Un alud de lodo provocado por unas lluvias torrenciales en Quito deja al menos 22 muertos
Las autoridades de la capital ecuatoriana temen que haya más fallecidos entre los restos de la riada de barro provocada por precipitaciones récord en los últimos veinte años
Una riada de lodo denso, cargado de piedras, coches, cubos de basura y postes de luz se precipitó por el barrio de La Gasca en Quito (Ecuador) la tarde y noche del lunes dejando a su paso una vecindad arrasada y al menos 22 fallecidos. Una cifra que ha aumentado con las primeras luces del martes a medida que los equipos de rescate van desenterrando cuerpos a lo largo del aluvión. Los heridos llegan a 47 y hay también 20 personas desaparecidas por las lluvias torrenciales que cayeron en esa empinada zona del norte de la capital ...
Una riada de lodo denso, cargado de piedras, coches, cubos de basura y postes de luz se precipitó por el barrio de La Gasca en Quito (Ecuador) la tarde y noche del lunes dejando a su paso una vecindad arrasada y al menos 22 fallecidos. Una cifra que ha aumentado con las primeras luces del martes a medida que los equipos de rescate van desenterrando cuerpos a lo largo del aluvión. Los heridos llegan a 47 y hay también 20 personas desaparecidas por las lluvias torrenciales que cayeron en esa empinada zona del norte de la capital de Ecuador.
Hay, además, ocho casas colapsadas tras la riada. El Municipio de Quito pidió a los habitantes de la zona afectada que se quedaran “en los pisos altos de sus casas hasta que se realice la respectiva evaluación y rescate”. La lluvia desbordó los sistemas de captación de agua y alcantarillado y formó una espesa riada de barro que arrastraba material desde la ladera del volcán Pichincha. El sector de la Gasca está en uno de los laterales de la ciudad que está encajada en el medio de una confluencia de volcanes a 2.850 metros en Los Andes ecuatorianos.
El alud movilizó a 60 efectivos de las Fuerzas Armadas que trabajaron toda la noche junto con 50 bomberos, 26 ambulancias y policías en la búsqueda de personas y en la remoción de escombros. Por la mañana, se evidenciaba el destrozo de la riada de lodo en las calles aún anegadas con varios centímetros de barro resbaladizo. El alcalde quiteño, Santiago Guarderas, explicó horas después de la tormenta que habían caído 75 litros de lluvia por metro cuadrado, un récord, según dijo, que no se reportaba desde 2003. El martes amaneció con varias calles cortadas y excavadoras retirando los destrozos causados. Las familias más afectadas fueron desplazadas a albergues.
El Servicio de Gestión de Riesgos ecuatoriano había advertido el lunes por la mañana de la llegada de lluvias intensas que podrían provocar inundaciones en Quito, además de en otras zonas del país. Según el mapa publicado en Twitter, el área de Quito estaba en color rojo, así como la mayoría de las poblaciones de la cordillera andina.
El fuerte aguacero en la capital coincidió con una oleada de tempestades que han afectado a gran parte del país, especialmente a algunas provincias de la sierra andina y la zona costera. Según informes del Servicio Integrado de Seguridad Ciudadana ECU-911, algunas zonas de las provincias andina de Cotopaxi y costera de Los Ríos han sufrido afectaciones por el desbordamiento de ríos.
Ante la tragedia, el presidente Guillermo Lasso envió un mensaje de solidaridad y condolencias. El Municipio quiteño fue cuestionado por falta de mantenimiento de las quebradas naturales que lindan con los laterales de las zonas residenciales.
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