Rusia se atribuye el ataque con 25 muertos en una estación de tren de Ucrania

Seis misiles golpearon un pueblo ferroviario el día en el que se conmemoraban los 31 años de la independencia del país. Moscú asegura que su objetivo era un convoy de soldados

Zona residencial de la localidad ucrania de Chaplino, destruida ayer por un ataque ruso con misiles.STRINGER (REUTERS)

El nombre de Chaplino se añade a la larga lista de matanzas que Rusia ha cometido lejos del frente de guerra en Ucrania. La presidencia ucrania informó que al menos 25 civiles fallecieron ayer miércoles, entre ellas dos niños, en un ataque con seis misiles en una estación ferroviaria en el este de Ucrania. Las Fuerzas Armadas rusas han reconocido haber sido las autoras del ataque, aunque, según su versión, el objetivo era un co...

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El nombre de Chaplino se añade a la larga lista de matanzas que Rusia ha cometido lejos del frente de guerra en Ucrania. La presidencia ucrania informó que al menos 25 civiles fallecieron ayer miércoles, entre ellas dos niños, en un ataque con seis misiles en una estación ferroviaria en el este de Ucrania. Las Fuerzas Armadas rusas han reconocido haber sido las autoras del ataque, aunque, según su versión, el objetivo era un convoy de los defensores. “El impacto directo de un misil Iskánder contra un tren militar en la estación de Chaplinо, en la región de Dnipropetrovsk, ha matado más de 200 reservistas de las Fuerzas Armadas de Ucrania y ha destruido 10 piezas militares que iban en ruta a la zona de combate de Donbás”, ha asegurado el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov.

Ese ataque, que inicialmente pasó desapercibido, fue la agresión con mayores consecuencias de la jornada del 24 de agosto, en la que las Fuerzas Armadas ucranias permanecían alertas porque el simbolismo de la fecha (el aniversario de la independencia y los seis meses desde la invasión rusa) hacía presagiar una acción rotunda por parte de Moscú.

El reconocimiento de la autoría ha sido la única mención de Moscú sobre ese suceso un día después de producirse. En su parte diario, el Ministerio de Defensa ha anunciado otras acciones militares supuestamente exitosas para su bando, incluidas sendas destrucciones de un hipotético puesto de mando en Mikolaiv, donde ha detallado que hubo 64 bajas ucranias, y de cinco aviones de combate en un bombardeo contra un aeródromo. Sin embargo, las Fuerzas Armadas rusas no informaron, un día más, de sus propias víctimas, algo que no hacen desde finales de marzo.

Representantes de los países aliados de Kiev han condenado la agresión contra Chaplino que coincidía con la conmemoración del 31º aniversario de la independencia de Ucrania. “Estoy horrorizado por el ataque con misiles en la estación de tren de Chaplino que ha matado y herido a tantos civiles”, escribió Charles Michel en su cuenta de Twitter. “Los crímenes de guerra no quedarán sin castigo, la solidaridad internacional con Ucrania no terminará”, añadió el presidente del Consejo Europeo. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, advirtió de que el ataque en Chaplino “forma parte de un patrón de atrocidades”: “Junto a nuestros socios de todo el mundo continuaremos dando apoyo a Ucrania y buscaremos que los responsables rusos asuman las consecuencias”.

Kiev comunicó solo 25 víctimas civiles, y que entre ellas se contaban dos menores de 11 y 6 años. También hubo 31 heridos. Las imágenes del bombardeo muestran cuatro vagones de un tren de pasajeros calcinados y también algunas viviendas próximas a la estación destrozadas. La mayoría de los fallecidos eran pasajeros del tren. Chaplino (3.700 habitantes) es un eje ferroviario en la provincia de Dnipro que conecta las regiones del oeste con la provincia de Donetsk y con la de Zaporiyia, cerca del frente. La mayor parte de ambas provincias están bajo ocupación rusa. La red ferroviaria ucrania opera en el territorio libre con regularidad, aunque los destinos más cercanos al frente, como es el caso de Chaplino —a 40 kilómetros de las posiciones rusas—, han sido por lo general interrumpidos. Rusia considera la red ferroviaria un objetivo estratégico para interrumpir el suministro a las tropas ucranias.

Chaplino es otro más entre una docena de bombardeos en los que han perdido la vida decenas de personas desde el inicio de la invasión, el pasado 24 de febrero. 59 personas murieron el pasado 8 de abril cuando impactaron misiles Toschka-U en la estación de Kramatorsk, en Donetsk. Kramatorsk era en aquellos días un hervidero de personas que huían de la zona, próxima a la línea del frente.

El Gobierno ucranio y el de Estados Unidos habían advertido la víspera del 31º aniversario de la independencia de Ucrania que Rusia podría aprovechar la efeméride para lanzar un ataque a gran escala, sobre todo contra objetivos en Kiev. Washington incluso instó a los estadounidenses a abandonar el país. Pese a ello, el primer ministro británico, Boris Johnson, visitó ayer por sorpresa la capital en una jornada en la que las alarmas antiaéreas no cesaron de sonar. Yurii Ignat, portavoz de las Fuerzas Aéreas ucranias, ha informado este jueves de que las sirenas sonaron más de 190 veces en todo el país por vuelos de simulación de ataque por parte de aeronaves rusas.

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