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Argentina blinda la cumbre de la OMC e impide el acceso a 60 activistas

El gobierno de Macri se ve obligado a dejar entrar a un noruego para aplacar una tensión diplomática con la UE

Susana Malcorra, presidenta de la conferencia de OMC en Buenos Aires, durante una reunión de delegaciones, en octubre.
Susana Malcorra, presidenta de la conferencia de OMC en Buenos Aires, durante una reunión de delegaciones, en octubre.OMC
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La reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se extiende hasta el próximo miércoles ya paraliza Buenos Aires. La ciudad ha modificado en forma sustancial su actividad en pos de la seguridad de los participantes provenientes de 164 países. Pero, a pesar de encontrarse a una hora de la ciudad, el blindaje también se impuso en el aeropuerto internacional de Ezeiza, donde se impidió el ingreso del integrante de la ONG Attac, el noruego Petter Slaatrem Titland -quien finalmente pudo ingresar- y la periodista británica -residente en Ecuador- Sally Burch, entre otras personas. El blindaje de los argentinos dejó sin acreditación de la cumbre a 60 personas que contaban con tenerla, entre ellos diversos miembros de ONG, y generó una tensión diplomática con la Unión Europea.

La Comisaria de Comercio de ese organismo, la sueca Cecilia Malmström, envió una carta al canciller argentino Jorge Faurie en la que expresa su preocupación por el tema: “No veo cómo los representantes de ONG con sede en Europa que han visto su acreditación rechazada plantearían cualquier amenaza de seguridad. Es muy lamentable que las autoridades argentinas no hayan proporcionado claridad en cuanto a los motivos de seguridad específicos detrás de estas decisiones”. “Solo puedo expresar mi esperanza de que, incluso en esta etapa tardía de los preparativos, estas decisiones puedan modificarse y se puedan encontrar acuerdos para permitir la participación de la sociedad civil europea, que puede ayudar a que esta Conferencia sea un éxito”, cierra.

La esperanza de Malmström ha sido, en parte, cumplida. Luego de mantener reuniones durante el presente fin de semana con las autoridades de diversas embajadas, Argentina ha readmitido a Genevieve Azam, Christophe Aguitton e Isabelle Bourboulon, de Attac Francia; el belga Michel Cermak, de la ONG CNDD/11.11.11 y Titland. Al respecto de este último la Cancillería ha comunicado que el gobierno de Noruega "ha respaldado formalmente al Sr. Titland, afirmando que 'no ha estado involucrado en acciones violentas ni tampoco ha incitado a otros a cometerlas'. Debido a esta intervención formal del Gobierno noruego, se ha permitido su participación en la Conferencia".

"Es un esayo para el G 20"

Alberto Villarreal tiene boleto en un buque que este domingo une Montevideo con Buenos Aires. A las 13.15 se enterará si puede ingresar a esa Buenos Aires que tanto conoce. Y se arriesga a no poder volver por los próximos cinco años si migraciones decide por la negativa. El uruguayo de 65 años representa a la asociación Redes Amigos de la Tierra, que trabaja en la defensa de la justicia social y ambiental, en franca oposición al uso de transgénicos y contra las violaciones de las firmas transnacionales al ecosistema local. Alberto llega a ciegas: su acreditación para ingresar a la Conferencia Ministerial fue revocada.

“No tengo antecedentes penales, solo los de ser crítico con la OMC. Dicen que a través de las redes sociales estamos incitando a la violencia y yo ni siquiera tengo cuenta de Twitter o Facebook. Nuestra organización si las tiene, pero nunca hemos hecho manifestaciones de ese tipo. Incluso abogamos por un mundo pacífico y sin violencia. Es un absurdo total y yo mismo participe en las reuniones ministeriales de la OMC en Seattle, Cancún y Hong Kong, donde “solo salimos a la calle a manifestarnos pacificamente, como es derecho en casi todo el mundo. Entendemos que es un primer ensayo para la reunión del G20”, opinó a este diario.

El rechazo de acreditaciones y la expulsión de dos activistas por parte de migraciones acaparó la atención de la primera rueda de prensa de la Cumbre, celebrada en Buenos Aires por el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, y la excanciller Susana Malcorra, en representación del país anfitrión. Malcorra dijo que se aprobó el ingreso de 600 personas, "una cifra que dobla el número histórico que ha participado en cualquiera de las conferencias anteriores". "Quedaron al margen unas 18 ONG y 60 personas. Esto generó un pedido revisión de algunas organizaciones, cosa que se hizo. Eso agregó al número habilitado alrededor de 18 personas. Todo fue hecho en función de la responsabilidad de las partes que evalúan los aspectos de seguridad y con los criterios que esas áreas tienen fijados para su trabajo. El proceso fue transparente. Lamento que esto ocurra y que capte la atención como la ha captado ", dijo.

El 2 de diciembre, la cancillería de Argentina emitió un comunicado en el que advierte que algunos de los inscriptos a la cumbre en nombre de ONG’s “habían hecho explícitos llamamientos a manifestaciones de violencia a través de las redes sociales, expresando su vocación de generar esquemas de intimidación y caos” y, por consiguiente, “la organización local ha entendido que no podrían ser acreditadas para ingresar al recinto de reuniones de la Conferencia Ministerial”.

El mismo escrito aclara que los no admitidos podrán “presentar sus propuestas” en un espacio reservado en el mismo recinto donde se realiza la Conferencia Ministerial (el CCK), dado que “en la República Argentina la sociedad civil tiene una vigorosa participación a través de las más diversas formas de organización, en todos los aspectos de la vida nacional” y que “es una tradición argentina, que cualquier extranjero puede advertir en esta capital o en otros lugares del país con manifestaciones que expresan su apoyo o desacuerdo con eventos variados, o con políticas gubernamentales”.

Lo que en un principio era un veto a la cumbre, acabó en negativas para ingresar al país al menos en los casos de Burch y Titland y momentos de inquietud para otros tantos que finalmente consiguieron pasar migraciones. La periodista calificó la prohibición de ingreso como “una actitud poco democrática del gobierno de Argentina que no quiere que estemos en la Organización Mundial de Comercio”. Burch contó a Radio 10 que “cuando llegué a Migraciones dije que entraba como turista y aparecí en una lista que no podía entrar”.

“Me mandaron de regreso a Brasil. Acabo de aterrizar en San Pablo”, escribió el integrante de Attac a las 3:09 del viernes. “Me echan de la Argentina sin argumentos. Lo único que me dijo una persona de seguridad fue que no me permitían ingresar por lo que dice en el sitio web de mi organización. Pregunté qué parte de la página consideraban violenta y no respondieron. Es absurdo”, explicó Titland al periódico local Página 12. Este domingo publicó en su cuenta de Twitter el ticket de su vuelo proveniente de Florianópolis, Brasil, con destino Aeroparque, en la ciudad de Buenos Aires, para las 23.05.

Desde la cartera diplomática confiaron a este diario que actuaron en función de información que recibieron desde las agencias de seguridad y a partir de un intercambio de información con otros países y sus embajadores. “Fueron los más activos en los desórdenes de Hamburgo”, aseguró una portavoz oficial.

Queja desde Noruega

La noticia provocó problemas con Noruega, una nación que en las últimas semanas reforzó lazos con Argentina colaborando en forma activa en la búsqueda del submarino ARA San Juan, sin rastros desde el 15 de noviembre. “Creemos que el diálogo con la sociedad civil es una parte importante de la cooperación internacional también en la OMC. La decisión de Argentina es desafortunada y envía una señal equivocada”, comunicó a ABC News el asesor de comunicación del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, Guri Solberg. La prensa de ese país había asegurado que la ministra de Relaciones Exteriores, Ine Eriksen Søreide, iba a presentar una protesta formal contra Argentina en plena conferencia.

En el ámbito local, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) presentó un habeas corpus preventivo y colectivo para representar a las 60 personas vetadas que en principio fue rechazado por la justicia local, aunque esa decisión fue revocada por la cámara y está en curso. En diálogo con EL PAÍS, el director de litigio y defensa legal de ese organismo, Diego Morales, se preguntó “cuales fueron la bases que utilizaron para decidir las desacreditaciones. Una cosa es utilizar bases de datos vinculadas a antecedentes penales y otra distinta es hacer inteligencia sobre personas. Lo primero está permitido, pero lo segundo está prohibido. Esa es la incertidumbre que tenemos. Por eso también presentamos un habeas data que todavía no fue respondido”.

Otras personas que fueron retenidas en Migraciones pero lograron ingresar a Argentina gracias a la intervención de distintas embajadas fueron la uruguaya Cecilia Olivet, del Transnational Institute (TNI) de Holanda, los brasileños Renato Leite y Lucas Tasquetto de REBRIP y la finlandesa Kirsi Chavda de Siemenpuu.

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