Las bazas de Kiev y Moscú para un intercambio de prisioneros: un aliado de Putin por dos combatientes extranjeros
Sendos vídeos muestran a detenidos de ambos bandos que piden a los gobiernos que acuerden un canje
En manos de un bando de la guerra está el líder del mayor partido opositor de Ucrania, Víktor Medvedchuk, de cuya hija es padrino el mismísimo Vladímir Putin, y en las del otro están varios ciudadanos británicos. Kiev y Moscú tienen varios prisioneros de guerra ilustres con los que intentan presionar en las negociaciones y ahora los han convertido en protagonistas de sendas grabaciones en las que los detenidos apelan a sus famili...
En manos de un bando de la guerra está el líder del mayor partido opositor de Ucrania, Víktor Medvedchuk, de cuya hija es padrino el mismísimo Vladímir Putin, y en las del otro están varios ciudadanos británicos. Kiev y Moscú tienen varios prisioneros de guerra ilustres con los que intentan presionar en las negociaciones y ahora los han convertido en protagonistas de sendas grabaciones en las que los detenidos apelan a sus familias y a los presidentes ruso, Vladímir Putin, y ucranio, Volodímir Zelenski, para animar a un canje. De fondo, una cuestión clave de las conversaciones que mantienen las delegaciones de ambos países: cómo lograr la libertad de todos los prisioneros que han hecho en casi dos meses de guerra.
Hasta ahora han tenido lugar algunos intercambios puntuales de prisioneros. Ucrania y Rusia confirmaron a principios de abril un canje bajo la fórmula de “86 [prisioneros] por 86″, aunque varios empleados de la agencia nuclear rusa Rosatom y algunos militares de Crimea atrapados en Ucrania que estaban en la lista no fueron entregados finalmente a Moscú porque la parte rusa no tenía detenidos de rango equivalente para devolver a Kiev, según afirmó entonces la comisionada para los derechos humanos del Gobierno ruso, Tatiana Moskalkova. Antes, hubo al menos otros dos intercambios más.
Sin embargo, tras la revelación de la matanza de civiles ucranios en Bucha durante la ocupación rusa de esa localidad cercada a Kiev, se anuló otro canje de 251 prisioneros por cada parte. Aquel día, el Ministerio de Defensa ruso acusó a Kiev de someter a los suyos a “torturas e intimidaciones” y se escudó en un vídeo difundido por The New York Times en el que varios soldados ucranios supuestamente mataban a otro ruso que se había rendido.
Ahora, una baza importante para un nuevo canje es el otrora poderoso Víktor Medvedchuk, oligarca, amigo del mandatario ruso y figura clave de la política ucrania en los últimos 20 años, quien fue detenido el pasado 12 de abril tras haberse fugado de su arresto domiciliario pocos días después de comenzar la guerra. El líder del partido Plataforma de Oposición por la Vida, el segundo más votado del país, había sido acusado en la primavera de 2021 de haber financiado a los separatistas prorrusos de la región de Donbás, en cuyas negociaciones de paz actuó de mediador con Rusia.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) difundió este lunes un breve vídeo de medio minuto en el que Medvedchuk, reclinado sobre una mesa y visiblemente agotado por los últimos meses, pide ser intercambiado por soldados ucranios. “Yo, Medvedchuk, Víktor Volodímirovich, quiero dirigirme al presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, y al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, con la petición de intercambiarme con la parte ucrania por los defensores de Mariupol y los civiles que se encuentran allí hoy sin la posibilidad de salir sin riesgo a través de los corredores humanitarios”, dice el político opositor en la grabación.
Esta misma oferta la hizo Zelenski cinco días atrás. Sin embargo, el Kremlin no contemplaba el canje, o al menos eso decía hasta ahora. “Sobre el intercambio del que hablan con tanto entusiasmo en Kiev, (Medvedchuk) no es ciudadano ruso ni tiene ninguna relación con la operación militar, es una figura política extranjera”, dijo el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, un día después de conocerse su detención.
Todo ha cambiado tras ser atrapados por Rusia dos ciudadanos británicos en la batalla de Mariupol. La mujer de Medvedchuk, Oksana Marchenko, instó a Londres a impulsar un intercambio por ellos, y la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, apoyó la iniciativa a través de su perfil de Telegram. “Boris Johnson, que hace poco visitó Kiev, probablemente estará informado del destino de los súbditos de su majestad real. No se demore con la respuesta, Liz Truss [responsable británica de Exteriores] le dirá qué hacían allí unos británicos”.
Se trata de Aiden Aslin (23 años) y Sean Pinner (48 años), dos combatientes británicos enrolados del lado ucranio que fueron capturados en la batalla de Mariupol. “Estimado Boris Johnson. Me llamo Sean Pinner. Han pasado muchas cosas en las últimas cinco o seis semanas, no estoy al día con los últimos acontecimientos. Por lo que sé, Víktor Medvedchuk ha sido arrestado, y Aiden Aslin y yo quisiéramos ser intercambiados por él”, decía en un mensaje grabado ante la cámara este combatiente.
Sus declaraciones y las de su compañero fueron difundidas por Pervy Kanal, la primera televisión oficial de Rusia. “Si a Boris Johnson realmente le importan los ciudadanos británicos”, entonces puede presionar a Zelenski para que haga lo correcto: devolver a Víktor [Medvedchuk] a su familia, y a nosotros a las nuestras”, afirmaba Pinner en otro fragmento del vídeo donde era preguntado por una persona anónima fuera de plano. Todos sus gestos y palabras reflejaban sufrimiento y preocupación.
Aslin combatió en Siria antes de mudarse a Ucrania. Según la BBC, fue detenido por la policía británica a su regreso a Nottinghamshire en 2016 para ser interrogado por su adhesión a las unidades kurdas YPG en su lucha contra el Estado Islámico, y en 2018 se alistó en el ejército ucranio.
En una entrevista publicada por el diario The Telegraph el pasado 14 febrero, 10 días antes de comenzar la guerra de Ucrania, Aslin explicaba por qué defendía esta causa: “Antes quería ser policía, pero entonces ocurrió todo lo del Estado Islámico y me dije que podía quedarme sentado y quejarme de todo, o podía hacer algo”. El 12 de abril, rodeada su unidad por las tropas rusas, escribía en Twitter: “No hay otra elección salvo rendirse”. Dos días después se divulgaron imágenes de su captura en los que se apreciaba que había sufrido golpes en la cabeza.
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