

Como él, numerosos ciudadanos anónimos y equipos que han llevado ayuda y regresan vacíos de la zona afectada por el seísmo ―superior en extensión a Andalucía― se ofrecen a trasladar a las familias que desean ser evacuadas. Estos esfuerzos individuales se unen a los del Estado. AFAD, la agencia de emergencias del Gobierno, ha establecido puntos de gestión de las evacuaciones donde se les informa sobre dónde serán alojados y en qué provincias. A los afectados de cada localidad dañada se les ha asignado una provincia de acogida, fundamentalmente en la costa del mar Egeo y en la del Mediterráneo. Posteriormente, se les traslada en avión, tren o por carretera. De esta manera, han sido evacuadas 76.000 personas. Por su parte, la aerolínea privada Pegasus informó de que ha ayudado a transportar a 30.771 damnificados por el terremoto en 169 vuelos establecidos para este fin: “Con el objetivo de evacuar a los ciudadanos de las zonas del terremoto, todos los vuelos extra hasta el 19 de febrero serán gratuitos. Continuaremos haciendo lo que esté en nuestras manos para acelerar las evacuaciones”.

En la Costa Turquesa, numerosos hoteles han abierto sus puertas, antes y después de la petición del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de convertir esta región —la más turística de Turquía― en un lugar de acogida para los damnificados. “La gente está en una situación muy difícil, no tienen casa, no tienen donde cobijarse y, de hecho, nuestras instalaciones estaban cerradas por la temporada invernal, así que decidimos abrir el hotel a la gente”, cuenta Ilker Turgut, propietario del hotel Esvida, de la localidad de Kemer. Las 120 camas de que dispone están ya ocupadas por víctimas del terremoto, a las que se ofrece alojamiento y comida sin coste alguno. El propio Erdogan ha admitido este viernes retrasos en el suministro de ayuda. La respuesta a la catástrofe “no ha sido tan rápida como el Gobierno habría querido”, ha señalado.

La solidaridad del país a la hora de acoger a las víctimas es fundamental dada la devastación ocasionada por el seísmo. El Gobierno turco calcula que hay 13,5 millones de afectados y ha pedido a las personas que no vuelvan a sus hogares, aunque se mantengan en pie, si hay la más mínima sospecha de que están dañados, puesto que las réplicas ―de las que se han registrado más de 4.000 de diversa magnitud― podrían terminar de derribarlos. Aunque ya se han establecido 138.000 tiendas de campaña en la zona, alojar a todos en los campamentos resulta imposible.

“Todavía no hay todos los campamentos que se desearía y, por eso, aquellos que han perdido sus hogares se ven obligados a abandonar la región, quieran o no. Porque, junto a los edificios, también se han venido abajo las infraestructuras y no hay posibilidad de vivir en esas ciudades”, explica el sociólogo Dogan Emrah Ziraman, residente en Esmirna y que participa en varias iniciativas sociales desde el terremoto en aquella ciudad en 2020. “Así que, por ejemplo, hoy me ha llegado la petición de una familia que buscaba casa en Esmirna. Lo he comunicado en un grupo de WhatsApp y, antes de una hora, se le ha encontrado una casa”, relata: “Hay cientos de historias de hoteles y pensiones que están abriendo sus puertas a los damnificados, o de gente que los acoge o les deja quedarse en casas vacías sin pagar alquiler. Pero, a pesar de estas historias positivas, sigue habiendo muchos problemas de vivienda para los afectados por el terremoto”.

Dos hombres miran los trabajos de desescombro de un edificio en Nurdagi (Turquía), este lunes. JOAO RELVAS (EFE)
Soldados turcos patrullan cerca de varios edificios colapsados en Kahramanmaras, este lunes. OZAN KOSE (AFP)
Saadet Sendag saluda con el puño alto tras ser rescatada después de permanecer 177 horas entre los escombros de un edificio en la provincia de Hatay (Turquía), este lunes.UMIT BEKTAS (REUTERS)
El hijo de Saadet Sendag reacciona tras el rescate de su madre en la provincia de Hatay (Turquía), este lunes. UMIT BEKTAS (REUTERS)
Una personas se calienta en una hoguera en una calle de la ciudad turca de Kahramanmaras, este lunes. SUHAIB SALEM (REUTERS)
Efectivos de la Unidad Militar de Emergencia han logrado rescatar con vida a dos niños, de seis y dos años, y a su madre de entre los escombros de un edificio derruido en la ciudad turca de Nurdagui, perteneciente a la provincia de Gaziantep (Turquía).
Un hombre anda con muletas frente a los escombros de un edificio en la región turca de Hatai, este viernes. YASIN AKGUL (AFP)
Entierro de una de las víctimas del terremoto en la ciudad turca de Adıyaman, este viernes. Emrah Gurel (AP)
Fotografía aérea que muestra la destrucción causada por el terremoto en la ciudad de Kahramanmaras (Turquía), este viernes. ABIR SULTAN (EFE)
Mujeres llorando frente a las tumbas de los fallecidos del terremoto del pasado lunes en Adiyaman (Turquía), este viernes. Emrah Gurel (AP)
Una mujer en el campo de desplazados del parque de Masal limpia los platos en un punto de agua en Gaziantep (Turquía), este viernes.ZEIN AL RIFAI (AFP)
Un hombre busca entre los restos de un edificio derrumbado en la localidad de Kahramanmaras (Turquía), este viernes. STOYAN NENOV (REUTERS)
Una mujer sentada junto a los restos de un edificio colapsado en Kahramanmaras (Turquía), este viernes. SUHAIB SALEM (REUTERS)
Personas de emergencias y voluntarios entre las ruinas de varios edificios en Kahramanmaras (Turquía), este viernes. RONEN ZVULUN (REUTERS)
Imagen aérea tomada a través de un dron muestra las tiendas de campaña para afectados por los terremotos en el estadio de la ciudad turca de Kahramanmaras, este viernes. ABIR SULTAN (EFE)
Mehmet Nasir Duran, de 67 años, sentado una silla junto a los retos de un edificio destruido en Nurdagi (Turquía). Petros Giannakouris (AP)
Una niña tras ser rescatada por los servicios de emergencias en Kahramanmaras (Turquía), este jueves.ABIR SULTAN (EFE)
Un hombre camina entre los escombros de varios edificios en la provincia de Hatay (Turquía), este jueves. UMIT BEKTAS (REUTERS)
Un grupo de mujeres se calentaba este miércoles alrededor de un fuego junto a los escombros del terremoto en Kahramanmaras (Turquía).SUHAIB SALEM (REUTERS)
Varios hombres sirios lloraban tras identificar el cuerpo de un pariente fallecido por el terremoto en la región de Hatay (Turquía).AAREF WATAD (AFP)
Un superviviente era rescatado entre los escombros de un edificio en Hatay (Turquía), este miércoles.ERDEM SAHIN (EFE)
Vecinos de Kahramanmaras busca a supervivientes entre los escombros, este miércoles. ABIR SULTAN (EFE)
Personal de rescate sostenía este miércoles al bebé Kerem Agirtas, que fue sacado de debajo de los escombros en Hatay (Turquía).KEMAL ASLAN (REUTERS)
Vista aérea de edificios colapsados por los terremotos en Kahramanmaras, sur de Turquía, este miércoles.Ahmet Akpolat (AP)
Dos hombres permanecían abrazados junto a los restos de un edificio colapsado en la ciudad turca de Kahramanmaras. ABIR SULTAN (EFE)
Vista de una fosa común de las víctimas del terremoto, en Jandaris, en el norte de Alepo (Siria), este miércoles.WHITE HELMETS (REUTERS)
Tres niños comían pan sentados bajo una manta en la ciudad turca de Kahramanmaras, dos días después de que temblara la tierra en la región.OZAN KOSE (AFP)
Vista aérea de un edificio destruido y de un campo de fútbol donde se refugian los residentes afectados por los terremotos en Azmarin (Siria), este miércoles.ABDULAZIZ KETAZ (AFP)
Una mujer se sentaba sobre los escombros de un edificio colapsado, mientras los equipos de emergencias buscaban este miércoles supervivientes en la ciudad turca de Nurdagi.Khalil Hamra (AP)
Abdulalim Muaini permanecía atrapado junto al cadáver de su esposa en el interior de un edificio en Hatay (Turquía). UMIT BEKTAS (REUTERS)
Varios hombres trasladan los cuerpos de varias víctimas de los terremotos durante su funeral en la ciudad de Jandaris (Siria) este miércoles.STRINGER (REUTERS)
Vista aérea tomada este miércoles por un dron en la que se aprecian varios edificios colapsados en Hatay (Turquía). ERDEM SAHIN (EFE)
Un hombre atendía este miércoles a su hijo herido mientras esperaban una ambulancia en Hatay (Turquía).Burak Kara (Getty Images)
Mehtez Farac, de 8 años, tras ser rescatado de entre los escombros de un edificio en la ciudad de Hatay (Turquía). KEMAL ASLAN (REUTERS)
Rescatistas buscaban supervivientes este miércoles entre los escombros de un edificio colapsado en la ciudad siria de Harim.OMAR HAJ KADOUR (AFP)
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, abrazaba a una mujer en su visita de este miércoles a Kahramanmaras, una de las localidades más afectadas por los terremotos.Europa press
Una sección de la carretera D420 dañada por el terremoto en Demirkopru (Turquía), este miércoles.BENOIT TESSIER (REUTERS)
Un hombre trasladaba el cadáver de un menor en Jandairis (Siria). BAKR ALKASEM (AFP)
Dos hombres, junto a los escombros de un edificio colapsado en Kahramanmaras (Turquía). OZAN KOSE (AFP)
Dos mujeres intentaban consolar a un hombre en la ciudad de Kahramanmaras (Turquía) este miércoles. SUHAIB SALEM (REUTERS)
Varias personas se calentaban junto a una hoguera en la ciudad de Malatya (Turquía). Emrah Gurel (AP)
Trabajos de búsqueda de supervivientes en la ciudad siria de Jandairis. RAMI AL SAYED (AFP)
Un hombre sujetaba la mano de su hija fallecida en la localidad de Kahramanmaras (Turquía).ADEM ALTAN (AFP)
Vista aérea de la región de Hatay, Turquía, después del terremoto de magnitud 7,8. Burak Kara (Getty Images)
Una mujer es rescatada por los equipos de emergencias de un edificio derrumbado en la región de Hatay, Turquía. Burak Kara (Getty Images)
Vista aérea de los daños tras el terremoto en la región turca de Hatay. UMIT BEKTAS (REUTERS)
Supervivientes del terremoto recogen suministros proporcionados por una fábrica de pañales en Hatay, Turquía. BULENT KILIC (AFP)
Varios vecinos de la región turca de Hatay (sur del país) caminan entre los escombros. Muchos de ellos esperan noticias de sus seres queridos, atrapados bajo los edificios en ruinas. BULENT KILIC (AFP)
Vista de la ciudad turca de Iskenderun después del terremoto de ayer. Burak Kara (Getty Images)
Un niño de 8 años, tras ser rescatado en Elbistan, en la provincia turca de Kahramanmaras, a unos 600 kilómetros al sureste de la capital turca.IHLAS NEWS AGENCY (IHA) (via REUTERS)
Vista aérea de los escombros de lo que era un edificio en la región turca de Hatai. UMIT BEKTAS (REUTERS)
Una persona busca supervivientes entre los escombros de un edificio colapsado en Kahramanmaras (Turquía). SUHAIB SALEM (REUTERS)
Un soldado ruso inspecciona los daños causados en un edificio en la ciudad de Alepo (Siria). Omar Sanadiki (AP)
Una mujer entre los escombros de un edificio en la región turca de Hatay. BULENT KILIC (AFP)
Un niño es sacado con vida de entre los escombros en la ciudad siria de Al Atareb. WHITE HELMETS (White Helmets via REUTERS)
Familias buscan a desaparecidos entre los escombros de un edificio colapsado en Kahramanmaras (Turquía). OZAN KOSE (AFP)
Personal de rescate recupera el cadáver de una persona de entre los escombros de un edificio en Alepo (Siria). Omar Sanadiki (AP)
Personal de emergencias saca a una mujer de entre los escombros en Elbistan (Turquía). Ismsail Coskun (AP)
Una mujer sentada entre los escombros de un edificio en la ciudad turca de Nurdagi. Khalil Hamra (AP)
Un hombre junto al cadáver de un fallecido por el terremoto en la localidad de Kahramanmaras (Turquía). OZAN KOSE (AFP)
Miembros de los equipos de rescate trabajan entre los escombros de un edificio hundido en la ciudad de Adana (Turquía). Hussein Malla (AP)
Vecinos de la localidad de Gaziantep (Turquía) observan las labores de rescate. SUHAIB SALEM (REUTERS)
Los trabajadores de emergencias rescatan a Muhammet Ruzgar, de cinco años, de entre las ruinas de un edificio en la región de Hatay (Turquía). UMIT BEKTAS (REUTERS)
El cadáver de un niño sirio entre los escombros de un edificio en la localidad de Jandaris, en la provincia de Alepo. MOHAMMED AL-RIFAI (AFP)
Una mujer llora junto a los restos de un edificio colapsado en la ciudad turca de Alejandreta. ERDEM SAHIN (EFE)
Un residente, tras ser rescatado por los servicios de emergencias en la región turca de Hatay. UMIT BEKTAS (REUTERS)
Varias mujeres lloran junto a los restos de un edificio derrumbado en la ciudad turca de Hatay, este martes. UMIT BEKTAS (REUTERS)
Trabajadores de rescate se calientan en una hoguera en la localidad siria de Sarmada. AAREF WATAD (AFP)
Una mujer es rescatada por los servicios de emergencias en la ciudad turca de Alejandreta. UMIT BEKTAS (REUTERS)
Varios residentes pasan la noche en la calle en la localidad de Alejandreta (Turquía). ERDEM SAHIN (EFE)
Equipos de rescate sacan a una superviviente de entre las ruinas de un edificio, este martes, en Kahramanmaras, Turquía. Khalil Hamra (AP)

Inspecciones

El ministro de Urbanismo, Murat Kurum, elevó este viernes a 12.141 el número de edificios que se han venido abajo por el terremoto. Sin embargo, la cifra continuará aumentando a medida que las inspecciones continúen. Por ejemplo, el Departamento de Ingeniería de Terremotos de la Universidad del Bósforo ha hecho una estimación sobre la destrucción sufrida por la ciudad de Kahramanmaras, capital de la provincia donde se registró el epicentro de los dos terremotos de magnitud 7,8 y 7,5. Su estudio considera que, en esta localidad de 670.000 habitantes, 2.192 edificios han sido completamente destruidos y que en torno al 40% de sus 50.000 edificios son inhabitables. La alcaldesa metropolitana de Gaziantep, Fatma Sahin, también ha reconocido que “la mitad de Islahiye”, otra localidad cercana al epicentro del primer terremoto y de 67.000 habitantes, “ha desaparecido”.

El ministro Kurum ha asegurado que, cuando se terminen los trabajos de rescate y de retirada de escombros, se iniciará “la mayor movilización de la historia de la República” para reconstruir las viviendas de la zona devastada. Erdogan ha prometido culminar la reconstrucción en el plazo de un año y, este viernes, anunció que, durante ese tiempo, el Estado cubrirá el precio de los alquileres que tengan que pagar los damnificados. “Estamos preparando un programa para que el país, empezando por la zona del terremoto, pueda volver a ponerse en pie”, dijo Erdogan.

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