Hezbolá se suma a la escalada iraní con el disparo de cohetes contra Israel
La artillería israelí bombardea el sur de Líbano en la tercera jornada de incidentes armados
La milicia proiraní de Hezbolá ha disparado este viernes 19 cohetes contra territorio bajo control de Israel en la frontera de Líbano. El Ejército israelí, que aseguró haber interceptado la mitad de los proyectiles, respondió de inmediato con andanadas de artillería ―40 disparos, según el Ejército libanés― contra las posiciones de lanzamiento. La escalada en la conflictiva Línea Azul de separación registró su tercera jornada consecutiva de incidentes armados, que han incluido ataques aéreos israelíes sin ape...
La milicia proiraní de Hezbolá ha disparado este viernes 19 cohetes contra territorio bajo control de Israel en la frontera de Líbano. El Ejército israelí, que aseguró haber interceptado la mitad de los proyectiles, respondió de inmediato con andanadas de artillería ―40 disparos, según el Ejército libanés― contra las posiciones de lanzamiento. La escalada en la conflictiva Línea Azul de separación registró su tercera jornada consecutiva de incidentes armados, que han incluido ataques aéreos israelíes sin apenas precedentes desde la guerra abierta que ambas partes libraron hace ahora 15 años.
Hezbolá asumió con inusual rapidez la autoría del lanzamiento de la oleada de cohetes desde el sur de Líbano, seis de lo cuales cayeron sobre la zona montañosa y boscosa de las Granjas de Sheba, una parcela de los Altos del Golán (territorio sirio ocupado por Israel desde 1967) que el Gobierno de Beirut reivindica como propio. Otros tres proyectiles no sobrepasaron la frontera libanesa y el resto fueron interceptados por el escudo antimisiles Cúpula de Hierro, según informó un portavoz castrense.
El partido-milicia chií dijo haber actuado en respuesta al bombardeo aéreo lanzado el jueves por Israel sobre zonas con rampas en territorio libanés, desde donde una milicia palestina, presumiblemente la Yihad Islámica, había disparado tres cohetes el miércoles hacia territorio israelí.
Líbano se encuentra paralizado por una grave crisis política y económica desde hace un año, tras la devastadora explosión en el puerto de Beirut que causó más de 200 muertos, sin contar aún con un Gobierno estable ante la división entre los partidos de base étnica y confesional. En una acción prácticamente inédita en la región fronteriza con Israel, vecinos del pueblo druso (minoría religiosa de Oriente Próximo) de Chuaya cerraron el paso a cuatro milicianos de Hezbolá cuando regresaban de lanzar los cohetes en un vehículo, según informa Reuters.
El raro desafío a Hezbolá, la fuerza hegemónica en el sur de Líbano, se tornó en una protesta en toda regla de los drusos (presentes en Israel, Siria y Líbano) contra el uso de sus tierras para lanzar ataques a Israel, cuyo Ejército responde sistemáticamente con bombardeos sobre los puntos de lanzamiento. Las imágenes del incidente se difundieron a través de las redes sociales, antes de que el Ejército libanés detuviera a los cuatro combatientes chiíes y confiscara los lanzadores de proyectiles.
La escalada en la frontera coincide también con la toma de posesión del ultraconservador Ebrahim Raisí como presidente de Irán y la creciente tensión en aguas del Golfo tras el ataque con drones contra un petrolero operado por una compañía israelí que causó la muerte de dos tripulantes: un guarda de seguridad británico y un marinero rumano.
La incesante dinámica de acción y reacción entre Israel y Hezbolá amenaza con forzar una escalada bélica descontrolada, como la de la Guerra de Líbano de 2006, en la que murieron 1.300 libaneses y 165 israelíes durante 33 días de combates. Cuando callaron las armas se desplegaron en la frontera 10.800 cascos azules de la ONU procedentes de 40 países, entre ellos unos 600 españoles.
Enfrentamiento a escala limitada
Israel, sin embargo, considera que Hezbolá no buscaba un enfrentamiento a gran escala, y por ello disparó sus cohetes hacia una zona deshabitada de los Altos del Golán, con el aparente objetivo interno de hacer notar su presencia política y militar en Líbano, según fuentes castrenses citadas por el diario Haaretz. Después de haber consultado con el primer ministro, Naftali Bennett, el ministro de Defensa, Benny Gantz, se reunió con el jefe del Estado Mayor, Aviv Kochavi, y altos responsables de la seguridad nacional para examinar posibles respuestas al disparo de cohetes, más allá de la represalia de la artillería.
El ministro de Defensa responsabilizó al Gobierno de Beirut por los incidentes armados en la frontera. “Líbano permite que un grupo terrorista esté operando desde su territorio, pero Israel va a responder oportunamente ante cada amenaza a sus ciudadanos y su soberanía de acuerdo con sus intereses”, advirtió Gantz. “No vamos a tolerar que la crisis social, económica y política libanesa repercuta sobre la seguridad de Israel”, remachó.
La zona fronteriza del sur de Líbano se halla bajo el control de Hezbolá, principal aliado de Irán en la región. La Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), desplegada en la conflictiva frontera, ha urgido a ambas partes a ejercer la máxima contención y evitar una escalada bélica. España tiene desplegado su contingente de cascos azules en el área de Marjayún, a pocos kilómetros de las Granjas de Sheba. En enero de 2015, un proyectil de artillería disparado por una batería israelí desde ese disputado enclave durante un enfrentamiento con Hezbolá segó la vida del cabo español Javier Soria Toledo. Su familia recibió una indemnización de 200.000 euros del Estado de Israel.