El autor del ataque de Nashville murió en la explosión
Las autoridades identifican a Anthony Quinn Warner, de 63 años, como el autor de la autocaravana-bomba el día de Navidad
Anthony Quinn Warner fue el responsable de la explosión que sacudió el centro de Nashville (Tennessee) en la mañana de Navidad, y según ha informado este domingo la policía, el hombre de 63 años habría fallecido en ella. Los investigadores del FBI encontraron en el lugar de la explosión, que dejó tres heridos no graves, restos humanos que ahora han cotejado con el ADN de Warner para certificar que el sospe...
Anthony Quinn Warner fue el responsable de la explosión que sacudió el centro de Nashville (Tennessee) en la mañana de Navidad, y según ha informado este domingo la policía, el hombre de 63 años habría fallecido en ella. Los investigadores del FBI encontraron en el lugar de la explosión, que dejó tres heridos no graves, restos humanos que ahora han cotejado con el ADN de Warner para certificar que el sospechoso murió dentro de la autocaravana que hizo explosión al despuntar el alba este 25 de diciembre.
Este pasado sábado, tanto la policía como el FBI se reunieron en el hogar de Warner en Antioch, a unos 15 kilómetros de donde se produjo la explosión, para registrar el lugar y hablar con los vecinos del que hasta entonces era sospechoso del ataque. Según sus testimonios, Warren, que no estaba casado, había vivido durante años con sus progenitores, hasta que en 2011 falleció su padre y finalmente se mudó a vivir solo a una casa cercana a la de su madre, Betty Christine Lane, quién según informa el diario The Washington Post no pudo ser localizada para comentar lo sucedido.
Según los registros públicos, Warner obtuvo un permiso de manipulación de explosivos en noviembre de 2013, pero caducó en noviembre de 2016. Entre 1993 y 1998 fue instalador de alarmas con licencia. Según los vecinos, Warner era un tipo solitario obsesionado, dueño de varios perros, único tema del que hablaba —y raramente— con sus vecinos. Hace unas tres semanas, Warner fue visto subido a una gran escalera instalando una antena en el tejado de su casa. Obsesionado con la tecnología y el hecho de que estaba siendo usada para espiar y controlar a los norteamericanos, Warner tenía instaladas cámaras de seguridad alrededor de su hogar.
Según el FBI, todas las personas contactadas para investigar quién era Warner coincidían en que era un especialista en electrónica con recelos hacia la tecnología 5G, según informaron varias cadenas locales. Los investigadores creen que Warner sufría de paranoia en lo relacionado con esa tecnología punta, lo que encajaría con una de las posibles motivaciones para que el ataque se produjera frente al edificio de la empresa de telecomunicaciones AT&T. El objetivo de Warren era perturbar lo máximo posible las telecomunicaciones en la zona, algo que logró, ya que dejó sin servicio de telefonía fija y móvil a una buena parte de la ciudad.
Tres personas debieron ser ingresadas en el hospital, pero sus vidas no corren peligro. La policía también ha confirmado que un número indeterminado de personas fueron trasladadas a dependencias policiales para ser interrogadas. La explosión produjo una gran columna de humo que se veía desde diversos puntos de la ciudad y reventó las ventanas de edificios cercanos.
Mientras sin confirmarse el motivo del ataque que le costó la vida al propio perpetrador, el lugar en el que se aparcó la autocaravana implica que Warner quería producir caos en las comunicaciones, según explicó Frank Figliuzzi, antiguo subdirector de contraespionaje del FBI, al programa político matutino de los domingos Face The Nation. “Creo que esto es una llamada de atención y un aviso para todos sobre la vulnerabilidad de nuestras infraestructuras cuando un individuo cualquiera puede producir este daño”, concluyó Figliuzzi.