Fútbol, Tik Tok y política: Alex Char busca la presidencia de Colombia sin asistir a debates
El exalcalde de Barranquilla aspira a liderar la coalición de centro derecha en las elecciones pero de momento no da pistas sobre su propuesta
Como suele suceder en la antesala de un año electoral, el Junior de Barranquilla ha roto el mercado de fichajes en el fútbol colombiano para reforzarse. El gran equipo del Caribe ha repatriado en este diciembre a Miguel Ángel Borja, delantero de la selección que ya había pasado por el club y viene del Gremio de Porto Alegre. Todo un golpe de opinión anunciado, como de costumbre, por Alejandro Char, el exalcalde de Barranquilla y hoy precandidato presidencial al que todos se refieren como Alex. La casa Char, como se conoce a su familia, ...
Como suele suceder en la antesala de un año electoral, el Junior de Barranquilla ha roto el mercado de fichajes en el fútbol colombiano para reforzarse. El gran equipo del Caribe ha repatriado en este diciembre a Miguel Ángel Borja, delantero de la selección que ya había pasado por el club y viene del Gremio de Porto Alegre. Todo un golpe de opinión anunciado, como de costumbre, por Alejandro Char, el exalcalde de Barranquilla y hoy precandidato presidencial al que todos se refieren como Alex. La casa Char, como se conoce a su familia, domina los negocios, la política y también el fútbol en la cuarta ciudad más poblada de Colombia. Es la mayor urbe de la costa norte, una región tradicionalmente asociada al clientelismo y las maquinarías políticas. El incierto camino a la Casa de Nariño, la sede de Gobierno, pondrá a prueba su proyección nacional.
El patriarca de la familia, Fuad Char, es el propietario del Junior. Aunque Alex no es el presidente del equipo, anuncia los flamantes fichajes desde sus tiempos como alcalde, un cargo que ha ostentado en dos periodos, de 2008 a 2011 y de 2016 a 2019. Los Char mantienen una bancada propia en el Congreso, y su hermano Arturo presidió el senado por un año hasta el pasado julio. También han mantenido cuotas en los gabinetes de Juan Manuel Santos (2010-2018) e Iván Duque.
Un desparpajado ingeniero civil que suele llevar gorras raídas, barba de dos días, camisa de manga corta, jeans y zapatos deportivos, Alex Char se ufana de haberle cambiado la cara a Barranquilla, y fue un alcalde muy popular que acabó su segundo periodo con una aprobación por encima del 90 por ciento. Su administración construyó colegios y hospitales, pavimentó barrios populares y canalizó arroyos. Pero en el horizonte también se asoman oscuros nubarrones. Además de los cuestionamientos a los métodos de contratación en Barranquilla, la exsenadora Aida Merlano, prófuga de la justicia colombiana y capturada en la vecina Venezuela, ha vinculado a la familia Char con un complejo entramado de compra de votos. La Corte Suprema de Justicia investiga a Arturo por ese caso.
En la precampaña presidencial en la que aterrizó Alex Char ya llegó el momento de las alianzas, que se traducen en lo que se vislumbra como un pulso de coaliciones. Con el izquierdista Gustavo Petro como el rival a batir en cabeza del Pacto Histórico, y la Coalición Centro Esperanza también en el panorama, el barranquillero optó por formar parte del otro gran bloque, el más escorado a la derecha. Desde hace varios meses se insinuaba una alianza entre los exalcaldes de Bogotá, Enrique Peñalosa; Medellín, Federico Gutiérrez; y el propio Char. Cuando su aspiración parecía diluirse, el trío atendió el llamado del exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry para construir lo que llamó una “coalición de la experiencia”, y se convirtió en la columna vertebral de esa alianza, que también incluye a Dilian Francisca Toro, exgobernadora del Valle del Cauca, y a David Barguil, del partido Conservador.
El candidato único de la coalición, rebautizada como Equipo Colombia, saldrá de una consulta que coincide con las elecciones legislativas de marzo, una suerte de primarias que se vislumbran como una cerrada competencia entre Char, Fico Gutiérrez y Peñalosa. En un estudio de la firma Invamer que midió por aparte los escenarios en cada uno de esos grandes bloques, presentado este mes, Gutiérrez tiene el 26,4% de las preferencias, Char el 26,1% y Peñalosa el 22,7%, muy lejos de los demás. El exalcalde de Barranquilla sorprendió al anunciar a mediados de noviembre que optaría por recolectar firmas como independiente a pesar de que su familia controla una de las principales corrientes del partido Cambio Radical. Y en una exhibición de la aceitada maquinaria política que maneja, presentó 2,5 millones de firmas, que recogió en tres semanas, cuando el requisito son 580.000 firmas válidas. “Alex Char tiene una gran capacidad de competir en la consulta, pero en primera vuelta sería débil”, apunta el analista Álvaro Forero Tascón al señalar que tanto los partidos como el clientelismo a nivel presidencial en la Colombia actual “no agregan mucho y sí son muy tóxicos”.
La expectativa de cualquier miembro del Equipo Colombia pasa por consolidarse como el principal rival de Petro, ahora mismo el favorito de todas las encuestas, y recoger el rechazo al líder de izquierdas para alcanzar la segunda vuelta. En ese esfuerzo, el expresidente Álvaro Uribe, el adalid de la derecha, mantiene buenas relaciones con la casa Char. La víspera de navidad incluso elogió la gestión de Alex a pesar de que el Centro Democrático, el partido de Gobierno fundado por el exmandatario, tiene su propio candidato, Óscar Iván Zuluaga, quien todavía pide pista en la coalición. “Lo de Alex Char en Barranquilla es una transformación que llena de orgullo a Colombia, a Barranquilla y el Atlántico, lo que hizo Petro en Bogotá es una muestra de desastre”, aseguró el exmandatario en una emisora del departamento, que se antoja un territorio clave por el peso electoral del Caribe.
Lo insólito es que Char, a pesar de asistir a varias reuniones del Equipo Colombia, ha esquivado todos los debates entre candidatos, a diferencia de sus rivales. Tampoco ha concedido entrevistas. Su equipo de campaña señala que se encuentra en una “pausa informativa” por la temporada de fin de año. Ese silencio contrasta con su llegada a Tik Tok, donde ha intercalado imágenes de los millones de firmas recolectadas con otros videos más jocosos y desabrochados, algunos con bailes y coreografías. Y también con los acostumbrados anuncios de los fichajes del Junior vía Twitter. Según la leyenda popular, el ánimo de los votantes barranquilleros se mueve al ritmo del rendimiento del equipo, pero esa fórmula parece limitarse a la ciudad caribeña. En el resto del país necesita dar a conocer una propuesta política que por ahora sigue siendo un misterio.
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