José Rubén Zamora: “Esta es una persecución de Giammattei, es un juicio político”

El fundador de ‘elPeriódico’ de Guatemala comparece ante el juez por la acusación de lavado de dinero y asegura que el proceso es un “montaje” diseñado por el presidente en su contra

José Rubén Zamora, periodista y presidente de 'elPeriódico', tras la primera audiencia, este miércoles en Ciudad de Guatemala. Foto: ESTEBAN BIBA (EFE) | Vídeo: EFE

El periodista José Rubén Zamora, fundador de elPeriódico de Guatemala, ha sido presentado la tarde de este miércoles ante el juez por la acusación de lavado de dinero que la Fiscalía del país centroamericano ha hecho en su contra. Sereno, con las manos esposadas y escoltado por sus abogados y defensores de derechos humanos, Zamora ha afirmado que todo el proceso es un “montaje” creado desde la presidencia que dirige ...

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El periodista José Rubén Zamora, fundador de elPeriódico de Guatemala, ha sido presentado la tarde de este miércoles ante el juez por la acusación de lavado de dinero que la Fiscalía del país centroamericano ha hecho en su contra. Sereno, con las manos esposadas y escoltado por sus abogados y defensores de derechos humanos, Zamora ha afirmado que todo el proceso es un “montaje” creado desde la presidencia que dirige Alejandro Giammattei, a quien ha señalado en declaraciones a este diario de lanzar una persecución política debido a las publicaciones hechas por su periódico, que documentan abusos de poder del mandatario y funcionarios cercanos. El periodista ha catalogado todo el procedimiento como un “juicio político” y ha defendido su inocencia. “Soy un hombre libre que decide decir no de manera categórica a los excesos y abusos del poder. Este es un montaje diseñado, fabricado y ejecutado con eficacia por el presidente [Giammattei], la fiscal general [Consuelo Porras] y otras personas”, ha afirmado Zamora.

La primera audiencia ha sido realizada en el Juzgado Séptimo de Instancia Penal de Ciudad de Guatemala ante el juez Fredy Orellana, quien de manera sorpresiva admitió la solicitud de la Fiscalía de que en el encuentro, que estaba previsto llevarse a cabo a puertas cerradas, participara la prensa. Vestido de vaqueros desgastados, saco azul y camisa blanca, Zamora ha seguido atentamente los alegatos de la fiscal Cyntia Monterroso, negando de cuando en cuando con la cabeza sus afirmaciones. El periodista fue detenido el pasado viernes en su casa de la capital guatemalteca por los delitos de chantaje, tráfico de influencias y lavado de dinero. La primera audiencia fue suspendida el pasado lunes porque el juez no recibió el expediente y el auto en el que el acusado era conducido a la Torre de Tribunales “se descompuso”.

La Fiscalía ha presentado en la sesión de hoy acusaciones contra dos de los abogados de de Zamora, Mario Castañeda y Romeo Montoya, a quienes señala de estar también implicados en el caso contra el periodista, por lo que el juez Orellana recomendó cambiar su defensa. Ahora Zamora tiene hasta el próximo lunes para presentar nuevos abogados y continuar con un proceso que ha indignado al periodismo de Guatemala, que ve una cacería desatada desde el Gobierno con una de las voces más críticas contra el Ejecutivo de Giammattei.

Zamora ha criticado con dureza todo el procedimiento en breves declaraciones dadas a los periodistas reunidos en la sofocante sala del juzgado capitalino, un vetusto y laberíntico edificio lleno de abogados de ojos cansinos correteando por los pasillos y jóvenes esposados y escoltados por oficiales obesos. El periodista ha afirmado a este diario sin ambigüedades que “sin duda” se trata de una persecución política del presidente Giammattei en su contra y que “está seguro” que el proceso es un “juicio político”. Opiniones que comparten colegas suyos como Gonzalo Marroquín, director de la revista Crónica y expresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), quien afirma que el juicio contra Zamora es una “trama” que esconde “el afán del Gobierno de matar a elPeriódico” y silenciar a su fundador. “El ataque es feroz”, ha dicho Marroquín. “La alianza que está gobernando Guatemala, que incluye militares, mafias, empresarios, partidos políticos, controla los tres poderes del Estado, por lo que tenemos en Guatemala es todo, menos una democracia”, ha afirmado.

Marroquín ha podido ver a Zamora en la prisión y afirma que está en “condiciones muy precarias”, aunque “en el lugar más seguro”, y ha expresado su preocupación de que la justicia decida enviarlo a prisiones “donde esté rodeado de las personas que han sido denunciadas en sus páginas por narcotráfico, crimen organizado y corrupción. Su vida puede correr peligro”, ha afirmado. Según este periodista, Zamora está “increíblemente bien de ánimo a pesar de las condiciones en las que está”.

La detención de Zamora, el allanamiento de la redacción de elPeriódico y el congelamiento de sus cuentas ha levantado una ola de indignación en amplios sectores de Guatemala, país que cada día se despierta con nuevos desmanes de su mandatario y la justicia que, según fuentes consultadas, es controlada desde el Ejecutivo. Varios periodistas y activistas han organizado protestas frente a la sede de los tribunales de justicia exigiendo fin a lo que consideran una cacería contra quienes critican o denuncian casos de corrupción, como ha pasado con una docena de jueces y fiscales que han tenido que exiliarse por el acoso contra su trabajo. Estos operadores de justicia han señalado directamente a la fiscal general, Consuelo Porras, de desatar una persecución en su contra, protegida por el Gobierno de Giammattei. De hecho, el mandatario decidió renovar el mandato de Porras, a pesar de las acusaciones que la señalan de frenar investigaciones anticorrupción

“Vemos con preocupación y condenamos este hecho, es una venganza por parte del Gobierno, que ha instrumentalizado a la fiscal general para criminalizar a los críticos de su gestión”, explica Hector Coloj, de la Asociación de Periodistas de Guatemala. “Se trata de una represión por las distintas investigaciones que se han publicado sobre actos de corrupción en este Gobierno y forma parte de una campaña de acoso, de promover un ambiente general de auto censura por parte del Estado”, afirma Coloj en la sede de la Asociación, una amplia casona localizada en el viejo centro de la capital guatemalteca y donde posan, como un recordatorio de la infamia, retratos de periodistas asesinados en tiempos de las dictaduras militares que desangraron este país centroamericano.

Los ojos de Coloj y sus colegas entrevistados en esta capital están puestos en Nicaragua, donde la prensa es perseguida por el régimen de Daniel Ortega. “Guatemala es un Estado autoritario, pero existe el temor de que más temprano que tarde seamos una nueva Nicaragua y que la persecución a la prensa sea general”, dice. El panorama que se imagina este comunicador es desalentador: “Tememos que hayan allanamientos, atentados, asesinatos de periodistas, intervención de medios, confiscación de medios. Que vuelva el exilio o desplazamiento forzado como ocurrió en las dictaduras militares”.

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