Bolivia moviliza a toda la policía de Santa Cruz por la pérdida del teléfono de Evo Morales

El expresidente desliza la posibilidad de un supuesto robo para intentar perjudicarlo

El expresidente de Bolivia Evo Morales durante una manifestación el pasado jueves en La Paz.AIZAR RALDES (AFP)

El expresidente boliviano Evo Morales perdió su teléfono móvil en el cierre de campaña de un candidato de su partido político, el Movimiento al Socialismo (MAS). Para encontrarlo, se dio la instrucción a todas las unidades policiales de Santa Cruz de realizar rastreos. La prensa informa que el comandante nacional de la Policía, el general Orlando Ponce, llegó a esta región boliviana a dirigir en persona el “aparatoso operativo”.

Un diputado del MAS, Juanito Angulo, d...

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El expresidente boliviano Evo Morales perdió su teléfono móvil en el cierre de campaña de un candidato de su partido político, el Movimiento al Socialismo (MAS). Para encontrarlo, se dio la instrucción a todas las unidades policiales de Santa Cruz de realizar rastreos. La prensa informa que el comandante nacional de la Policía, el general Orlando Ponce, llegó a esta región boliviana a dirigir en persona el “aparatoso operativo”.

Un diputado del MAS, Juanito Angulo, deslizó que la “sustracción” del aparato podía ser responsabilidad de la embajada de Estados Unidos en Bolivia y negó que en él pudiera encontrarse información que relacione a Morales con el narcotráfico, delito con el que, desde hace meses, la oposición intenta involucrar al expresidente. En las redes sociales cunden las especulaciones sobre el contenido del móvil, a partir de la suposición de que no puede ser borrado o bloqueado a distancia, ya que de otra forma la policía no habría salido a buscarlo.

La pérdida o robo del celular ocurrió en el cierre de campaña de un candidato a la alcaldía de La Guardia, en Santa Cruz, la región agroindustrial del país, donde el partido oficialista tienen menos fortaleza que en el resto del país. En su condición de líder del MAS, Morales asistió al acto electoral junto con miles de simpatizantes del candidato. Entre ellos estaba el ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, quien se encarga del control de la policía.

Del Castillo no saludó a Morales, pese a que ambos estaban a pocos pasos de distancia. La relación entre ellos está rota desde que el primero pidió la detención de un exjefe policial de la gestión del expresidente, Maximiliano Dávila, basándose en una denuncia por protección al narcotráfico que emergió de una investigación de la Drug Enforcement Administration (DEA), la oficina antidrogas de los Estados Unidos.

Morales no defiende a Dávila, pero opina que la DEA es un mecanismo de “persecución imperialista de los pueblos y de los luchadores sociales” y que el Gobierno boliviano no puede tomarla como referencia de sus actuaciones contra la droga. En 2011, cuando Morales era presidente, ordenó la expulsión de esta agencia estadounidense del país.

Desde entonces, se han producido varios choques entre la dirección del MAS y el ministro Del Castillo, el cual cuenta con el respaldo del presidente Luis Arce. Este es el aspecto más evidente de las dificultades y de la fría relación que existe actualmente entre Evo Morales y el mandatario. La desavenencia constituye el principal tema de la política nacional.

“El robo de mi teléfono celular ocurrió en un acto que contaba con la presencia del ministro de Gobierno y su seguridad. Primera vez que nos pasa algo parecido en todos estos años de actividad política. No quisiéramos pensar que es parte de un ataque planificado para perjudicarnos” tuiteó Evo Morales varias horas después de la desaparición de su celular. Y, en un según tuit, se curó en salud de cualquier supuesta filtración de su móvil: “No tenemos nada que ocultar, pero denunciaremos cualquier intento de usar montajes o tergiversaciones en nuestra contra”.

En las redes sociales circularon mensajes que hacían referencia a personajes de la política nacional que, supuestamente, estarían “temblando” por la pérdida del celular. De acuerdo a las encuestas, hoy Evo Morales es uno de los tres políticos más populares del país, pero también el que despierta más opiniones negativas.

Sin embargo, más que humor, se observaron agrios ataques contra el expresidente, tanto por el supuesto contenido de su teléfono como porque la policía tenga que ocuparse de encontrarlo. A causa de su vida como cultivador de coca, Evo Morales ha recibido acusaciones de narcovínculos a lo largo de toda su carrera. Estas arreciaron en el último tiempo.

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