El líder del Frente Polisario pide renegociar el alto el fuego en el Sáhara de 1991
Gali trata de zanjar la polémica sobre su entrada en España para tratarse de la covid-19 y defiende que se trata de “un falso debate”
Brahim Gali, secretario general del Frente Polisario reclamó este sábado una “renegociación” del acuerdo del alto en fuego con Marruecos, que entró en vigor en 1991, porque la comunidad internacional debe adaptarse a “las nuevas circunstancias”. Se refirió así, en una rueda de prensa en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia), a la declaración de guerra contra el reino alauí por parte del movimiento saharaui el 13 de noviembre de 2020, que tras 30 años de tensa...
Brahim Gali, secretario general del Frente Polisario reclamó este sábado una “renegociación” del acuerdo del alto en fuego con Marruecos, que entró en vigor en 1991, porque la comunidad internacional debe adaptarse a “las nuevas circunstancias”. Se refirió así, en una rueda de prensa en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia), a la declaración de guerra contra el reino alauí por parte del movimiento saharaui el 13 de noviembre de 2020, que tras 30 años de tensa paz reanudó unas hostilidades de “baja intensidad”, de acuerdo con un documento reciente de Naciones Unidas. El líder del movimiento saharaui trató también de zanjar la polémica provocada por su entrada y estancia en España para tratarse de la covid-19 calificando el interés por este asunto de “falso debate”.
“Respeto lo que el Gobierno español ha respondido a los medios sobre en qué condición entré y no voy a ir más allá. Lo fundamental es que he estado en una situación crítica, me he ingresado en un hospital, me curé y estoy aquí vivo. Agradezco el gesto humanitario”, ha dicho el líder saharaui.
La entrada secreta de Gali en España para tratarse de una forma grave de covid-19 en un hospital de Logroño el pasado mes de abril desencadenó una crisis diplomática con Marruecos que culminó con la llamada a consultas en mayo de la embajadora marroquí en Madrid, Karima Benyaich. Una semana después, el 18 y el 19 de ese mes, el reino alauí permitió que unos 8.000 inmigrantes irregulares entraran en Ceuta, muchos de ellos menores de edad, La exministra de Exteriores, Arancha González Laya, declaró el 4 de octubre como imputada en un juzgado de Zaragoza tras la apertura de una causa por este caso.
Respecto a la causa por genocidio que la justicia española archivó recientemente contra él por crímenes de lesa humanidad -un archivo anulado en septiembre por la Audiencia Nacional por un defecto de forma- Gali ha señalado que informó al juzgado de que se trataba de una querella “presentada por ciertas organizaciones pro-marroquíes” y que “no se basan en ninguna realidad”. El secretario general del Polisario tiene otra causa abierta por torturas en ese mismo tribunal. El líder saharaui ha insistido, sin embargo, en su agradecimiento “a la solidaridad del pueblo español” y que espera que se mantenga “hasta la victoria”.
Regreso a las armas
Gali puntualizó que, si bien es necesario renegociar el acuerdo que entró en vigor en 1991, la “autodeterminación del pueblo saharaui y su independencia” y “terminar con la ocupación del Sáhara Occidental, la última colonia de África” siguen siendo líneas rojas para los saharauis. El Sáhara Occidental está inscrito desde 1963 en la lista de Naciones Unidas de Territorios no Autónomos de Naciones Unidas, es decir pendientes de descolonizar.
Después de que en 1975 Marruecos se anexionara gran parte del territorio después de forzar la retirada de España con la Marcha Verde, el movimiento saharaui declaró la guerra al reino alauí, una contienda que acabó en 1991, cuando entró en vigor el alto el fuego previsto en el plan de arreglo firmado por las partes en agosto de 1988. La consulta prevista en ese plan avalado por el Consejo de Seguridad de la ONU, en la que los saharauis debían decidir entre la independencia y la integración con Marruecos, no solo no se ha celebrado aún sino que ha caído prácticamente en el olvido incluso en muchos documentos de Naciones Unidas. Marruecos la considera “caduca”, según las declaraciones de sus responsables, y tampoco los intentos de la ONU por reactivar la negociación directa entre las partes han dado fruto alguno.
“Hay una guerra. Marruecos siempre lo niega y no lo ha reconocido, pero la armada saharaui sigue bombardeando al ejército marroquí de forma diaria”, ha afirmado Gali, en alusión a las escaramuzas con el Ejército marroquí que comenzaron el 13 de noviembre del año pasado y a las que Marruecos ha respondido con ataques militares pero con un silencio oficial absoluto sobre la guerra.
Esta nueva guerra no tiene vuelta atrás, sostuvo el líder saharaui. “Imaginar que volveremos a la situación de antes como si no hubiera pasado nada es inimaginable. Pero estamos dispuestos a negociar para conseguir una paz duradera y justa”, ha matizado. Los militares saharauis que estos días han acompañado a la primera delegación de visitantes internacionales a los campamentos de Tinduf, tras la apertura de las fronteras después de la pandemia, han alertado de que estas hostilidades irán a más.
El secretario general del Frente Polisario ha recalcado también que el nuevo enviado de la ONU para la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental (Minurso), Staffan Domingo De Mistura (Estocolmo, 1947) ya no tendrá simplemente que “observar el cumplimiento del alto el fuego”. “De Mistura tiene responsabilidades: la implementación del plan y abordar la cuestión de la vuelta a las armas desde el 13 de noviembre de 2020. La nueva situación que tenemos es completamente diferente a la de sus predecesores y que requiere un nuevo tratamiento del Consejo de Seguridad para corregir el error que ha originado un fracaso durante 30 años y ha conllevado a la vuelta a las armas”.
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