EE UU sanciona a tres miembros clave de la trama que comercializa petróleo venezolano
El Tesoro estrecha el cerco sobre la red de Alex Saab y congela los activos financieros de tres socios cercanos: el italiano Alessandro Bazzoni, el suizo Phillip Apikian y el venezolano Francisco D’Agostino
Estados Unidos sigue estrechando el cerco sobre la opaca red que ha comercializado millones de barriles de crudo venezolano por todo el planeta. El Departamento del Tesoro ha congelado este martes los activos financieros de tres figuras centrales en la trama: el italiano Alessandro Bazzoni, el suizo Phillip Apikian y el venezolano Francisco D’Agostino. Una investigación de EL PAÍS y el portal Armando.info apuntaba el ...
Estados Unidos sigue estrechando el cerco sobre la opaca red que ha comercializado millones de barriles de crudo venezolano por todo el planeta. El Departamento del Tesoro ha congelado este martes los activos financieros de tres figuras centrales en la trama: el italiano Alessandro Bazzoni, el suizo Phillip Apikian y el venezolano Francisco D’Agostino. Una investigación de EL PAÍS y el portal Armando.info apuntaba el pasado fin de semana que los tres empresarios, ahora sancionados, han sido claves en el entramado que tiene a la cabeza al colombiano Alex Saab, señalado como testaferro de Nicolás Maduro. Ese vínculo ha sido confirmado ahora por las autoridades estadounidenses.
La Casa Blanca sigue la pista de los sancionados desde mayo del año pasado. El consorcio que orquestaba Saab, de acuerdo con el Tesoro, compraba el crudo a la paraestatal PDVSA a precios por debajo del mercado y se encargaba de transportarlo y encontrar compradores a miles de kilómetros de las costas venezolanas en operaciones “por debajo del radar”. Como detalla la investigación publicada por este diario, los documentos de embarque evitaban incluir el nombre de la petrolera venezolana para eludir el embargo que impuso Estados Unidos a Venezuela desde 2017, para lo que se utilizaba una compleja red de intermediarios y empresas fachada en paraísos fiscales de América, Europa y Asia. El consorcio petrolero que ha sido nuevamente blanco de Washington llegó a concentrar el 40% de las exportaciones mensuales de PDVSA.
El nuevo paquete de sanciones incluye en la llamada lista negra del Departamento del Tesoro a seis buques petroleros y 14 empresas, todas relacionadas con Bazzoni y sus socios. Aunque ha llegado a negar cualquier vínculo con la petrolera venezolana, Bazzoni tiene un largo historial de negocios con PDVSA y es accionista de Elemento LTD, una empresa en Malta con intereses energéticos en Venezuela desde 2017. Elemento es una de las compañías que han sido sancionadas, junto a filiales en Malta, Panamá y el Reino Unido. En esta firma, el empresario italiano comparte sociedad con el venezolano D’Agostino, cuñado del diputado opositor Henry Ramos Allup.
Apikian es otro socio importante de Bazzoni y es dueño de Swissoil Trading, una empresa suiza que también ha sido objeto de las últimas sanciones. El consorcio de Bazzoni, con amplio conocimiento de los entresijos del mercado energético internacional, se ha concentrado en comercializar el crudo venezolano en países de Oriente Próximo y Asia, sobre todo en China, Malasia y Singapur.
“Aquellos que faciliten los intentos del régimen ilegítimo de Maduro de dar la vuelta a las sanciones que impuso Estados Unidos contribuyen a la corrupción que consume a Venezuela”, ha señalado Steven Mnuchin, titular del Tesoro estadounidense. “Estados Unidos sigue comprometido en perseguir a quienes permitan el abuso del régimen de Maduro sobre los recursos naturales de Venezuela”, ha agregado en un comunicado.
Se trata del último intento de Washington de asfixiar económicamente a Maduro, que se ha producido a unas horas de que Donald Trump deje la presidencia. El primer golpe a la red que mueve el petróleo de PDVSA fue en junio de 2020, cuando la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) denunció una serie de operaciones que eran disfrazadas como “ayuda humanitaria”, que implicaban el intercambio de alimentos y productos de primera necesidad a cambio de crudo. Los trueques quedaron poco a poco en segundo plano y las autoridades calcularon que las operaciones superaron los 200 millones de euros. En esa ocasión, Washington puso en la mira a Saab y a Joaquín Leal, un empresario mexicano de 28 años, así como a dos empresas establecidas en México: Libre Abordo y Schlager Business Group.
Las sanciones no frenaron la salida de petróleo de Venezuela, pese al embargo. Fue a partir de la segunda mitad del año pasado que el papel de Bazzoni cobró más relevancia en la trama, al asumir cargamentos a través de sus empresas y repartir los embarques a nuevos actores interesados, con empresas registradas en Rusia y Emiratos Árabes Unidos. Leal y Bazzoni eran socios. Un mes antes de ser sancionado por Estados Unidos, el empresario mexicano buscó comprar cada mes cinco millones de barriles de petróleo, dos millones de barriles de gasolina y otros dos millones de barriles de combustóleo a Petróleos Mexicanos (Pemex).
La oferta fue hecha a nombre de Promotores del Fomento, una empresa establecida en México. Leal era dueño del 50% de la compañía y Bazzoni, de la otra mitad, según los documentos a los que tuvieron acceso EL PAÍS y Armando.info. Swissoil, incluso, extendió una carta de recomendación para que Promotores del Fomento lograra el trato con la petrolera mexicana. “Los negocios entre ambas empresas se concentran en transacciones de petróleo de alta densidad, así como en envíos marítimos a Asia y Oriente Próximo”, se lee en el documento, en el que se asegura que ambas firmas comercian más de 100 millones de dólares cada trimestre. La carta está firmada por Apikian, director de Swissoil y, al mismo tiempo, de Promotores del Fomento. El trato, sin embargo, no se concretó.
Aunque el Gobierno venezolano no ha respondido a las solicitudes de comentarios tras la publicación de la investigación, fuentes de la Administración de Maduro han rechazado que se tratase de un negocio oscuro y aseguraron que la falta de claridad de los contratos es consecuencia de los problemas que tiene Venezuela para hacer cualquier negocio ante las sanciones impuestas por Estados Unidos. Bazzoni y Leal tampoco dieron una respuesta. Saab, detenido en Cabo Verde desde junio pasado, está a la espera de que se concrete un pedido de extradición a Estados Unidos.