Yaku Pérez y los casi dos millones de votos nulos en las elecciones ecuatorianas
El candidato de origen indígena que casi logró pasar a la segunda vuelta está en posición de capitalizar una indignación que le precede, pero de la que, según los datos regionales, es hoy principal impulsor
“Yo no ordeno ni dispongo, haced lo que su conciencia determine. No obstante, no fío ni confío en los candidatos finalistas. Nos robaron las #Elecciones2021 pero no la esperanza. Somos la tercera vía, desde la resistencia juntos haremos el #Ecuador que soñamos.” Yaku Pérez, el candidato de origen indígena, con una carrera forjada en el activismo por el agua y por la tierra, publicaba este mensaje en su cue...
“Yo no ordeno ni dispongo, haced lo que su conciencia determine. No obstante, no fío ni confío en los candidatos finalistas. Nos robaron las #Elecciones2021 pero no la esperanza. Somos la tercera vía, desde la resistencia juntos haremos el #Ecuador que soñamos.” Yaku Pérez, el candidato de origen indígena, con una carrera forjada en el activismo por el agua y por la tierra, publicaba este mensaje en su cuenta de Twitter el pasado 18 de marzo.
Lo hacía casi un mes después de que, tras un arduo recuento de dos semanas, el Consejo Nacional Electoral confirmara el pase a segunda vuelta de Guillermo Lasso, que acabaría ganando las elecciones. La diferencia entre ambos fue de escasos 32.600 sufragios, y Yaku Pérez se mantuvo en su denuncia de fraude. Desde esta posición, no podía apoyar a Lasso, por demás un liberal-conservador muy alejado de los postulados económicos que defiende Pachakutik. Tampoco parecía viable una alianza con Andrés Arauz, quien formó parte de gobiernos correístas contra los que se manifestaron en numerosas ocasiones el propio Pérez, el partido que hoy encabeza y la plataforma que entonces presidía (ECUARUNARI es su acrónimo quechua, traducida como Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador).
Yaku Pérez votó nulo el pasado domingo 11 de abril. En Ecuador el voto es obligatorio, y su incumplimiento sin razón justificada están sujetos a sanciones del 10% del salario mínimo mensual. Así que las opciones nulo o blanco son bastante frecuentes en las votaciones del país.
Pero nunca en las últimas dos décadas tanto como en esta ocasión. El antecedente más cercano fue la primera vuelta de 2006, cuando más de un millón de sufragios se fueron al nulo. Aquel año se puso a circular una campaña poco definida por el nulo. Pero bajaría en una segunda vuelta fuertemente polarizada en torno a la figura del entonces candidato Rafael Correa. En 2021 ha sucedido lo contrario: el nulo en primera vuelta ya fue inusualmente elevado: de nuevo más de un millón de personas. Esta alternativa lleva creciendo desde 2013, apalancada quizás en parte en el mentado ‘pico’ de 2006.
Así, Pérez construía sobre una expresión de descontento en las urnas que no tenía nada de nuevo. Funcionó, particularmente en la columna vertebral de la sierra andina. En Cotopaxi, Bolívar, Cañar o Azuan 3 de cada 10 votos emitidos han caído en el nulo.
La potencia del nulo también se nota en el resto del interior, muchísimo más que en la costa. El patrón regional es, en realidad, bastante claro: allá donde Pérez obtuvo más votos en primera vuelta, el crecimiento del nulo ha sido más pronunciado. La correlación es innegable.
La primera vuelta vio otra candidatura sorpresa, con un perfil mucho más urbano: Xavier Hervás creció a base de acciones en redes sociales hasta alcanzar un notable cuarto puesto que las encuestas no anticiparon del todo. Cabría suponer que muchos de sus apoyos también han alimentado el nulo, pero esta hipótesis no aguanta un análisis regional sencillo similar al que sí soporta la ‘tesis Pérez’: no se observa correlación significativa.
Tanto Hervás como Pérez han alimentado el voto a Lasso. El primero pidió expresamente el apoyo, a diferencia del segundo. Pero la relación se observa con ambos.
Cualquier elección a dos vueltas implica un doble prisma para observar un país. En la primera, si no hay un liderazgo claro, el prisma es caleidoscópico, plural. En la segunda, la polarización fuerza una dicotomía. En este caso, el anticorreísmo ha concentrado unos crecimientos regionales inusitados para un Lasso que partía como segundo, empatado con el tercero. Arauz, por el contrario, apenas creció incluso en los sitios en los que logró una mejor evolución. De hecho, en proporción, el nulo creció más que él en su top 5 de provincias. En la andina Azuay, “nulo” y Andrés Arauz empataron al 30%.
“Cómo no entender su indignación”, decía Yaku Pérez en el video que acompañaba al mensaje de rechazo a ambos candidatos. “No lloren por los que luchan, luchemos para no llorar”. Igual que Pérez construyó esta candidatura sobre décadas de activismo, su puente a la siguiente se mantendrá gracias a una indignación que le precedía, pero que, con una cifra del tamaño de 1,7 millones, está en posición de recoger.
Metodología y fuentes. Análisis realizado con los resultados oficiales ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador, a lunes 12 de abril a las 9AM, con más del 99% de actas escrutadas.