República Checa se prepara para pasar del populismo de Babis a un Gobierno conservador

El primer ministro saliente podría presentar su candidatura a la Presidencia

El primer ministro de República Checa, Andrej Babis.BERNADETT SZABO (Reuters)

República Checa se prepara para una nueva etapa tras la derrota en las elecciones legislativas del populista Andrej Babis, el segundo hombre más rico del país, por dos grandes coaliciones de distinto signo político que acordaron aunar fuerzas para desbancar al empresario. Petr Fiala, el líder del conservador Partido Cívico Democrático (ODS) y a la cabeza de la alianza de centroderecha Spolu (Juntos), se perfila ahora como nuevo primer ministro. El giro de timón p...

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República Checa se prepara para una nueva etapa tras la derrota en las elecciones legislativas del populista Andrej Babis, el segundo hombre más rico del país, por dos grandes coaliciones de distinto signo político que acordaron aunar fuerzas para desbancar al empresario. Petr Fiala, el líder del conservador Partido Cívico Democrático (ODS) y a la cabeza de la alianza de centroderecha Spolu (Juntos), se perfila ahora como nuevo primer ministro. El giro de timón puede que no sea de 180 grados, puesto que la tendencia de sus políticas seguirá siendo de corte conservador, aunque se espera un cambio en el mensaje y en las formas. Pese al inesperado resultado, este no es el final político para Babis, quien podría presentarse como candidato a la presidencia.

Con todo, el cambio no es menor. Los expertos aseguran que temas como la pertenencia de República Checa a la OTAN y su papel dentro de la Unión Europea ya no serán cuestionados. “La discusión sobre el Checxit está fuera, la posibilidad de salir de la OTAN también”, afirma Lubomír Kopecek, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Masaryk de Brno. La alianza Spolu y la coalición de Piratas y Alcaldes e Independientes (Stan) firmaron en la noche electoral un acuerdo que fija que ambos grupos negociarán para formar un nuevo Gobierno y pidieron al presidente Milos Zeman que encargara a Petr Fiala la formación del Gobierno.

El nuevo Parlamento se constituirá el próximo 8 de noviembre, pero se espera que la próxima semana el nuevo Gobierno empiece a coger forma. El politólogo Fiala, de 57 años, será el candidato al cargo de primer ministro, ya que su partido es el que más votos ha obtenido dentro de la coalición. Antiguo rector de su Universidad, Kopecek señala que “es una persona que comunica bien, habilidosa para encontrar acuerdos en muchos temas y eso va a ser importante”. El profesor advierte de que dentro del cambio que supone que Babis no esté en el Gobierno -un empresario que ha estado rodeado de acusaciones de corrupción y conflicto de intereses- el ODS es un partido conservador liberal y euroescéptico, pero al estar dentro de una coalición con otros partidos defensores de la Unión Europea “Fiala será pragmático y la UE no será un problema para esa coalición”. “Es muy cuidadoso en sus pasos políticos”.

Estaba en duda si la transición sería pacífica después de que el presidente Milos Zeman, aliado de Babis y el responsable de encargar la formación del Gobierno, advirtiera de que se lo encargaría al partido más votado, pero la concesión que ha hecho ANO (Alianza de Ciudadanos Descontentos) al reconocer su derrota apunta a que el proceso será menos arduo de lo esperado. “Sabemos contar hasta 108 (...), así que contamos con que estaremos en la oposición”, dijo este martes el presidente del grupo parlamentario de la formación, Jaroslav Faltýnek, en referencia a los escaños que suma la coalición del total de 200 que tiene el Parlamento. “No queremos alargar esto. Queremos que el nuevo Gobierno surja en un plazo razonable”, agregó Faltýnek, un político de máxima confianza de Babis. El magnate, que gobernaba en alianza con los socialdemócratas y con los comunistas, se ha quedado sin aliados en el Parlamento porque no alcanzaron el 5% necesario para tener representación. Y aunque finalmente la formación de extrema derecha el Partido por la Libertad y la Democracia (SPD), del empresario de origen japonés Tomio Okamura, logró 20 escaños, en caso de que se hubiera barajado como opción para formar Gobierno, los números tampoco salían.

Este no será el final político de Babis. “Estará en la oposición y será diputado en el Parlamento”, señala Kopecek que considera que las expectativas del empresario podrían estar en la presidencia del país. Zeman, de 77 años y con una delicada salud, está ingresado desde el pasado domingo. El mandatario es diabético y sufre una neuropatía que afecta sobre todo a las piernas, lo que le obliga a estar en silla de ruedas. Su mandato concluye a principios de 2023, pero podría adelantar la convocatoria de las presidenciales. El politólogo augura que “la próxima elección probablemente será pronto y [Babis] probablemente será candidato”.

En cuanto al cambio de rumbo del país, Raquel García, investigadora del Real Instituto Elcano y experta en Unión Europea, coincide en que la salida de Babis “es una buena noticia ante la posición de República Checa respecto a la UE y a la OTAN”, pero muestra un optimismo moderado al recordar que el ODS que lidera la coalición Spolu “es un partido conservador que pertenece a la familia de los conservadores y reformistas y comparte familia política en la UE con Ley y Justicia (PiS) en Polonia”. No obstante, confía en que al estar en la coalición “tendrá que moderar su postura de acuerdo con los otros partidos más centristas”.

Base sólida

García señala que pese a la sacudida que ha supuesto la imposibilidad de que Babis vuelva a formar Gobierno, su partido, que surgió de un movimiento antisistema es el que más escaños ha obtenido, 72, uno más que la coalición de centroderecha, y si se desglosa por partidos políticos individuales el siguiente en votos es el ODS con 34 escaños, seguido de Alcaldes e Independientes, con 33. Una diferencia abismal que demuestra que Babis sigue teniendo una base fiel. “Él con un único partido ha logrado más escaños que el segundo partido más votado”, señala. Entonces ¿qué pasó?

La analista apunta a los problemas que arrastra Babis desde que llegó al poder por primera vez en 2017. “Se presentaba como un partido líder anticorrupción y tiene un contencioso por conflicto de interés en la UE por el conglomerado empresarial que lidera Agrofert, llevó a [Viktor] Orbán a la campaña, ha aparecido en un escándalo como los Pandora Papers y, además la República Checa se ha visto golpeada por la pandemia de coronavirus. Al final todo eso le ha pasado factura”.

En cuanto a los análisis que consideran que la caída de Babis puede ser el principio del final de otros líderes populistas dentro de la UE como el húngaro Viktor Orbán o el primer ministro polaco Mateuz Morawiecki, discrepa. “Sí puede servir como ejemplo para los partidos de la oposición de Polonia o en Hungría para que formen coaliciones con las que puedan echar a Morawiecki y a Orbán, pero el principal partido de la coalición Spolu es euroescéptico, no es una coalición muy progresista, ni eurófila”. “No es Babis, no es la ultraderecha, pero no creo que vaya a ser un paradigma de apoyo a la UE”.

El gran batacazo fue para la izquierda con la desaparición de comunistas y socialdemócratas, y dentro de la coalición Stan el fuerte descenso de Piratas, que pasó de los 22 escaños obtenidos en 2017 (que le situó como tercera fuerza política) a cuatro. La formación ha sido objeto de crítica constante de la campaña de Babis y los medios de comunicación que controla.

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