La policía reprime con gas lacrimógeno a los refugiados de Moria que exigían su evacuación
El Ejército griego levanta un campamento temporal pese a la oposición de los vecinos de Lesbos, que llevan días bloqueando las carreteras para pedir el traslado de los migrantes al continente
La tensión no amaina en la isla griega Lesbos tras cuatro días en que los damnificados por el incendio del campo de refugiados de Moria (donde habitaban unas 13.000 personas) han tenido que dormir a la intemperie en campos y arcenes de las carreteras; sin suficiente comida y agua, según se quejan muchos. Este sábado, además, la policía dispersó con gases lacrimógenos una protesta de refugiados que pedían soluciones a su situación y se negaban a instalarse en el nuevo campam...
La tensión no amaina en la isla griega Lesbos tras cuatro días en que los damnificados por el incendio del campo de refugiados de Moria (donde habitaban unas 13.000 personas) han tenido que dormir a la intemperie en campos y arcenes de las carreteras; sin suficiente comida y agua, según se quejan muchos. Este sábado, además, la policía dispersó con gases lacrimógenos una protesta de refugiados que pedían soluciones a su situación y se negaban a instalarse en el nuevo campamento que prepara el Gobierno.
“Hay mucha tensión, la policía está disparando gas lacrimógeno”, relató Clement, un refugiado nigeriano, por teléfono. Según el diario To Vima, hubo lanzamiento de piedras por parte de los refugiados y los agentes antidisturbios griegos detuvieron a unos cuantos y se los llevaron en camiones. Sin embargo, Clement aseguró que él no vio ningún lanzamiento de piedras y que no entendía por qué la policía cargó siendo la protesta “pacífica”. “[A los policías] no parecía importarles que hubiera niños entre los manifestantes, han lanzado muchísimo gas. Y muchos niños sufrían por los gases”, afirmó. Vídeos de periodistas presentes en la marcha y de los propios refugiados publicados en las redes sociales muestran a cientos de personas, muchos de ellos mujeres y niños, portando carteles hechos a mano con lemas como “Queremos libertad, no tiendas de campaña” y, posteriormente, se ve cómo la policía lanza los gases lacrimógenos.
Los refugiados reclaman que se les evacúe de la isla -como ya se ha hecho con 400 menores no acompañados- y que no se les obligue a vivir hacinados en un nuevo campamento como el de Moria, donde las inhumanas condiciones en que se les mantenía (por ejemplo, obligándoles a compartir un retrete a 150 personas y una ducha a 500) provocaban peleas, frustración y contagios que terminaron desembocando en el incendio que esta semana lo devastó. En esto, los refugiados coinciden con la población y las autoridades locales, que exigen el traslado de los migrantes al continente.
El Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis ha hecho oídos sordos a estas peticiones. Con ayuda de helicópteros para evitar los bloqueos vecinales de las carreteras, efectivos del Ejército han trasladado tiendas de campaña a un antiguo campo de tiro de las Fuerzas Armadas para instalar un nuevo campamento en el que alojar a los refugiados de forma interina hasta que se construya un centro de detención cerrado en los antiguos terrenos de Moria. Los medios griegos han publicado imágenes de decenas de tiendas blancas ya instaladas y el ministro de Migraciones, Notis Mitarakis, dijo que a partir de este sábado el nuevo campamento podrá comenzar a alojar a refugiados. “Se está llevando a cabo un análisis de la situación. El objetivo es registrar a los beneficiarios que serán alojados temporalmente y dividir los vecindarios según la nacionalidad. A medida que entren al centro, a todos los beneficiarios se les hará un test de covid-19″, explicó el Ministerio en un comunicado.c
Entre tanto, un nuevo incendio se desató en las inmediaciones de Kara Tepe, otro campo de refugiados de la isla que alberga a población vulnerable y junto al cual han acampado muchos de los antiguos ocupantes de Moria. El fuego fue extinguido con ayuda de un avión anti-incendios y varios camiones de bomberos, que evitaron que las llamas se propagasen.
Debido a la tensión en la isla y al miedo a que el brote de covid-19 detectado la semana pasada en Moria se extienda, el alcalde de Mitilene, Stratis Kytelis, ha anunciado que el inicio del curso escolar, previsto para este lunes en toda Grecia, se pospondrá al menos hasta el miércoles para garantizar “la seguridad” de los estudiantes.