Las protestas en Hong Kong comienzan a reactivarse y dejan más de 200 detenidos
La jefa del Gobierno autónomo, Carrie Lam, promete reformar el sistema educativo, al que acusa de promover las manifestaciones
Las protestas en Hong Kong contra el Gobierno autónomo y el de Pekín, suspendidas durante los peores meses de la pandemia de la covid-19 vuelven a reactivarse. Este fin de semana, la policía del territorio autónomo chino ha detenido a 230 personas, entre ellas un niño de 13 años, tras llevar a cabo varias operaciones de dispersión. Según fuentes hospitalarias, 18 personas han resultado heridas.
A lo largo de la noche del domingo, según ha informado este lunes la policía, varios grup...
Las protestas en Hong Kong contra el Gobierno autónomo y el de Pekín, suspendidas durante los peores meses de la pandemia de la covid-19 vuelven a reactivarse. Este fin de semana, la policía del territorio autónomo chino ha detenido a 230 personas, entre ellas un niño de 13 años, tras llevar a cabo varias operaciones de dispersión. Según fuentes hospitalarias, 18 personas han resultado heridas.
A lo largo de la noche del domingo, según ha informado este lunes la policía, varios grupos de manifestantes habían colocado barreras para obstruir el paso en calles del barrio de Mong Kok, uno de los focos de las protestas del año pasado. Agentes con uniforme antidisturbios lanzaron varias rondas de gas pimienta, incluidas dos contra los periodistas que cubrían la escena, según el periódico de Hong Kong South China Morning Post. El menor detenido, puesto en libertad posteriormente, trabajaba como voluntario para un medio estudiantil creado el pasado febrero.
Entre los heridos que acudieron al hospital se encontraba el legislador de la oposición Roy Kwong, al que algunas imágenes difundidas por streaming mostraron retenido en el suelo por la policía, y una periodista que denunció que un agente le había estrangulado durante unos segundos agarrándole el cuello desde detrás.
Horas antes, centenares de manifestantes se habían congregado en una decena de centros comerciales para corear eslóganes y el himno de las protestas, Gloria a Hong Kong. El viernes habían comenzado los llamamientos a realizar concentraciones rápidas, después de que la sesión de un comité en el Consejo Legislativo -el Parlamento hongkonés- derivara en violencia y la expulsión de varios diputados demócratas de la Cámara.
Las protestas comienzan a revivir el pasado 26 de abril, cuando varios centenares de personas se reunieron en un centro comercial para cantar el himno y lanzar eslóganes. Las marchas multitudinarias del año pasado habían desaparecido con el surgimiento de la pandemia, que contagió a más de mil personas en el territorio, pero el descenso de casos y la relajación gradual de las medidas de prevención y control ha llevado a nuevas convocatorias. Desde el viernes pasado, Hong Kong permite la reunión de hasta ocho personas.
La impopular jefa del Gobierno autónomo, Carrie Lam, ha acusado al sistema educativo de Hong Kong de alimentar las protestas y ha prometido una reforma del currículum de estudios liberales, una asignatura de Secundaria que existe desde 2009 y que busca incentivar el espíritu crítico.
En una entrevista concedida al periódico prochino Ta Kung Pao publicada este lunes, Lam comparó esos estudios, que cada escuela puede impartir como prefiera, con un “gallinero sin techo” y aseguró que se debe proteger a los estudiantes de que reciban “información falsa y parcial”.
El Gobierno que encabeza Lam busca también aprobar un proyecto de ley que castigue las ofensas al himno nacional chino. Altos funcionarios del Gobierno de Pekín en Hong Kong han expresado, por su parte, su apoyo a una ley de seguridad nacional para luchar contra las fuerzas proindependencia, la influencia extranjera y la violencia radical. La antigua colonia británica presentó un proyecto de ley de Seguridad Nacional en 2003 para desarrollar el artículo 23 de su miniconstitución, que prevé esa legislación. Pero la tajante oposición de la opinión pública obligó a archivarlo.
El movimiento de protestas del año pasado comenzó en junio con una serie de manifestaciones multitudinarias contra un polémico proyecto de ley de extradición, retirado finalmente en septiembre. Para entonces, el movimiento -que siempre ha presumido de no tener líderes- había evolucionado para exigir, además, la puesta en libertad de los detenidos en las protestas, la retirada de la acusación de provocar disturbios, una investigación independiente del comportamiento policial y reformas democráticas.
El mes pasado la policía de Hong Kong lanzó la mayor redada contra prominentes representantes de la oposición prodemocrática desde el comienzo de las manifestaciones y las protestas del año pasado en este territorio autónomo.