El apellido Correa vuelve al tablero político de Ecuador rumbo a las elecciones de 2021

El exmandatario ecuatoriano, Rafael Correa, lleva a su hermana Pierina como cabeza de lista para la Asamblea, pero rechaza que su otro hermano compita con él en un binomio presidencial

Rafael Correa y su hermana Pierina, durante un acto electoral celebrado en 2019.AP

El regreso del apellido Correa a la órbita electoral de Ecuador no será individual. Después de que el expresidente Rafael Correa confirmase esta semana su aspiración de volver al poder como vicepresidente en las elecciones de 2021, tras una legislatura alejado de Carondelet, sus dos hermanos mayores han dado también un paso adelante. Pierina Correa acompañará al exmandatario como cabeza de lista en la papeleta de asambleístas, pero el mayor de los tres, Fabricio Correa, concurrirá por cuerda separada para disgusto del líder...

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El regreso del apellido Correa a la órbita electoral de Ecuador no será individual. Después de que el expresidente Rafael Correa confirmase esta semana su aspiración de volver al poder como vicepresidente en las elecciones de 2021, tras una legislatura alejado de Carondelet, sus dos hermanos mayores han dado también un paso adelante. Pierina Correa acompañará al exmandatario como cabeza de lista en la papeleta de asambleístas, pero el mayor de los tres, Fabricio Correa, concurrirá por cuerda separada para disgusto del líder de la llamada Revolución Ciudadana.

”En 2013, me ofrecieron de todo para participar, y en 2017 y en 2019. Dije ‘no’. Pero soy consciente de las competencias que tengo y, como cristiano que soy, no puedo enterrar los talentos. Como ciudadano, uno tiene que ser parte de la solución”, prologaba este jueves Fabricio Correa su anuncio de que el movimiento Justicia Social le había propuesto que encabezara la opción presidencial del próximo año. Dijo que se tomará diez días para ratificarla formalmente, pero lo hizo en una rueda de prensa en la que su nombre ya tenía acompañante para la vicepresidencia y en la que justificó su salto a la política por el apoyo recibido. ”Yo pedí que me convenzan de dos cosas: que Ecuador quiere cambiar, que los carteles de la política no representan a la mayoría de los ecuatorianos y que la mayoría repudia esa viveza criolla que es el nombre romántico que se le ha puesto a la corrupción. Hoy estoy convencido de eso. Y segundo, que los buenos somos más, pero resulta que los malos son los que mandan”, añadió.

La reacción de rechazo de Rafael Correa fue inmediata al trascender las intenciones de su hermano mayor. “De ser cierto, pido disculpas desde ahora. Ustedes saben que no podemos ser responsables de nuestros hermanos. Me da vergüenza que empecemos a parecernos a las dinastías políticas que siempre he combatido”, publicó el expresidente en Twitter, pese a llevar a su hermana como primera en la lista de candidatos a la Asamblea de la alianza Unión por la Esperanza.

Pierina Correa ya había comenzado a significarse, con vídeos y mensajes de apoyo al legado de Correa, antes de que se oficializase su postulación como legisladora. Ese día acudió a la sede del Consejo Nacional Electoral, asegurando ser apoderada de su hermano Rafael, para que la autoridad que regula los comicios aclarase si los aspirantes pueden o no aceptar esta preselección de los partidos por vía telemática. “Para aceptar la nominación exigen la presencia física, es un claro direccionamiento para impedir la participación de mi hermano. Están violentando el derecho a elegir”, reprochó la secretaria nacional de participación ciudadana de Compromiso Social, siglas que cobijaron al correísmo en las últimas elecciones provinciales y municipales tras escindirse de Alianza PAIS debido al enfrentamiento entre Rafael Correa y su sucesor en el Gobierno de Ecuador, Lenín Moreno.

Para que Rafael Correa pueda realmente concurrir a las elecciones de 2021 debe aún sortear dos impedimentos. El primero, el de la justicia. El expresidente quedaría inhabilitado si la condena a ocho años de cárcel que recibió en abril por el conocido como “caso sobornos 2012-2016″ se vuelve firme -tras resolverse los recursos de casación pendientes- antes de que su postulación quede formalmente inscrita. El segundo, el de la normativa electoral que le exige aceptar de forma personal y presencial la oferta de ser candidato, con el riesgo de ser detenido al pisar territorio ecuatoriano pues hay vigente una orden de prisión en su contra.

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Este domingo termina el plazo para que las organizaciones políticas concreten los nombres definitivos con quienes postularán a las presidenciales de 2021. Después, los nominados tienen 10 días para aceptar oficialmente esa designación y, tras eso, deben inscribirla ante la autoridad electoral. Todo ese proceso debe completarse hasta el 7 de octubre. Entonces, el Consejo Electoral evaluará si cada candidato cumple con los requisitos legales antes de aprobarlos y de que se beneficien de inmunidad.

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