Brasil: al menos 91 fallecidos por las lluvias torrenciales en Pernambuco
Las fuertes precipitaciones del fin de semana han causado deslizamiento de tierras y colapso de viviendas en Recife y varios municipios vecinos
Las lluvias torrenciales registradas durante el fin de semana en Recife, la capital del Estado brasileño de Pernambuco, y los municipios vecinos han causado ya la muerte de al menos 91 personas en deslizamientos de tierras, por el colapso de viviendas o arrastradas por corrientes de agua y lodo, según el balance difundido este lunes. Los equipos de rescate buscan todavía a 26 desaparecidos, según las autoridades. Y unas 5.000 personas que se han quedado sin hogar están acogidas en refugios. Entre la noche del viernes y la mañana del sábado en algunos puntos de ...
Las lluvias torrenciales registradas durante el fin de semana en Recife, la capital del Estado brasileño de Pernambuco, y los municipios vecinos han causado ya la muerte de al menos 91 personas en deslizamientos de tierras, por el colapso de viviendas o arrastradas por corrientes de agua y lodo, según el balance difundido este lunes. Los equipos de rescate buscan todavía a 26 desaparecidos, según las autoridades. Y unas 5.000 personas que se han quedado sin hogar están acogidas en refugios. Entre la noche del viernes y la mañana del sábado en algunos puntos de Recife llovió el 70% de lo previsto para todo el mes de mayo, según France Presse. El presidente, Jair Bolsonaro, ha sobrevolado la zona afectada.
En una posterior comparecencia ante la prensa, el mandatario ha declarado: “Lamentablemente estas catástrofes ocurren. Un país continental (como Brasil) tiene sus problemas”. Y ha recordado que en la última temporada de lluvias los temporales han causado cientos de muertos en los estados de Rio de Janeiro, Bahia y Minas Gerais. En este último Estado, obligaron a paralizar las explotaciones mineras. El episodio más letal se vivió en la ciudad de Petrópolis, antigua capital imperial, donde los deslizamientos provocados por las fuertes lluvias mataron a 233 personas en febrero.
Los meteorólogos pronostican que las lluvias continuarán durante los próximos días, pero de manera más moderada. El Gobierno federal ha prometido ayudas de emergencia por mil millones de reales (210 millones de dólares, 195 millones de euros) para atender a los damnificados. En el Estado de Alagoas, en la frontera sur de Pernambuco, el temporal de los últimos días ha afectado a unas 10.000 personas.
El Ejecutivo pernambucano ha anunciado la suspensión de las festividades en torno a San Juan, muy celebradas en todo el nordeste, para liberar fondos para atender a los necesitados. La partida de las denominadas fiestas juninas, 15 millones de reales, se va a destinar a paliar los estragos de las inundaciones. Entre los municipios afectados por las precipitaciones torrenciales está también Olinda, famoso por su Carnaval.
Los responsables de Defensa Civil de Pernambuco han alertado del riesgo de que haya nuevos deslizamientos de tierras en vista de lo encharcado que está el terreno. Mientras, las autoridades también mantienen vigiladas las carreteras.
Los fallecidos en este tipo de catástrofes suelen ser a menudo brasileños pobres que construyen como pueden, a menudo ilegalmente, precarias chabolas en zonas escarpadas que se convierten en especialmente vulnerables en cuanto empiezan las lluvias torrenciales. Las imágenes muestran lenguas de lodo que se llevaron por delante todo lo que encontraron a su paso. El Ayuntamiento ha puesto en marcha una campaña de donaciones de alimentos no perecederos, mantas, colchones, objetos de higiene, de limpieza y agua.
Esta semana se esperan también importantes lluvias y frío en el sur de Brasil, en los Estados de Santa Catarina y Paraná.
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