La oposición redobla la presión sobre Trudeau por un contrato millonario a un organismo del que cobró su familia

El primer ministro canadiense comparece ante un comité parlamentario para defenderse de la acusación de conflicto de intereses

Justin Trudeau, durante la aparición por videoconferencia ante el comité parlamentario, este jueves.BLAIR GABLE (Reuters)

“WE Charity no recibió ningún trato especial de mi parte o de cualquier miembro de mi equipo”, señaló Justin Trudeau, primer ministro canadiense, en su comparecencia este jueves ante un comité parlamentario. La cita -por videoconferencia- buscaba conocer más detalles sobre el asunto por el que Trudeau está siendo investigado por Mario Dion, comisionado de Ética de Canadá: ...

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“WE Charity no recibió ningún trato especial de mi parte o de cualquier miembro de mi equipo”, señaló Justin Trudeau, primer ministro canadiense, en su comparecencia este jueves ante un comité parlamentario. La cita -por videoconferencia- buscaba conocer más detalles sobre el asunto por el que Trudeau está siendo investigado por Mario Dion, comisionado de Ética de Canadá: la atribución de un contrato millonario –sin licitación– a un organismo cercano al político y su familia.

La última vez que un premier canadiense había declarado ante un comité parlamentario por temas éticos fue en 1932. Es además la tercera vez que Trudeau está en la mira del comisionado de Ética por casos de conflictos de interés. Fue encontrado culpable las dos anteriores (por unas vacaciones en la isla de un millonario y por querer intervenir en una decisión judicial), en las que recibió amonestaciones verbales. Ahora, las consecuencias podrían ser más graves.

El 25 de junio, Trudeau anunció que WE Charity, una organización caritativa sin ánimo de lucro, administraría un programa de becas por 912 millones de dólares canadienses (572 millones de euros). Las críticas no demoraron por la cercanía de los Trudeau con WE Charity. El organismo señaló que el primer ministro y sus familiares jamás habían recibido pagos por participar en sus eventos. Tras incesantes presiones, WE Charity anuló el contrato el pasado día 3, día en que el comisionado Dion informó de que investigaría a Trudeau por este asunto.

Después, el portal Canadaland publicó que Margaret Trudeau, madre del primer ministro, recibió 250.000 dólares por participar en 28 eventos de WE Charity. Alexandre, hermano menor de Trudeau, se embolsó 32.000 dólares por ocho apariciones. Los eventos tuvieron lugar entre 2016 y 2020, es decir, en años de Justin Trudeau como primer ministro. Sophie Grégoire, esposa del político, recibió 1.400 dólares por una conferencia en 2012. La oficina de Trudeau respondió: “Los familiares del primer ministro están implicados con diversas organizaciones y apoyan distintas causas personales por voluntad propia”.

La cadena CBC difundió que una hija de Bill Morneau, ministro de Finanzas, trabaja en WE Charity. Tanto Morneau como Trudeau han reconocido que no señalaron un posible conflicto de interés en la reunión ministerial donde se abordó la atribución del contrato a sugerencia del servicio público. El comisionado también investiga a Morneau. En su cita con el comité parlamentario, el ministro de Finanzas contó que su familia hizo un viaje a Kenia y otro a Ecuador (donde él también acudió), en proyectos con WE Charity, y que acababa de enviar un cheque por 41.000 dólares para reembolsar los gastos.

Sin embargo, las novedades no cesan. Michelle Douglas, expresidenta de la junta ejecutiva de WE Charity, declaró ante el comité parlamentario que siempre había pensado que los participantes en los eventos no percibían honorarios. Marc y Craig Kielburger, fundadores de WE Charity, manifestaron ante el comité que “solo un pequeño grupo de personas recibía pagos por su tiempo”. También confirmaron que el organismo reembolsó unos 212.000 dólares a los familiares de Trudeau por gastos relacionados con su presencia en distintas citas. Los hermanos Kielburger subrayaron que sus vínculos políticos jamás sirvieron para la atribución del contrato.

Los conservadores pidieron a principios de julio la intervención de la Policía Montada, al considerar que es un asunto que podría tener implicaciones penales. La semana pasada, Andrew Scheer, jefe del partido, reclamó la dimisión de Morneau e invitó a los diputados liberales a sustituir a Trudeau. Yves-François Blanchet, líder del Bloque Quebequés, propuso primero que Trudeau abandonara temporalmente el cargo de primer ministro mientras durasen las pesquisas, pero ha subido el tono: ahora exige que los dos políticos implicados pierdan sus puestos y amenaza con presentar una moción de censura para lograrlo.

Tenemos un Gobierno con mayoría simple y todo puede suceder. Además, sus dos miembros más importantes son señalados por asuntos éticos. Dicho esto, la labor del Parlamento se reanudará a mediados de septiembre. La situación podría ya no ser la misma. Las encuestas indican que los liberales han perdido por el tema de WE Charity los puntos que ganaron durante la pandemia. La oposición revisará con detenimiento estas cifras antes de pensar en nuevas elecciones”, apunta Éric Montigny, profesor de ciencia política en la Universidad Laval. Algunos analistas en medios canadienses señalan que Morneau podría ser “sacrificado” para apaciguar los reclamos.

El ambiente "tóxico" de la gobernadora general

En otro caso, también está bajo investigación la gobernadora general de Canadá, la exastronauta Julie Payette. Su nominación en octubre de 2017 por parte de Justin Trudeau recibió el respaldo unánime de las fuerzas políticas. La gobernadora general es la representante de la reina Isabel II de Inglaterra, jefa de Estado del país. Desde hace algunos días, Payette nada en las aguas de la polémica. La cadena CBC difundió el pasado día 21 varios testimonios –bajo anonimato- de exempleados y trabajadores actuales de su oficina en los que señalaban que Payette había instaurado un ambiente laboral “tóxico”, con violencia verbal y acoso psicológico.

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