Un tribunal alemán condena a un refugiado sirio por tratar de estafar al Estado Islámico

Un tribunal alemán ha dictado una decisión judicial inédita al condenar a un ciudadano sirio a una pena de cárcel por tratar de estafar al Estado Islámico. El acusado había contactado a través de una red social con la organización terrorista a la que pidió cientos de miles de euros haciéndose pasar por un joven radicalizado dispuesto a atentar en Europa. El presunto terrorista, que antes trabajaba como peluquero en Damasco, acabó siendo un simple estafador. La estrambótica sentencia convierte en víctima ...

Un tribunal alemán ha dictado una decisión judicial inédita al condenar a un ciudadano sirio a una pena de cárcel por tratar de estafar al Estado Islámico. El acusado había contactado a través de una red social con la organización terrorista a la que pidió cientos de miles de euros haciéndose pasar por un joven radicalizado dispuesto a atentar en Europa. El presunto terrorista, que antes trabajaba como peluquero en Damasco, acabó siendo un simple estafador. La estrambótica sentencia convierte en víctima al autodenominado Estado Islámico, que siembra el terror en Siria y sus países vecinos y que se atribuye atentados cometidos en toda Europa.

Los hechos ocurrieron el pasado diciembre, cuando el joven sirio que responde al nombre de Hasan A. y al que se le garantizó estatuto de refugiado en Alemania contactó a través de Facebook con un supuesto miembro del Estado Islámico. Hasan A. le comunicó su falsa voluntad de atacar en Europa y su presunta capacidad para hacerse con explosivos en suelo europeo. El acusado, de 39 años, solicitó a la organización terrorista 180.000 euros para llevar a cabo la operación. El dinero nunca llegó a ser transferido.

Sin intención de atentar

Un juez de Saarbrücken, en el suroeste de Alemania, ha condenado al acusado a dos años de prisión por tratar de estafar al Estado Islámico. No ha sido condenado sin embargo, por intentar cometer un atentado en Europa, como pedía la Fiscalía, ya que quedó demostrado que el acusado no tenía intención ninguna de atentar. “El acusado no podía ni quería ejecutar los ataques anunciados”, dijo el juez Bernd Wagner. “Todo el plan era una mentira”, añadió.

Robar a un ladrón, no ha sido en esta ocasión motivo de perdón. El juez se basa en la doctrina que protege la propiedad, al margen de si su origen es criminal. La interpretación jurídica es peliaguda, pues como argumentaba la prensa alemana, dejar sin castigo una acción semejante tampoco parecía una opción razonable. La Fiscalía y el acusado han anunciado en cualquier caso, su intención de recurrir la decisión judicial de Saarbrücken.